No erramos si decimos que el año 2022 no fue, precisamente, uno de los mejores en la vida de la artista Amaia Montero (46 años). En octubre se hacían públicas unas desmejoradas imágenes de la cantante, y los rumores y especulaciones sobre su estado de salud se desataron sin remisión. La excomponente de La Oreja de Van Gogh abandonó la esfera pública y 'blindó' su vida: lo prioritario era cuidarse y reponerse.
Entonces, la hermana de la cantante, Idoia, deslizó que Amaia no estaba atravesando su mejor momento. La siguiente información llegó en noviembre de 2022, cuando Montero fue captada abandonando la clínica Universitaria de Navarra tras un mes ingresada. Puso rumbo a su domicilio familiar, en Irún, en el País Vasco.
En navidades, se filtró una fotografía de la cantante, en plena calle, en Biarritz, Francia, mientras disfrutaba de un momento de asueto en la noche francesa. La imagen está fechada en el 17 de diciembre. El espacio Sálvame charló con un testimonio, quien sostuvo que vio a la intérprete de Deseos de cosas imposibles "con la mirada perdida" y "desorientada", entre otros detalles.
Información que, según conoce EL ESPAÑOL, disgustó mucho a la familia. "No es agradable, como se puede comprender", se explica. A principios de diciembre, se informó de que Amaia Montero habría sufrido un fuerte cuadro de estrés y ansiedad debido a los preparativos de la publicación de su nuevo disco, según desveló ¡HOLA! El intenso trabajo al que ha estado sometida para que su proyecto musical esté perfecto habría sido la causa, así que los doctores que la han tratado le recomendaron reposo y tranquilidad absoluta para poder recuperarse.
Ahora, ya en enero de 2023, EL ESPAÑOL maneja información sobre cómo se encuentra y evoluciona Amaia Montero. Ha pasado unas navidades "tranquilas" y en familia, del mismo modo que le dio la bienvenida al 2023. Amaia va "poco a poco", pero está fuerte y "en la lucha". Se ha decidido que, por su bien, no se ponga una fecha en el horizonte para su vuelta, por lo que se descarta, de momento, su regreso.
Aún no está preparada, pero ella está convencida de que este 2023 será su año, el propicio para volver. En los últimos meses de 2022 fueron varios los amigos de Amaia que no dudaron en mostrarle su apoyo públicamente, como su expareja sentimental, Gonzalo Miró (41), o su gran amiga Cayetana Guillén Cuervo (53).
"Yo la quiero mucho, ya lo sabéis. (...) Amaia es una gran persona, con un corazón que no le cabe en el pecho. Y creo que todos tenemos malas épocas", aseguró el cineasta Gonzalo Miró, hijo de la desaparecida Pilar Miró.
En esa dirección, se mostró la actriz y presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España Guillén Cuervo recientemente, la cual tiene un importante lazo afectivo con Amaia, pues ésta es madrina de su hijo Leo: "Se va a recuperar seguro, porque ella es muy fuerte. Es maravillosa. No es fácil siempre expuesto públicamente, es un plus que hay que tener en cuenta. Ella va a salir adelante, te lo digo yo que sí".
Junto a Amaia, a su lado, están su hermana y, sobre todo, su madre, Pilar Sardías. Son su motor y también su inspiración. "Ojalá esté cogiendo inspiración y saque ese discazo que queremos los que la admiramos. De los peores momentos surgen grandes cosas", aporta un buen conocido de Amaia.
No son su hermana y madre los únicos férreos apoyos y asideros con los que ha contado Amaia Montero en los baches de su vida. La persona con la que se contacta arroja tres nombres más, que han estado muy pendientes de Montero en estas semanas a través de su familia, y también en otros tiempos aciagos: los guionistas Javier Calvo (31) y Javier Ambrossi (38), y el artista vasco Karlos Arancegui. Otros, muy conocidos, prefieren quedarse en el anonimato.
El dolor de Amaia
Su hermana mayor, Idoia, fue quien dio la cara a nivel mediático cuando en octubre de 2022 estalló la preocupación por Amaia Montero. Eso sí, al igual que al programa Espejo Público, a este periódico también se dejó claro que Idoia no es la representante de su hermana ni lo ha sido nunca.
Explicó entonces quien bien la conoce que la intérprete de temas como Muñeca de trapo es alguien "muy sensible, y no lo ha pasado nada bien en algunos momentos. No sólo por las críticas de las redes y el físico y demás, sino por la muerte de su padre".
Fue en febrero de 2009 cuando José Montero perdía la vida tras dos largos años batallando contra una enfermedad. Fue la etapa más dura para Amaia, pues coincidió en el tiempo con su separación profesional de La Oreja de Van Gogh. Amaia nunca creyó en aquel desenlace.
La fuente con la que se contactó fijó este fallecimiento en un punto de inflexión clave en la vida de Amaia. Un dolor que, a día de hoy, no ha superado del todo, como ha reconocido en varias entrevistas. Tras este golpe vital, la artista descubrió un dolor "que no sabía que existía". Una sensación que ha mantenido hasta hoy y con la que lidia. Un dolor insondable y difícil de digerir.
En lo que respecta a Idoia, la hermana de Amaia, cabe destacar que es artista, diseñadora y pintora de óleos. En 2019, Idoia publicó su primer libro de poemas, En pleno baile, y habló de su hermana para Woman: "Mi hermana Amaia y yo juntas somos como dos gallos en el mismo corral, muy intensas".
Y reconoció las diferencias que existen entre ellas: "Nos queremos muchísimo pero también hay épocas, cuando hay mucho contacto, en las que tenemos nuestros roces. Como todos los hermanos. Y de la misma manera que tenemos roces, el respeto y el amor que nos tenemos es igual de intenso y grande".
En aquella entrevista, la mayor de las hermanas Montero habló así de su padre, José, al que le dedicó su obra: "Mi padre tenía un taller de fontanería. Venía de una familia numerosa y no tuvo muchas oportunidades, así que empezó a trabajar de jovencito, a los 12 o 13 años ya estaba trabajando. Le fue muy bien con el taller, era muy emprendedor y llegó a dar clases. La verdad es que fue un ejemplo de superación"