El extorero reconvertido en actor entrena duro a diario, esté donde esté y sin importarla la hora ni la compañía. En esta ocasión, Óscar Higares bajaba a la playa con su madre para disfrutar de las buenas temperaturas y mientras ella cosía tranquilamente en su silla, él empleaba el tiempo en esculpir los músculos de brazos y abdomen. "Cada uno a lo suyo. Aquí los bolsos salen mejor, las flexiones cunden más, las carreras son más divertidas, en definitiva, aquí todo es más mejor".