Siempre han llevado su relación de una manera muy discreta y así ha sido también su enlace. Carlos Herrera (65 años) ha abandonado su soltería para prometerle amor eterno a su actual pareja, Pepa Gea (49). Lo han hecho en secreto, sin despertar sospechas y fielmente protegidos por su entorno para que no trascendiera. Así, ambos han empezado en 2023 como marido y mujer viviendo la gran noticia en la más estricta intimidad.
La boda se celebró el pasado mes de diciembre en Nueva York, un destino oportunamente elegido para no despertar sospechas y para conseguir esa privacidad que ambos deseaban. Fue una ceremonia civil, a la que podrían haber asistido los dos hijos del periodista, pues por aquellas fechas Alberto Herrera (30) y Rocío Crusset (28) compartieron una foto en La Gran Manzana.
La noticia ha trascendido un es después gracias al periodista Jesús Manuel Ruiz, que daba la primicia en el programa Plan de Tarde, de TVE, presentado por Toñi Moreno (49). Se da la circunstancia que ella es muy amiga de Carlos y aseguró que no sabía nada antes de que el colaborador le comunicara tal información. El secretismo ha sido absoluto.
Esta es la segunda boda para el comunicador sevillano, que se separó de Mariló Montero (57) en 2011 tras 20 años de matrimonio. Ambos llevaban vidas independientes desde hacía un tiempo y tomaban esta decisión de mutuo acuerdo y de forma meditada. En 2019 salía a la luz pública que Herrera mantenía una relación sentimental con su compañera de profesión, también locutora de radio, aunque durante mucho tiempo ambos evitaron hablar y dar detalles de su relación.
En agosto de 2022, Carlos y Pepa compartían su primera foto juntos en sus redes sociales, casi a la vez, aunque con dos poses diferentes. Ella elegía una tomada en Vitoria, en la terraza del lugar donde se alojaban. Muy natural, sin mensajes románticos, ni corazones. Él, en cambio, se decantaba por una mucho más amorosa, con los rostros bien pegados y sonrisa de felicidad. "Elche no es sólo una palmera", escribía el periodista.
Cuatro meses después de estas publicaciones llegaba la boda, en la que a buen seguro Rocío Crusset, que pasa mucho tiempo en Nueva York por cuestiones de trabajo, habrá tenido un papel importante en cuanto a la organización. Pese a haberse dado el "sí, quiero", la pareja de periodistas sigue viviendo su amor en la distancia, pues él reside en Sevilla y ella en Madrid, aunque los viajes son constantes para poder estar juntos.