En latín, Valère tiene un valor polisémico: proteger, ser fuerte, tener tal o cual valor, ser útil, tener una cualidad que merezca estima y aprecio… Cualidades que, sin duda, reunía la reina de Marbella, Olivia Valère, quien, tras su fallecimiento a los 75 años el 9 de junio de 2022 a causa de un cáncer de estómago, dejó huérfanos a la gran familia que conforma el club, discoteca y restaurante más emblemático de la Costa del Sol.
Una semana después de su deceso empezaron los problemas. Karen y Arnaud, los dos hijos que Olivia tuvo con su primer esposo, Albert Albouhair, empezaron a hacer la vida imposible al viudo. Ella intentó impugnar el testamento manuscrito de 2011 al no considerarlo válido; tildó a su padrastro de loco y la que supuestamente iba a ser la heredera del negocio acabó denunciada por Philippe por apropiación indebida de la marca Olivia Valère, ya que tenía intención de abrir más locales fuera de Europa, transferencia ilegal de dinero y secuestro de todos los dominios y redes sociales de la empresa.
Por su parte, Arnaud saltó la verja de la mansión marbellí porque el servicio tenía órdenes de no dejar entrar a nadie y se llevó con una grúa un Jaguar de los años 50, de 300.000 euros, cuatro cuadros y otros enseres cuyo valor se estima en unos dos millones de euros.
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En la actualidad, un juez de instrucción de lo penal está recabando toda la información para proseguir con la investigación. Karen sigue en pie de guerra, pero ya no forma parte de la empresa y su hermano llegó a un acuerdo con su padrastro hace unos meses en el que obtuvo una residencia en Benahavís y la cesión del Nâo Pool Club. Se dice que el valor de ese entente cordiale es de 10 millones de euros.
En medio de estaba batalla, que parece extraída de los culebrones ochenteros, se encuentra Xavier Valère (47), el único hijo en común que Olivia tuvo con Philippe. Él está al frente de un gran negocio que factura cada verano unos cuatro millones de euros. Para este atractivo exdeportista profesional en golf y tenis su misión es preservar el legado de su mamá, que desgraciadamente murió el mismo día que él nació.
"Tengo las ideas claras, sé lo que quiero hacer, estamos poniendo un poquito de orden porque hay mucha competencia, estamos pensando en nuevos conceptos y soy consciente de que no vamos a inventar nada, pero sí podemos dar la vuelta a algunas cosas", asegura a EL ESPAÑOL el empresario que también es abogado.
¿Cómo ha vivido este último año?
Ha sido muy difícil, complicado, con momentos delicados y con mucha sensibilidad, bastante trabajo, mucha presión… Cada noche estoy siete horas en el negocio y por el día me paso otras cinco horas al teléfono.
¿Su mujer e hijos no le castigan?
(Risas) No, porque saben que es mi trabajo. Mi esposa, Natasha, me ayuda con las redes sociales. Tiene un diploma en diseño gráfico, tiene 38 años y ya nació con internet. A esa edad se tiene una filosofía diferente.
El toque que le está dando a la marca lo calificaría como…
Glamuroso, los clientes han de tener una noche inolvidable para que vuelvan en otra ocasión, como decía mi madre hay que crear buena energía, reunir a gente simpática y traer a los mejores artistas del momento.
¿Cómo cuáles?
Por aquí ya han pasado Peggy Gou, Adriatique, Marco Carola, Loco Dice o The Martínez Brothers, a los que pagué 160.000 euros, ya que era la primera vez que venían a Marbella y son residentes en el Hï de Ibiza. Actualmente estamos negociando con Travis Scott -el rapero fue pareja de Kylie Jenner, con quien tuvo dos hijos, Stormi Webster y Aire-, pero está siendo muy difícil porque si hay que traerle de Estados Unidos cuesta como 300.000 euros, viene con 20 personas, se movilizan varios hoteles… y no tengo la rentabilidad por el aforo. He de aprovechar que esté por Europa.
¿Hay restricciones en la entrada?
¡Por supuesto! Si eres guapo o guapa, para adentro (sonríe), pero si alguien lleva una camisetita guapa y un pantalón simpático, no hay problema ninguno.
¿Qué opina del conflicto entre su padre y sus hermanos?
Respeto a mi papá y respeto sus decisiones. He convivido con mis hermanos la mayor parte de mi vida y no quiero comentar mucho porque es doloroso. Deseo que cada uno se desarrolle lo mejor posible en el ámbito personal y laboral. Quiero que mi madre esté tranquila y se sienta orgullosa. Quiero que su alma vuele lo más alto posible.
Tengo entendido que es un amante del deporte.
Lo he practicado toda mi vida. De pequeño viví en Estados Unidos con Bollettieri, que fue entrenador de cinco números uno del mundo, también viví en Argentina donde estaba Gabriela Sabatini, volví a España y fui campeón de Andalucía de pádel, he participado en torneos de golf a nivel europeo durante diez años, estuve enamorado de una holandesa durante tres años… He sido deportista profesional de tenis y golf. Siempre me han gustado los deportes individuales.
Dicen que potencian la creatividad y la concentración.
Pues creo que sí (risas). Y viene bien para el negocio. Tengo a 150 empleados y es muy complicado gestionar todo de forma perfecta. Menos mal que al menos hay un director en cada departamento.