"Creo que está relajado. Él sabe lo que hizo". Con estas palabras el abogado de Daniel Sancho (29 años) desvelaba el estado del joven chef tras ser detenido en Tailandia después de confesar que fue él quien asesinó y descuartizó al cirujano colombiano Edwin Arrieta. Casi 24 horas antes de la declaración del letrado, el hijo de Rodolfo Sancho (48) ingresaba en prisión con una imagen aparentemente tranquila y que, según explican a EL ESPAÑOL, denotaba seguridad.
"Más que lo que hay, hay que plantear lo que no hay", puntualiza a este periódico Sonia El Hakim, presidenta de la Asociación Española de la Comunicación No Verbal, tras analizar el comportamiento no verbal de Daniel Sancho, cuando recreaba los hechos a las autoridades tailandesas y más tarde, a punto de ingresar en la cárcel de Koh Samui.
Sonia El Hakim señala que en el caso de Daniel Sancho "no hay tristeza, por ninguna parte, ni arrepentimiento". Y explica: "El arrepentimiento es una emoción secundaria que deriva de la tristeza y que además, implica una ira autodirigida hacia la propia persona porque sabe que ha transgredido una norma o que ha hecho algo que está mal".
La experta llega a esta conclusión tras analizar su forma de caminar, su postura, su mirada y la manera en la que se expresó ante las autoridades y periodistas. "No vemos ninguna señal no verbal que nos esté indicando ni tristeza ni arrepentimiento. De hecho, cuando caminaba con los policías a su lado mantenía una postura erguida", comenta la especialista.
En todo momento, su rostro era serio, pero insiste la experta, "no hay tristeza de ningún tipo". Uno de los detalles más reveladores, dice, lo aporta su forma de caminar. "Muy seguro, con un paso firme, un poco de zancada y oscilaba los brazos a pesar de que llevaba las esposas debajo de la toalla", explica.
La manera en la que caminaba el hijo de Rodolfo Sancho antes de ingresar en la prisión de Koh Samui era la de una persona "que está segura de sí misma". Comenta El Hakim que "no coincide con el estado depresivo de una persona, que sería lo normal en quien acaba de cometer algo de lo que se arrepiente".
Uno de los gestos que más ha llamado la atención de Daniel Sancho es que ocultaba sus manos esposadas debajo de una toalla. Sobre ello, la experta consultada por este periódico explica: "Estaba pendiente de la imagen que proyectaba, a pesar de lo fuerte de la situación. Las personas que estaban alrededor de él ya sabían que llevaba las esposas, pero las ocultaba por las cámaras que le estaban grabando".
Sonia El Hakim insiste en que a Daniel Sancho "le importa su imagen", un detalle que considera bastante interesante, "puesto que estamos hablando de una persona que acaba de declararse culpable por haber asesinado y descuartizado a otro".
La mirada del joven también es un indicativo de que a pesar de la gravedad de la situación, se mantiene seguro. "No se proyectaba hacia abajo, que sería síntoma de tristeza. Él miraba hacia adelante y con la rotundidad de que está seguro de sí mismo", comenta la presidenta de la Asociación Española de la Comunicación No Verbal.
De Daniel Sancho también se pueden analizar sus palabras. En un momento dado se le escuchó decir en inglés "lo siento", un gesto que Sonia El Hakim interpreta como "voluntario". "No es espontáneo ni nace de la verdadera emoción. La palabra es voluntaria, siempre", detalla la experta, quien también pone el foco en la declaración que el hijo de Rodolfo Sancho daba a una periodista de Telecinco horas antes de que entrara en prisión. "Tenía una voz serena y tranquila. La conversación estaba enfocada en él mismo, en lo bien que le trataban y en lo lujoso que era el restaurante en el que estaba cenando con la Policía. Hay un desapego emocional respecto a la víctima y al hecho de haberle quitado la vida".
La conducta previa al asesinato de Edwin Arrieta también conviene estudiarse. Sin embargo, Sonia El Hakim deja claro que es un detalle en el que no se puede profundizar desde la comunicación no verbal, ya que Daniel Sancho podría presentar alguna psicopatía que debe ser "analizada y probada por un médico". La experta únicamente expone que, según los hechos, "la planificación del delito no surge de forma espontánea" y que el hijo de Rodolfo Sancho lo habría planeado "con antelación". "Vemos determinados elementos en toda la historia que un psiquiatra debería evaluar", concluye.
Desde el pasado lunes, 7 de agosto, Daniel Sancho se encuentra en prisión provisional en Koh Samui. El hijo de Rodolfo Sancho se ha declarado culpable de asesinar a Edwin Arrieta, cuyo cadáver apareció descuartizado en un vertedero de Koh Phangan.