El pasado viernes, 18 de agosto de 2023, mientras su expareja, Nacho Palau (50 años), reaparecía en televisión en prime time para hablar de las vacaciones que había pasado la familia al completo en Mallorca, Miguel Bosé (67) vivía uno de los momentos más angustiosos, difíciles y tensos de su vida en México. Un grupo de 10 asaltantes irrumpía por sorpresa en su, hasta ahora, blindado domicilio.
En el interior de la mansión -situada en el fraccionamiento Rancho San Francisco, en la colonia San Bartolo Ameyalco de la alcaldía Álvaro Obregón, en Ciudad de México-, se encontraban el cantante, dos de sus hijos, Diego y Tadeo (11), el personal de servicio y algún miembro de su seguridad.
Los ladrones consiguieron burlar una de las urbanizaciones más protegidas de la ciudad. El susto fue de órdago, como narró Miguel en su Instagram. Los maniataron y se llevaron joyas, dinero en metálico y un vehículo conducido por el chófer de Bosé, rehén de los atracadores.
Hasta el cierre de este artículo, el cantante de Amante Bandido no ha interpuesto denuncia alguna, pese a que la Fiscalía de la Ciudad de México investiga el asalto. EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con el entorno de Nacho Palau y conoce detalles clave.
Miguel Bosé está "tranquilo" y "prudente", se desliza. También sus hijos, más allá del susto, están bien. Se confirma que Nacho se enteró en la mañana del pasado lunes, día 21 de agosto, cuando varios periodistas lo llamaron a primera hora. Alarmado, el escultor contactó, acto seguido, con el cantante. La comunicación, según sostienen a EL ESPAÑOL, tardó en producirse por la diferencia horaria.
Cuando, por fin, fue posible, Bosé tranquilizó a su expareja y Nacho -en compañía de Ivo y Telmo (11)- pudo charlar y ver a sus otros hijos, los que viven con Miguel allende los mares. Los cuatro hermanos han contactado. Se hace constar que a los vástagos que viven en Chelva con Palau se les informó "muy por encima".
Miguel Bosé no hubiera informado públicamente de este altercado en su casa de no ser por el hecho de que el presentador mexicano Gustavo Adolfo Infante diera la voz de alarma, apostillan.
Prueba de que desde su ánimo siempre ha estado mantener la calma y normalidad es que horas después del suceso, el hijo de Lucía Bosé reaparecía en redes con la siguiente y reveladora frase: "Esta mañana me desperté definitivamente convertido en un lobo plateado".
El intérprete podría hacer referencia a ese lobo plateado como una metáfora para explicar cómo protegió y encubrió a sus hijos en pleno peligro. En otro orden de cosas, en la interviú televisiva que realizó Nacho Palau en el programa de Telecinco La última noche, el pasado viernes, el valenciano se mostró ilusionado y emocionado a partes iguales por que la familia al completo -él, Miguel y los cuatro "nanos", como los llama él- se hubiera visto en Mallorca.
"El reencuentro ha sido fenomenal, juntar a la familia siempre es bueno, para los niños vernos juntos ha sido maravilloso, otra cosa es cómo se mantenga luego", dejo Nacho.
En un momento dado, hasta se planteó en el plató una posible reconciliación entre la pareja. Palau, entre risas, replicó: "Nunca se puede decir de esta agua no beberé, con el tema de la enfermedad ha habido un acercamiento. Cuando ves que te puedes ir al otro barrio, la forma de pensar cambia".
¿Y Miguel Bosé? ¿Cómo ve el cantante la opción de un hipotético retorno amoroso con el escultor? Ni se lo plantea. "Esa puerta se cerró", cuenta a este medio una persona que lo ha tanteado al respecto en alguna ocasión. Para Miguel, Palau es un hombre importante, capital en su vida, cuando no el más, pero en el terreno sentimental no hay vuelta.
El comunicado de Miguel
Tras el brutal asalto a su casa, Bosé rompía su silencio a través de unas redes sociales con un contundente comunicado: "Queridos amigos, el viernes por la noche, un comando de diez sujetos armados irrumpió en mi domicilio. Nos asaltaron. Tuvieron atados a mis hijos, al personal de la casa y a mí durante más de dos horas. Se llevaron todo, el coche incluido. Todo muy estudiado y milimetrado. Para resumirlo, estamos todos bien. Mis hijos se portaron como dos valientes. Admirables. Fue todo muy tenso, delicado y desagradable".
Añadía: "Esta es la única versión a la que debéis atender. Se están diciendo cosas que no son ciertas, como habitualmente a algunos les gusta. Gracias a todos por el apoyo y la preocupación constante demostrada, pero quedad tranquilos. A mis vecinos de urbanización, los primeros en llegar, mil gracias de corazón".
Por último, el autor de Morena Mía dejaba claro un extremo importante para él, en referencia a aquellos que "tanto especulan" sobre lo ocurrido. "No voy a abandonar México, siento mucho decepcionarles. Aquí estoy y aquí me quedaré para hacer frente a lo que sea, en el país más hospitalario del planeta", sentenció.