Nadie se libra de la mano astuta de un ladrón. Ni siquiera los famosos. Ya no basta con tener ciertas precauciones: este tipo de actos se lleva a cabo cuando menos te lo esperas. Se acaba de ver con Carlos Sainz (29 años): este domingo, el piloto de Ferrari era víctima de un intento de robo de su reloj cuando salía de un hotel en Milán.
Intento, porque el desenlace ha sido favorable de milagro. Carlos Sainz portaba un Richard Mille valorado en 300.000 euros. Después de una carrera en Monza, el piloto fue atacado por un par de personas a la salida del hotel Armani de esta ciudad al norte de Italia. Eran las 20:30 horas aproximadamente en la capital de Lombardía y unos ladrones trataron de arrebatarle este caro objeto.
Tanto el famoso piloto como su guardaespaldas y algunos de sus seguidores vieron lo que sucedía y persiguieron a los ladrones. Les consiguieron atrapar y paralizarles hasta que llegó la Policía. Las fuerzas de seguridad detuvieron a dos sospechosos. El ejemplar era un Richard Mille RM 67-02 Automatic, valorado en 300.000 euros debido a sus materiales y a la conjunción de tecnología y diseño, tal y como se ha hecho público posteriormente.
El susto de Carlos Sainz no es, sin embargo, el único que sufre un ciudadano español dentro o fuera del país. Hace unos días, el cantante Miguel Bosé (67) denunció ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México el robo que sufrió el pasado mes de agosto. Le ocurrió en la capital del país centroamericano. Según relató, fue retenido por "un comando de 10 sujetos armados".
Bosé lo consideró un suceso "muy estudiado y milimetrado". Y tuvo lugar con sus dos hijos dentro de la casa. "Nos asaltaron, nos tuvieron atados a mis hijos, al personal de la casa y a mí durante más de dos horas". En esta misma urbe reportó algo similar la actriz Mónica Pont (52). Instalada en esas latitudes desde hace tres años, estaba con su hijo, Javier Sagrera, en el Caribe. Al volver a Ciudad de México, bajaron de un taxi desde el aeropuerto con sus maletas y se dispusieron a coger el ascensor.
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Una vez dentro y con la puerta a punto de cerrarse, un hombre puso el pie en la puerta para impedir que se cerrara. El individuo llevaba una pistola y enseguida encañonó al hijo de Mónica Pont en el costado y les dijo que le diesen los relojes que llevaban, dos Rolex valorados en más de 20.000 euros cada ejemplar. Y sin dar detalles, María del Monte reveló que había sido asaltada en su casa de Sevilla.
También móviles al descuido
De naturaleza parecida es el que le dieron a Robert Lewandowski (35). El jugador del FC Barcelona vivió hace poco más de un año un acontecimiento de la misma naturaleza: le pasó en la Ciutat Esportiva del club. Y la situación llegó a ser surrealista: mientras firmaba autógrafos a los aficionados que se habían acercado a la entrada del complejo, tres individuos le robaron un reloj valorado en unos 75.000 euros.
La diferencia fue que Lewandowski no pudo alcanzarles, como hizo el piloto español. Mientras contentaba a los hinchas desde el coche, los ladrones le abrieron la puerta del copiloto y trataron de cogerle objetos como el reloj y el móvil. Agarraron ambos dispositivos, y aunque el jugador fue detrás con el coche, se chocó con un bordillo y no pudo recuperar su accesorio hasta que llegaron los Mossos d'Esquadra.
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Y lo mismo puede contar, aproximadamente, el tenista profesional Grigor Dimitrov (32). A unos días del comienzo de la 70ª edición del Trofeo Conde de Godó, el pasado mes de abril. Al deportista lo atacaron en plena avenida de Sarrià, en Barcelona. Se dirigía a su coche después de entrenar cuando los delincuentes le cerraron el retrovisor del vehículo. De esta manera, lo obligaron a sacar la mano por la ventanilla, momento que aprovecharon para quitarle el reloj de la muñeca para huir después en motocicleta.
Según se contó después, los ladrones siguieron a Dimitrov hasta que llegó a su coche y cayó en la trampa. Los autores del robo iban montados en moto y le arrancaron el reloj de marca Blanchet, valorado en 70.000 euros. El tenista acudió momentos después a la comisaría más cercana de los Mossos d'Esquadra donde presentó la correspondiente denuncia. En este caso, sin embargo, los agentes no pudieron reconocer a los ladrones tras la huida ni se recuperó el objeto.
Pero no se queda ahí: a Íñigo Onieva, marido de Tamara Falcó después de un intenso culebrón previo a la boda, trataron de arrebatarle el reloj que llevaba. Era un regalo de Isabel Preysler. Según contó a El programa de Ana Rosa, el empresario se encontraba de compras por el barrio de Salamanca cuando se topó con un escenario que no se habría imaginado jamás. Su tranquilidad se quebrantó cuando vio a un motorista que le llamó especialmente la atención: pensaba que era un paparazi, pero no llevaba cámara de fotos.
Así pues, pendiente del reloj Patek Philippe que lucía en su muñeca, valorado en unos 51.000 euros, Onieva se metió en una tienda. Desde allí, llamó a un amigo policía, que le aconsejó esperar a que el motorista se marchara y quitarse el reloj antes de salir. Al final, hizo lo que le advirtieron y no tuvo ningún altercado.
Más robos, esta vez domésticos
Otros no pueden decir lo mismo. Entre futbolistas la amenaza es constante y el objetivo es mayor. Más de una vez ha saltado a las noticias el intento de robo en los propios domicilios. Uno de los más sonados fue el de Gerard Piqué (36). En 2018, varios ladrones profesionales y perfectamente organizados entraron en la casa del central y de Shakira (46) en Esplugues de Llobregat.
Los hechos sucedieron sin violencia y sin destrozos porque la familia no se encontraba en esos momentos en casa: ella estaba de gira y el jugador concentrado con la Selección. Los ladrones aprovecharon una fuerte tormenta para no ser escuchados y se llevaron objetos de valor como joyas y relojes. A Karim Benzema (35) le ha pasado en varias ocasiones.
En febrero de 2019, mientras disputaba un Clásico frente al Barcelona en el Bernabéu, su casa fue objeto de un "robo con violencia" y las autoridades señalaron a un alto cargo del gobierno de Albania como presunto culpable de la operación. A principios de 2022 llegaría el segundo, con un grupo de asaltantes que supuestamente entró a través de su jardín aprovechando que estaba jugando contra el Elche.
Hasta a Cristiano Ronaldo (38) le ha pasado. En 2020, unos ladrones entraron por el garaje en la vivienda que el luso tiene en Funchal, en Madeira. En todo momento las autoridades tuvieron la hipótesis de que el ladrón era gente conocida por la familia. Entre lo que se llevaron destacó una camiseta de la Juventus firmada por el jugador.