Rodolfo Sancho (48 años) dice adiós -o por lo menos hasta luego- a Tailandia después de aterrizar en el país asiático el pasado 3 de septiembre para visitar a su hijo, Daniel Sancho (29), que se encuentra en la prisión de Koh Samui por presuntamente asesinar y descuartizar a Edwin Arrieta.
El actor ha asegurado este sábado que se marcha "tranquilo", lanzando así el último mensaje antes de abandonar el territorio. "Estoy gratamente sorprendido, me he quedado muy tranquilo. Daniel está muy bien cuidado por gente tremendamente amable, que es lo que me he dado cuenta que es la gente en este país" explicaba a EFE Sancho, aún en Bangkok, antes de poner rumbo a España.
El hijo de Sancho Gracia -conocido por dar cara a Curro Jiménez- subrayaba que llegó a pensar que sólo podría ver durante unos pocos minutos a Daniel, pero sucedió lo contrario. "Parecían que iban a ser unos horarios muy férreos, que cuando se acabara ese tiempo me iban a echar. Y para nada. Me han dejado estar mucho más tiempo con Daniel del que estaba previsto y estipulado".
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Ha contado, además, que en ningún momento se ha sentido "vigilado" por los agentes del centro penitenciario durante las reuniones y que "han entendido que son conversaciones íntimas entre padre e hijo, también con los abogados, y han sido totalmente respetuosos". Así, Rodolfo se despide, por el momento, de su hijo y regresa a su casa de Fuerteventura junto a su pareja, Xenia Tostado, y su hija pequeña, Jimena.
Daniel Sancho ingresó en la cárcel de la isla tailandesa el pasado 7 de agosto. Su madre, Silvia Bronchalo (48), pisaba suelo tailandés a mediados de ese mismo mes para acompañar a su hijo y conocer los motivos que llevaron a su hijo a cometer el crimen que sigue generando gran interés público.
Rodolfo, por el contrario, llegaba al país un mes después de su detención. Él acudía a la cárcel el pasado miércoles. Han sido tres visitas de una hora y media cada una en las que padre e hijo han mantenido diversas conversaciones que se desconocen.
El primer día, el actor rompía su silencio y hablaba por primera vez ante las cámaras: "Creen que estoy tirado por los suelos, pero ése no soy yo. Hay dos formas de tomarse cuando vienen las cosas en la vida, como una desgracia o como un reto, creo que he dicho suficiente. No van a conseguir lágrimas de mí".
Un día después se retractaba y cambiaba de actitud, pidiendo disculpas: "Como os imagináis ayer salí de un momento complicado ahí dentro. La imagen que di fue quizás muy dura, quizás prepotente", reconocía. "Siempre he tenido una sonrisa con la prensa. Ha sido un mecanismo que uso para sentirme firme, para sentirme fuerte y para ayudar a mi hijo".
El viernes, última visita, se negaba a declarar. Sin embargo, el abogado de la familia Sancho, Marcos García Montes, sí que atendía a los medios: "Daniel Sancho es inocente hasta que se demuestre lo contrario", sostenía.
Antes de irse, Rodolfo ha querido entregar a su hijo un regalo para hacerle la vida un poco más amena en el interior del centro penitenciario: una bolsa con "dulces típicos tailandeses".
El joven chef confesaba el asesinato el pasado 5 de agosto ante la policía tailandesa, delito que sucedió tres días antes en la isla vecina, Koh Phanghan. Ahora, Daniel permanece en prisión provisional a la espera de que comience el juicio.
Por otro lado, la familia de la víctima, acaba de prescindir de los servicios de su anterior abogado, Miguel González Sánchez, y ha contratado a una nueva letrada, Adriana Behaine, para potenciar la acusación contra Sancho.