A punto de cumplirse dos meses, el asesinato de Daniel Sancho (29 años) a Edwin Arrieta sigue ofreciendo detalles. El hijo del actor Rodolfo Sancho (48) confesó el descuartizamiento de este cirujano plástico colombiano en la isla tailandesa de Koh Phangan. Ocurrió a principios de agosto. Desde entonces se han ido recavando nuevos testimonios.
Ya se han pronunciado, de momento, su padre Rodolfo, su abogado o algún amigo cercano. Y el protagonista, que fue detenido a las pocas horas de haber cometido el crimen, no solo cumple condena, sino que relató cómo acometió el crimen. El joven enumeró lo que sucedió en ese enclave tailandés.
Declarándose culpable de los hechos, el joven chef se defendió asegurando sentirse víctima de un acoso por parte Arrieta: "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho", explicó en su primera declaración ante la policía tailandesa.
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Las cosas no se quedaron ahí. Por las televisiones de medio mundo circularon las imágenes de Daniel Sancho acompañado, recapitulando minuto a minuto en la habitación y la playa. Desde Colombia, tierra de Edwin, la familia pedía la pena correspondiente por este atroz suceso. Desde España, se contemplaban las opciones del asesino y se aguardaban las reacciones de la familia.
Mientras, Sancho está en prisión a la espera de una resolución. Se puede pedir incluso pena de muerte, en vigor en el país asiático. Pero cada día se produce una noticia. Hace unas horas se conoció la existencia de una carta que Rodolfo Sancho habría mandado a la familia de Edwin Arrieta. En un programa dedicado al caso de Equipo de investigación, en La Sexta, se hablaba con gente cercana al cirujano en su tierra.
Y ahora ha llegado un giro inesperado desde el otro lado del Océano. Este lunes por la tarde, salió a la luz el testimonio de un joven que, anteriormente, había denunciado al colombiano por acoso. "Conocí a Edwin en un bar. Él se arrimó a ofrecerme un trago y el cual yo le dije que no. Me empiezo a asustar cuando él exagera en las llamadas. Cuando no empieza a entender que es un no, que yo realmente no quería ser ni su amigo, ni quería nada con él", apunta.
"Desde el primer día mostró interés sentimental en mí y ha hecho todo lo posible por estar conmigo. Me asusté cuando comenzó a elevar el número de llamadas. Llegó a llamarme hasta 143 veces al día", ha relatado este sujeto en una entrevista de Y ahora Sonsoles, programa de Antena 3. "El número lo tengo muy grabado en mi cabeza porque hubo un día que me llamó 143 veces. Me chantajeaba. Chantajeaba con hablar con mi familia, con que me iban a pasar cosas, con que me iba a mandar a personas, que tenía personas siguiéndome...", añadía.
Según su relato, expresado bajo el anonimato, con la imagen oscurecida para no ser reconocido, todo aconteció en 2005, cuando este joven tenía 25 años. A partir de entonces empezó su pesadilla. "Comenzó a chantajearme con matarme, con hacer daño a mi familia, montar un escándalo en mi trabajo… Tenía una obsesión", narraba.
Lo más rompedor de la entrevista, que se verá íntegra durante los próximos días, es cuando el joven asegura sentirse identificado con Daniel Sancho: "En mi mano tengo una cicatriz de una mordedura que él me hizo en una de sus agresiones. Realmente, yo me sentí identificado con Daniel cuando vi la noticia. O él me hubiese matado, o yo le hubiese matado".