Amaia Romero (24 años) se convirtió en 2017 en la cantante revelación del momento, tras su éxito en Operación Triunfo. Su naturalidad y frescura cautivó a la audiencia del programa musical, del que salieron artistas de la talla de Aitana (24) y Lola Índigo (31). En el concurso, la pamplonesa comenzó, además, una historia de amor junto a Alfred García (26), con el que, además, participó en Eurovisión.
Desde entonces, la artista, fiel a su esencia, ha decidido llevar una carrera musical alejada de los grandes focos y de lograr grandes éxitos comerciales. Sin embargo, a pesar de mantenerse en un segundo plano de la industria musical, Amaia mantiene una gran legión de fans que acuden a cada uno de sus conciertos y siguen sus distintas apariciones en televisión.
La última, este martes en Late Xou, el formato de entrevistas nocturno de La 2 conducido por Marc Giró (49). La artista navarra acudió al programa junto a Macarena García (35) para presentar La Mesías, la nueva serie de Los Javis cuyos dos primeros episodios se estrenaron el pasado 11 de octubre en Movistar Plus+ y en la que la joven participa.
Durante el late night, la cantante sorprendió tanto a su compañera de reparto como al presentador con una inesperada habilidad: adivinar tipos de peces solo mirando sus ojos. Un rape, una lubina, un besugo... Amaia se mostró casi infalible a la hora de acertar el tipo de pez solo con ver una fotografía.
"Esto es paranormal total, ¿eres oculista?", preguntó Giró a la cantante. La pamplonesa explicó que ese "don especial" viene porque de pequeña se comía los ojos de los pescados.
La misofonía, "un problema grande"
Esta no fue la única peculiaridad que Amaia reveló esa noche. La artista también sorprendió al confesar que padecía una fobia conocida como misofonía. "Desde pequeña a mí me han dado mucha rabia según qué sonidos y conforme me voy haciendo mayor me afectan todavía más", contó.
La misofonía es una alteración neurológica que consiste en una alta sensibilidad a sonidos concretos que no depende de su volumen ni de sus características. Debido a un problema del sistema nervioso, estos sonidos pueden desencadenar en el paciente problemas de ansiedad.
Los sonidos que generan misofonía pueden ser tan cotidianos como el que se produce al comer o sorber. Algunos de los más comunes son el llanto de los bebés, ronquidos, ruidos producidos por animales, lugares concurridos con muchas voces a la vez, sonidos del ambiente como llamadas de teléfono… "El sonido de masticar, el de una bolsa de plástico abriéndose en un tren… No lo puedo aguantar. Es como una rabia hacia la persona... ", relató Amaia en la entrevista.
Precisamente por esto, los cines son un lugar comprometido para la artista, quien contó una anécdota de su infancia: "Cuando fui a ver La bella y la bestia al cine lloré porque no estaba pudiendo ver la película por los sonidos, el masticar de las palomitas, las toses...". "Tengo un problema grande", terminaba confesando con gesto serio la intérprete de temas como El encuentro o Sexo en la playa.