El mundo de la televisión y el show business está más que saturado de famosas que nada más dar el salto -a veces efímero- al papel couché y la pequeña pantalla contratan a un representante, el cual gestiona todos sus contratos. Se trata de profesionales que, casi siempre, están a la sombra del artista o del personaje popular de turno, detrás de las cámaras y los focos. No obstante, siempre hay excepciones.
Existen ocasiones en que el mánager es igual o incluso más célebre que el personaje. Es el caso de la colaboradora de televisión Belén Esteban (49 años), y el que fue su agente y custodio laboral durante 10 años, Toño Sanchís (50). En los concursos en que participó y en las entrevistas exclusivas, en papel o audiovisual, que realizó Esteban ahí estaba él, Toño.
Su fiel escudero, su hombre de confianza, en el que depositó todo: el afecto, las decisiones laborales de su vida y la gestación de sus contratos. Sanchís lo era todo para Belén. Sin embargo, en 2015 todo cambió entre ellos: la de Paracuellos del Jarama empezó a sospechar que su entonces representante no era del todo legal con la gestión de sus asuntos.
Se puso entonces en manos de sus abogados para tratar de descubrir si Toño Sanchís había actuado de forma inadecuada con los ingresos que había ido generando. Esteban solicitó una auditoría para salir de dudas y todo se quebró entre ellos. Fueron a juicio y lo ganó Belén. Poco a poco, Toño empezó a desaparecer de la televisión y de los medios de comunicación. Optó por un segundo y discreto plano.
Ahora bien, ¿qué ha sido de Toño Sanchís? ¿A qué se dedica en la actualidad? Para conocer a fondo esta historia, hay que remontarse a la era del Toño antes de Belén Esteban. Empezó en el mundo del espectáculo siendo miembro de un grupo de música. Después formó parte de Los Inhumanos y La banda del Capitán Canalla. La música era su gran pasión y adquirió con ella cierto prestigio.
No obstante, el show business llegó a su vida al postularse como representante de una ya asentada celebridad entonces: Belén Esteban. Tras adquirir fama por ser representante de Belén desde 2007, fundó Lorant, una empresa de representación artística. Representada y representante se dieron la mano en la época más boyante y dorada de la denominada princesa del pueblo.
Toño era familia para Belén y viceversa. En 2015, Belén Esteban se enrola en una aventura que le cambiaría la vida para siempre. Concursa en el reality show Gran Hermano VIP. Gana el concurso y se embolsa los 100.000 euros. Eso sí, decide donarlos a diversas ONGs. Ahí comenzaron los problemas entre Belén y Toño, cuando éste último se reviró al reclamar su tanto por ciento de GH VIP como representante.
Algo se torció para siempre. Esteban comenzó a poner en orden sus cuentas e ingresos y se percató de bastantes anomalías. Vio que hubo cachés que no percibió como debería, como en el caso de su participación en Más que baile, por ejemplo. También puso el foco en otro tipo de eventos, como el terremoto de Lorca, para el que el representante habría abierto una cuenta en nombre de Belén a fin de que la gente donara dinero y poder así ayudar a los afectados.
La televisiva aseguró entonces que Sanchís usó ese dinero recaudado para gastos personales. Esteban sostuvo que Toño no se llevaba el 20 por ciento estipulado, sino mucho más. Tras realizar las pertinentes estimaciones durante varios e intensos meses, los asesores de Belén Esteban cifraron en casi medio millón de euros el dinero que Toño Sanchís y su empresa de representación deberían haberle ingresado por sus diversos trabajos.
Después de que Sanchís le transfiriera 372.000 euros en concepto de "pagos atrasados" con los que, indirectamente, reconocía el desajuste económico en la gestión hacia su representada, la colaboradora de Telecinco llevó adelante su batalla en los juzgados. Paralelamente a los tribunales, Belén hizo su particular justicia en los platós de televisión a golpe de entrevistas en la versión Deluxe del extinto Sálvame.
Frases como "Toño quiso vender mi muerte" y "pá-ga-me" se convirtieron en todo un emblema televisivo y conformaron el mayor ataque de Belén contra el que fue su representante. Según confirmó la Justicia, se apropió ilegítimamente durante años de más del 30 por ciento de los beneficios de su representada.
Sanchís fue acusado de llevarse el dinero de 10 de las 15 galas de Mira quién baila y de embolsarse una cantidad de 11.000 euros de un evento en Valencia que supuestamente era solidario, entre otras irregularidades.
En medio de la contienda, Toño puso como aval el domicilio conyugal. Al perder la batalla, cuatro años después de la lucha Sanchís tuvo que abandonar la casa donde residía junto a su familia en Villanueva del Pardillo y que compró Belén Esteban en una subasta judicial.
El 5 de marzo de 2020, la Guardia Civil procedía al desahucio del exrepresentante de Belén Esteban, dado que se agotaba el plazo límite para abandonar el inmueble. Toño Sanchís salía del domicilio a primera hora de la mañana con rostro serio, aparentemente tranquilo y dejando la llave en la cerradura.
Cabe puntualizar en este punto que, a nivel familiar, Toño Sanchís se casó en 2014 con su razón de amor, Lorena Romero. Juntos han traído al mundo a cuatro hijos. Precisamente, fue durante el desahucio de su casa cuando la mujer de Toño emprendió acciones legales por intromisión ilegítima en el honor, la intimidad personal y la propia imagen de la familia. Alegó Lorena Romero que se grabó a sus hijos y a ella misma abandonando la casa, sin su consentimiento.
Toño demandó a la cadena y Mediaset se vio obligada a pagar una indemnización de 162.000 euros a Lorena Romero, la mujer de Toño. Romero decidió emprender acciones legales no sólo por la emisión de las imágenes, en las que iba acompañada de los hijos menores de la pareja, sino también por los comentarios que acompañaban a las imágenes, que según el juez "han supuesto un grave daño moral en su persona y en su familia".
Tras aquel duro bache, Toño perdió, supuestamente, gran parte de su cartera de representados y no tuvo más remedio que rehacer su vida y reinventarse. Hoy, intenta retomar su carrera como cantante con Los inhumanos, el grupo con el que triunfó en el pasado. Eso sí, continúa con su perfil de mánager.
También se ha convertido en azote de Mediaset a través de sus redes sociales. En su cuenta de Twitter es habitual ver mensajes resaltando las victorias de Antena 3 en audiencias. No sólo esto: Toño parece haberse unido a la causa de Antonio David Flores (47) tras su despido de Sálvame, y comparte sus vídeos y críticas hacia el programa que lo despidió tras el huracán de Rocío Carrasco (46).
En la actualidad, Toño continúa debiéndole dinero a Belén Esteban. Así lo aseguró ella misma en 2022: "Me debe todavía 400.000 euros, se da la vida padre en barcos en Palma de Mallorca. Y la justicia no le puede pillar". Una de las últimas salidas públicas de Toño Sanchís fue en la premiére de Maribañez, el peor equipo del mundo, el nuevo programa de Cuatro con Cristóbal Soria como protagonista.
Una rentrée mediática que no sería baladí, pues, tal y como se puede comprobar en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, Toño es uno de los responsables de Loveo Audiovisual, empresa que ejerce como productora ejecutiva de Maribáñez. El peor equipo del mundo.
De acuerdo a las fotografías que se pueden ver en su Instagram, Sanchís está consagrado al deporte en su tiempo libre. En su último post, apunta mientras boxea: "La vida es una pelea constante". Una reflexión que bien podría ser el sino de su vida. "Mi prioridad es mi familia, mánager y colaborador de televisión", reza su biografía.