Luis Alfonso, el padre de Irene Villa (45 años), ingresó en el Hospital Central de La Defensa Gómez Ulla, en Madrid, a causa de una pancreatitis biliar aguda, el pasado 22 de diciembre. Ahora, un mes después, todo apunta a que, por fin, va viendo la luz al final del túnel: se acerca la fecha de su alta hospitalaria.
Durante estos últimos días, la periodista ha tenido que enfrentarse al delicado golpe de salud de su progenitor que azotó a la familia a finales de 2023. Tal y como Irene Villa confesó a EL ESPAÑOL el pasado 25 de diciembre, "empezó con problemas respiratorios, le bajaron a la UCI para entubarle y estaba sedado". Despertó ese mismo día de Navidad.
Desde entonces, ni Irene ni sus seres queridos han perdido la esperanza y han luchado incansablemente para que Luis se recupere. Este periódico se ha vuelto a poner en contacto con la escritora para conocer de primera mano el actual estado de salud de su progenitor.
Tal y como Irene desvela a este medio, Luis Alfonso "sigue recuperándose" ya que ha tenido que hacerle frente a un bache de salud "muy serio". El proceso es "lento". Todavía le hacen "drenajes" y "le siguen quitando piedras" del páncreas, se lamenta. Una situación compleja para Luis, que cuenta con el apoyo incondicional de su círculo más íntimo.
Este pasado lunes, 29 de enero, a Villa padre le han hecho una Tomografía Axial Computarizada (TAC) para comprobar cómo avanza su inflamación y "cómo va todo por dentro", avanza Irene. Habrá que esperar a los resultados para saber con certeza el curso de su recuperación.
Aunque su mejoría va poco a poco, su alta hospitalaria está más cerca que nunca. "Quizá en 10 días se vaya a casa", asegura Villa a este diario. Pese a que ella considera que su padre "se irá con menos calidad de vida", sostiene que lo hará "con muchas ganas" y con "mucha fortaleza para volver a estar como antes".
Su familia
Mientras Irene se encuentra inmersa en esta dura batalla, también está centrada en la crianza de sus tres hijos, Carlos Andrés (9), Pablo Gael (8) y Eric Adriano (7), fruto de su anterior relación con Juan Pablo Lauro (41) -ahora futuro marido de Nuria Fergó (44)- y ultimando los detalles de su boda junto al deportista y coach David Serrato.
Durante Las Top 100 Mujeres Líderes de España, la gala promovida por Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL, organizada este pasado 28 de enero en el Teatro Real de Madrid, Irene también confesó cuál es el deseo que le pide a su padre.
"Papi, que no es tu hora, todavía no, que el cielo le puede esperar", comentaba Villa en el photocall previo al evento. "Tiene que venir a un acontecimiento tan importante como la comunión de mi sobrina, que es este año también, y a nuestra boda". Asimismo, reconocía que los médicos le han subrayado que su padre "ha tenido mucha suerte", que "no se puede quejar y que hay que tener "mucha paciencia".
En este momento agridulce para Irene, ha recalcado que lo más importante en este momento son sus pequeños y que uno de sus grandes consuelos es que ellos estén encantados con el futuro marido de su madre: "Prefieren dormir con él que conmigo, que se van a sus brazos antes que a los míos", añadía entre risas. "Los hijos están siempre en el centro y es lo más importante, eso David lo sabe, son mi vida. David me pidió matrimonio un poco por eso", sentenciaba.