Sandra Ibarra ejerce de madrina de la Exhibición de Enganches de la Feria de Abril: el orgullo de su pareja

La emoción de Sandra Ibarra (50 años) ha sido más que palpable este domingo, 14 de abril, en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, donde se ha celebrado la nueva edición de la Exhibición de Enganches, en el marco de la Feria de Abril. Ibarra, todo un referente incuestionable en la solidaridad frente al cáncer en España y parte de América Latina, ha ejercido de orgullosa madrina. 

La pareja del periodista Juan Ramón Lucas (65) ya mostró una tremenda felicidad hace unos días, cuando el Real Club de Enganches de Andalucía le anunció su nombramiento.

"Es un honor que hayan pensado en mí para un día tan especial, y más sin ser andaluza. Me hace muchísima ilusión", señaló Ibarra, quien confesó que siempre ha tenido una especial cercanía con Sevilla y Andalucía. No en vano, durante años se ha declarado una enamorada de la Feria y del Rocío.

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Sandra Ibarra, en dos momentos de su gran día en Sevilla. Gtres

Para la ocasión, y como marca la tradición, Sandra Ibarra ha llegado subida en un coche de caballos, desde donde ha saludado a todos los presentes, como hicieron sus predecesoras en ediciones anteriores. En cuanto al estilismo, Sandra ha cumplido con el estricto protocolo de este magno evento.

La empresaria, y presidenta de la asociación que lleva su nombre, ha escogido un vestido, en color naranja, de manga abullonada y, en la parte inferior, una falda con relieve. Todo ello, combinado con una peineta, una majestuosa mantilla beige y un mantón de Manila. 

Juan Ramón Lucas grabando a su mujer, este domingo, día 14, en Sevilla. Gtres

En cuanto a los complementos, se ha inclinado por un básico y elegante salón de tacón beige, a juego con su bolso de mano y la tonalidad de sus pendientes y colgante de perlas. En todo momento, a su lado, arropándola en su gran día en Sevilla, ha estado su pareja, Juan Ramón, quien ha dejado claro su gran orgullo al grabar a su mujer con el teléfono móvil. 

Este nombramiento como madrina, además, le ha servido a Ibarra para continuar, infatigable, luchando por la concienciación en torno al cáncer, "que es la pandemia de nuestro siglo y en la que se debería poner más el foco, pues es una cuestión de salud global. Los datos son que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres va a tener cáncer y ya toca que se invierta en investigación", aseguró hace unos días en ¡HOLA!

Este domingo, en la Exhibición de Enganches, ha estado muy presente la Fundación Sandra Ibarra, como ella misma ha pretendido. Con ella, la empresaria desea "celebrar la vida, y ensancharla, como dice un amigo mío, ya que no podemos alargarla, pero sí ensancharla y momentos como este de la Exhibición ensanchan la vida de las personas que, por desgracia, no pueden alargarla mucho más tiempo". 

Enfermedad y amor 

Sandra Ibarra es todo un referente en la lucha contra el cáncer. Modelo de profesión, a los 20 años le diagnosticaron una leucemia que logró superar hasta en dos ocasiones. Desde entonces, Ibarra ha luchado contra esta enfermedad como presidenta de la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer.

Juan Ramón Lucas junto a su pareja, Sandra Ibarra, este domingo, en Sevilla. Gtres

Es autora de dos libros en los que ahonda en la búsqueda de la felicidad: Las cuentas de la felicidad: Hay vida durante el cáncer y Hablemos sobre la felicidad, obra coescrita con su pareja, el periodista Juan Ramón Lucas.

En otro orden de cosas, este año 2024 es muy especial para Sandra y Juan Ramón, pues celebran 20 años de amor. Eso sí, de momento la boda se resiste. "Nos complementamos muy bien. El año que viene cumpliremos 20 años juntos. Todo es cuestión de adecuarse, dialogar mucho y compartirlo todo", aseguró el periodista en 2023 en Pronto. 

La dupla no ha tenido hijos en común, aunque Juan Ramón es padre de tres hijos de una relación anterior: "Ser padre no es fácil. Procuro tener una buena relación, estar con ellos y enseñarles lo que puedo. Doy mucha importancia a la relación con los hijos, porque a veces tendemos a dejarlos demasiado solos o sueltos. No es cuestión de imponer mucha disciplina, sino de prestarles atención".