El exfutbolista ha revolucionado Barcelona durante la inauguración de la primera boutique de la exclusiva firma de relojes Tudor de la que es embajador. En medio de una gran expectación, David Beckham posaba para los fotógrafos mientras decenas de fans seguían sus movimientos desde la calle.
Si hace tan solo unas semanas Beckham y su mujer Victoria daban mucho de qué hablar en su última visita a nuestro país en la que disfrutaron de una escapada a Valladolid, en esta ocasión David ha viajado en solitario para cumplir con sus compromisos profesionales.
Tras su paso por la boutique, Beckham abandonaba el lugar desatando la locura en pleno Paseo de Gracia. Con una gran sonrisa, el exjugador atendía a decenas de fans que vitoreaban su nombre al mismo tiempo que le pedían un autógrafo o una fotografía. Atento y cercano, el inglés no dudó en dedicarles algunos minutos.