Álex, el hijo de Ivonne Reyes: "He llegado a pensar que el apellido de mis padres me ha condicionado como actor"
EL ESPAÑOL entrevista al también vástago de Pepe Navarro, quien se está labrando un prometedor futuro en el mundo de la interpretación.
26 julio, 2024 00:42Álex Reyes (24 años), el hijo de Ivonne Reyes (56), es un joven lleno de ilusión, de sueños, de proyectos. Su mente bulle sin parar, sabe lo que es trabajar duro para conseguir la meta. Quiere ser actor, dedicarse al mundo de la interpretación y ya ha debutado en una película que se puede ver en Amazon Prime, Balas y Katanas.
Es un papel pequeño, pero él sabe que por algo se empieza. No tiene prisa y sí mucha paciencia y tesón. Ahora mismo está en Argentina, de vacaciones, cogiendo ideas; viendo obras de teatro, empapándose de inspiración. Álex está, además, a la espera de que se estrene otra cinta, Amarillo, en la que comparte escena con su mediática madre.
No está siendo un camino fácil para Álex, como él mismo reconoce en su entrevista con EL ESPAÑOL: consolidarse en el séptimo arte cuesta. Que nadie piense que ser hijo de unos padres conocidos ayuda; a veces, es todo lo contrario. Admite el también hijo legal de Pepe Navarro (72) que él mismo acude a las televisiones y a las productoras para ofrecerse como actor.
"Si eres una persona que lo tienes claro y vas con buena energía, tendrás suerte", reflexiona con este medio. Álex no quiere hablar de la polémica que protagonizan Ivonne Reyes y Pepe Navarro, él siempre ha luchado por vivir y estar al margen. Su vida va por otro camino. Su madre, defiende, ha ejercido de madre y de padre y nunca ha extrañado una figura paterna. No hay ni una sola traza de rencor en él.
Háblenos de la película donde ha trabajado, Balas y Katanas.
Esta película la dirige Nacho Serapio, que es un actor, director, coach de artes marciales. Tiene muchos títulos. Lleva como siete años muy centrado en las artes marciales. Con su compañero, Ignacio Marín, ha hecho esta película. Les encanta hacer cine de acción. Ellos son entrenadores de artes marciales. La película surge después de mi salida de Supervivientes, en 2019.
Me desconecté de todo el tema de Supervivientes y Telecinco. En ese momento, postean un vídeo en el que quieren hacer un largometraje de bajo presupuesto y mi madre ya había trabajado con ellos. Decidí aplicar al casting, porque yo entonces estaba empezando. Fue durante la pandemia, cuando levantaron las restricciones. Les mandé un casting para que me vieran. No era remunerado.
Los comienzos no son fáciles...
Era para pasarlo bien. Yo también necesitaba entonces un poco de material como actor. Empezar en el cine español es muy complicado, es una carrera de fondo, de maratón. Vas cogiendo los proyectos y vas aprendiendo; trabajas de producción, de actor, echando una mano...
En la interpretación, ¿cuál fue su primer trabajo?
Hice dos cortometrajes en la universidad y luego hice figuración en algunas películas de extra. Entonces, me llamaron para una película, El niño Dios. Mi primer gran papel fue el que me dio Nacho Serapio. Me dio mi primera oportunidad. Falta por estrenarse una película muy chula, que se llama Amarillo. La dirige Eduardo Álvarez y está conmigo Javier Gurruchaga, entre otros actores reconocidos, como Eva Isanta y Vanesa Romero.
¿Quién es usted en Balas y Katanas?
La película es una sátira y comedia, no gore, pero casi. Meten el tema de las artes marciales de forma muy sutil. Es una película grabada en plano secuencia. Yo hago de narcotraficante al que le gusta traficar con mujeres. Es un narcotraficante rumano y le metí ese acentillo. Todos los actores hacen un papel increíble. Los directores hicieron un trabajo brillante, nos echamos todos una mano.
¿Cómo fue el rodaje?
El día de mi rodaje duró como seis horas, desde la una de la mañana hasta las siete. Rodamos en un almacén gigante. Para que te hagas una idea del bajo presupuesto, ellos utilizaban las mismas luces de los coches para la iluminación. Nacho se movió muchísimo y se lo tomó muy en serio. Por eso está en Amazon Prime. Él estuvo como candidato a los Goya y ha ganado muchos premios de artes marciales, en Estados Unidos y Nueva York.
También ha trabajado con su madre, Ivonne Reyes. ¿Cómo es actuar con ella?
En la película Amarillo tenemos una escena juntos. Fue como una sorpresa, no me lo esperaba, y me dieron una sorpresa. Seguro que volveremos a coincidir en el cine. Ahora mismo estoy enfocado en mis proyectos y en mi carrera. Cada uno estamos con nuestros trabajos. Mi madre sigue con sus proyectos, su pódcast, el coaching, el libro... Estamos cada uno en su mood.
¿Qué está haciendo usted ahora mismo en Argentina?
Vine de vacaciones, para tres o cuatro meses, para explorar otro país. No estoy haciendo nada de interpretación ahora mismo. Quería hacer un taller, pero no encontré nada. He visto obras de teatro buenísimas. Ahora mismo estoy haciendo un cursillo con el ordenador, especializándome en la compra y venta de artículos por AliExpress y TikTok. Son páginas que se crean para comprar y revender, haciendo anuncios. Es un movimiento que está súper de moda, se llama Dropshipping.
Usted no para, siempre ha intentado mantenerse económicamente, ser independiente. Cogió aceituna, incluso.
Sí, estuve un tiempo cogiendo aceituna. He hecho de todo. Actor voy a ser siempre, toda la vida, hasta que me muera. Me encanta el cine, sigo formándome con Paco Sepúlveda, que es mi profesor. Lo encontré en la pandemia. En septiembre voy a retomar el trabajo con él. En este tiempo he trabajado también como camarero, dejé el trabajo tras un año de no parar.
¿Cuál sería su sueño profesional? ¿Con quién querría compartir una película?
Querría trabajar con muchísimos actores españoles y con directores que son buenísimos. Me gustaría trabajar con Daniel Calparsoro, me molan mucho sus películas. Como actor, sería un privilegio currar con cualquier actor español, como Patrick Criado (28), Luis Tosar (52), Javier Bardem (55)...
Como hijo de personas conocidas, ¿cree que lo ha tenido más fácil o difícil como actor?
Buena pregunta. A veces me quedo en casa, cuando paro o no sale nada de trabajo, y uno pues empieza a pensar. A veces pienso '¿por qué esto no sale?' '¿Será por la situación?'. Me rayo, a veces. Nadie te confirma que estás haciendo bien el camino, pero uno mismo debe hacerlo. Dentro del cine español de lo que me he dado cuenta es de que da igual quién seas.
Explíquese mejor.
Yo mismo he ido a las productoras para ofrecerme, para tocar puertas. He ido a Boomerang TV, a Atresmedia, a Telecinco. Yo mismo voy y les pido trabajo. Les he preguntado si mi nombre, de alguna forma, les condiciona para contratarme. Ellos me dicen que para nada, que no. Lo que siempre me dicen es 'sigue tu camino, sigue formándote, sigue haciendo tus cosas'. No me dicen, claro, que, por ejemplo, no me junte con el mundo del corazón... pero te dan consejos. De que todo llega. Nadie tiene ningún problema conmigo.
No me preocupa, pero sí lo he llegado a pensar, si mis apellidos pesan. Creo que hablo por todos los 'hijos de': siempre está ese peso de querer llegar a las expectativas de tus padres. Que se te vaya algún trabajo por tener los apellidos que tengo... Eso siempre pasa, las puertas se te cierran. Si eres una persona que lo tienes claro y vas con buena energía... tendrás suerte. Hay que ser humilde y ofrecerte a trabajar. Eso se valora, que quieras buscarte la vida.
Usted trabajó con Rafael Amargo en Yerma. ¿Ha podido hablar con él después de su salida de prisión?
No me he enterado mucho de su tema, porque no estoy muy al tanto de las noticias, pero me lo han contado. No he hablado con él, pero mantengo lo que siempre digo: Rafael es un artista enorme, una bestia. Rafael es un maestro, es espectacular.
Trabajé con él en Yerma y se me quedó la boca abierta, pensando, 'pero este tío hace 50 cosas y al mismo tiempo se aprende un guión de 50 páginas'. Te lo hace y te quedas fascinado. Seguro que le irá bien. Él siempre destaca más por su talento.
En el plano personal, ¿cómo está su corazón? ¿Enamorado?
Mi corazón está... soltero. Va solitario. Ahora mismo estoy con ganas de arrancar a trabajar. Mi corazón y yo estamos ahí buscando la forma de meterme de lleno en el mundo de la interpretación. Tengo un pie dentro, me falta el otro. (Risas).
Última pregunta, ¿echa de menos la figura de un padre?
No, porque mi madre ha cumplido ese rol también. Mi madre ha cumplido los dos roles; madre y padre. He tenido, además, siempre figuras paternas a mi lado, como mi propio tío. Cuando uno va creciendo más, ahora tengo 24 años, de verdad que uno está más centrado en hacer su vida y su trabajo...
Nunca le ha faltado ningún cariño, ningún arropo o consejo...
No, no, he tenido mucha suerte dentro de mi círculo familiar. Hay gente que me quiere mucho, que está ahí para mí.