Si algo ha caracterizado al sólido matrimonio formado por el tenista Rafael Nadal (38 años) y su esposa, Xisca Perelló (36), es la gran discreción con la que han enfocado su vida personal y familiar. Poquísimos y muy selectos son los datos que se conocen de cómo es su día a día; su cotidianidad, gustos y aficiones, más allá de las canchas de tenis donde él ha hecho historia, y de la vertiente empresarial de ella. 

Xisca y Rafael son una pareja tan exitosa como hermética, poco dada a aparecer en actos públicos. Ni qué decir en las páginas del papel couché: nunca ha comercializado con su vida privada a golpe de exclusiva. En la misma línea se han mantenido ambos desde que, en octubre de 2022, vino al mundo su primogénito, Rafael. Un bebé deseado y que colmó de felicidad a ambos.

Sólo en dos o tres ocasiones los avezados paparazzi han captado a Rafa Nadal y a Xisca ejerciendo de padres, pero ninguna secuencia gráfica como la que ha conseguido, en exclusiva, EL ESPAÑOL. Se trata de las primeras imágenes de Xisca -el tenista ha sido el gran ausente de esta jornada- junto a su hijo, Rafael, disfrutando de las cristalinas aguas de una cala de Formentera

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Xisca Perelló, en la orilla de la cala de Formentera, junto al pequeño Rafael. Clipper EL ESPAÑOL

El material gráfico descubre a una madre entregadísima, feliz, compartiendo los primeros y titubeantes pasos del pequeño Rafael en la orilla de la playa. De acuerdo a los datos que maneja este medio, las fotografías que ilustran estas líneas fueron tomadas el pasado martes, 13 de agosto, en Cala Saona, un enclave conocido por ser la joya de la costa occidental de Formentera.

No en vano, es la única playa de arena que se esconde entre los acantilados que se imponen en toda la parte suroeste de la isla. Se destaca de esta playa su fondo arenoso de aguas turquesas. Relatan a este periódico testigos oculares que el pasado día 13, la mujer de Rafa Nadal, en compañía del pequeño de la casa, y junto a su cuñada, María Isabel (35) -Maribel para su entorno-, y dos amigas, recaló en este lugar a bordo de una lancha neumática.

La mujer de Rafa Nadal, con el pequeño de la casa en brazos, saliendo de la playa. EL ESPAÑOL

A lo lejos, habían dejado fondeado el fabuloso catamarán de Rafael Nadal. La citada lancha acercó al grupo a la orilla de esta cala, y allí estuvieron Xisca, junto a su hijo, y el resto de compañía, alrededor de media hora. Ese día, la orilla de dicha cala estaba bastante llena de bañistas. La mujer de Nadal y su compañía buscaron, pacientemente, un hueco y allí decidieron asentarse.

La empresaria, ataviada con un favorecedor traje de baño con estampado de flores y flecos en el escote, y sombrero para combatir las altas temperaturas, disfrutó de una relajada jornada de playa sin despegarse de su vástago. El pequeño, de casi dos años, también con su gorrito calado, demuestra, a la luz de las fotografías, una gran viveza y no para quieto. 

Xisca Perelló, jugando su hijo en la orilla de la cala. Clipper EL ESPAÑOL

Xisca, orgullosa madre, estuvo la mayor parte del tiempo pendiente de Rafael hijo, siguiéndolo en sus travesuras; lo ayudó a caminar por la orilla, disfrutaron de juegos en el mar. En un momento dado, Perelló lo toma en brazos, ligeramente metida en el mar, y lo eleva hacia arriba, ante la divertida sonrisa de su bebé. A tenor del material gráfico, Xisca también tuvo tiempo de tomar el sol en la orilla. 

En un momento dado de la jornada playera, se puede ver a Perelló compartir charlas, confidencias y risas con sus amigas y, sobre todo, con su cuñada, María Isabel, a la que está muy unida. Al tiempo que las mujeres hablan, el pequeño Rafael se entretiene jugando con la arena de la orilla. Una bonita estampa que, según deslizan a EL ESPAÑOL, duró cerca de 30 minutos. 

Xisca Perelló, charlando con su cuñada, Maribel, y sus amigas, mientras Rafael hijo juega en la arena. EL ESPAÑOL

Pasado este tiempo, Xisca contacta por teléfono y, a los pocos minutos, reaparece la lancha neumática, que los recoge. Este medio puede averiguar que una vez que el grupo abandona la cala su próximo destino es el impresionante catamarán de Rafa Nadal, que se encontraba fondeado muy cerca de Cala Saona.

Hay que recordar que se trata de un barco, bautizado Great Whitevalorado en 5,5 millones de euros y galardonado en la categoría Best Cat de la 33 edición de los premios Best of The Best que otorga la revista de lujo norteamericana Robb Report. Lo adquirió Nadal en 2020, y tiene capacidad para ocho invitados.

Su distribución se realiza a través de los 23,95 metros de eslora y 12 metros de mangaQuien bien lo sabe sostiene que en el catamarán, este pasado martes, día 13, había un capitán y dos marineros.

La gran duda que queda es si el tenista Rafael Nadal estaba allí, a bordo de la embarcación, o tan sólo ese día quisieron disfrutar del mar Xisca, su hijo Rafael, su cuñada y unas amigas. Conviene recordar que, días atrás, Nadal ha estado en los Juegos Olímpicos de París, donde quedó eliminado en el torneo de dobles junto a Carlos Alcaraz (21). 

El catamarán de Rafa Nadal, que esperó fondeado a que la familia se bañara en la cala. EL ESPAÑOL

Su oásis en Manacor 

Pese a que Xisca ha optado por pasar unas horas en las aguas de Formentera, lo cierto es que el matrimonio Nadal Perelló tiene asentada su residencia en Mallorca. En concreto, en Porto Cristo. Tras más de tres años de obras, Rafa y Xisca ya están instalados en su residencia, con privilegiadas vistas panorámicas a toda la ensenada natural del puerto de Manacor. 

El tenista adquirió su nueva vivienda en el año 2013 por cerca de cuatro millones de euros. Allí, Rafael planea disfrutar de una jubilación de lujo cuando decida por fin colgar la raqueta.

Diseñada por el arquitecto mallorquín Tomeu Esteva, la nueva casa de Rafa Nadal está situada sobre un acantilado rocoso con espectaculares vistas a toda la ensenada natural del puerto, desde la bocana al núcleo urbano y el campanario de su iglesia. Su ubicación es perfecta para Rafa, ya que está a pocos kilómetros de la Rafa Nadal Academy, donde entrena, y próxima al puerto deportivo.