Semana decisiva para Daniel Sancho (30 años). El próximo jueves, 29 de agosto, verá la luz la sentencia que determinará si el cocinero es o no culpable del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Ante la resolución, el hijo de Rodolfo Sancho (49) se siente "preparado para lo mejor y para lo peor". 

El pasado 22 de agosto, desde la prisión de Samui, al sur de Tailandia, Daniel Sancho ofreció unas declaraciones exclusivas a EFE que han trascendido en la mañana de este lunes, día 26. "Estoy preparado para lo mejor y para lo peor", aseguró el joven al ser preguntado sobre cómo afronta el fallo. 

Daniel se encuentra optimista y está convencido de que el juez va a descartar que la muerte de Edwin Arrieta se debiera a un asesinato premeditado. Considera que durante el juicio "quedó claro que fue un accidente". En su argumento, el hijo de Rodolfo Sancho citó las pruebas forenses presentadas por la defensa que, según él, demostrarían que el fallecimiento se debió a una pelea. 

Daniel Sancho en una imagen de archivo, tomada en Tailandia, prestando declaración. EFE

La conversación con Daniel Sancho, quien mantiene su rutina habitual de ejercicio y lectura, se llevó a cabo a través de un cristal y un teléfono sin que se pudiera grabar ni tomar notas. 

Tras más de un año en prisión preventiva, el joven admitió que vive con impaciencia la espera para conocer la sentencia y que los meses desde la celebración del juicio, que concluyó el pasado mayo, se le han hecho "muy largos".

"Hasta el juicio era un hombre con una misión", afirmó. Daniel Sancho, por otro lado, indicó que pasó mucho tiempo centrado y preparándose para el proceso, en el que tuvo un papel muy activo, ya que el juez le permitió hacer preguntas a los testigos.

Cabe recordar que durante el juicio, celebrado a puerta cerrada en el Tribunal Provincial de Samui entre el 9 de abril y el 2 de mayo, el acusado y su equipo de defensa sostuvieron que la muerte de Edwin Arrieta se debió a un accidente durante una pelea y que el español actuó en defensa propia ante un supuesto intento de agresión sexual.

Daniel Sancho escoltado por la policía en el puerto de Koh Samui. EFE

La Fiscalía, por su parte, trató de demostrar mediante decenas de pruebas y testigos, incluida la compra de cuchillos y una sierra, que Sancho planificó los días previos el asesinato y descuartizamiento de Arrieta, cuyos restos fueron encontrados en agosto de 2023 en varios lugares de Phangan, incluido el mar. No obstante, la autopsia efectuada al cirujano colombiano no resultó concluyente al no haberse encontrado partes del cuerpo clave, como el torso.

El próximo paso previsto es la lectura de la sentencia. Tendrá lugar el próximo jueves, 29 de agosto, en el tribunal de Samui. Según fuentes cercanas al caso, la resolución ya está redactada y ha sido enviada para su ratificación a la oficina del juez decano de Surat Thani, provincia de la que depende la isla. El acceso a la sala será muy restringido y el juez no decidirá hasta el último momento quién puede entrar. 

Está previsto, sin embargo, que los padres del acusado, el actor español Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, sí estén presentes en la sala, así como el fiscal, los abogados tailandeses de la defensa y los que representan en el país asiático a la familia de la víctima. La familia de Arrieta, en principio, no acudirá a la lectura de la sentencia, y por el momento no han querido hacer declaraciones sobre cómo afrontan el fallo.

Daniel Sancho aseguró que le da "tranquilidad" y "confianza" en el proceso este trámite, habitual en Tailandia para casos graves, tanto penales como civiles, que puedan implicar penas o indemnizaciones altas.

Daniel Sancho en una imagen de archivo. EFE

El código penal tailandés contempla desde los 15 años de cárcel hasta la pena de muerte en los casos de asesinato, si bien Tailandia apenas aplica este último castigo y se suele conmutar por otros más bajos.

El hijo de Rodolfo Sancho está acusado de descuartizar el cuerpo de Arrieta y de hacer desaparecer su pasaporte, delitos que podrían conllevar entre uno y seis años de prisión, respectivamente.