"Entusiasta por naturaleza". Estas son las tres palabras con las que se define Antonio Matos (47 años), el viudo de Caritina Goyanes, en una de sus redes sociales. Según la RAE, el entusiasmo es la "exaltación y fogosidad del ánimo, excitado por algo que lo admire o cautive". Pese a su esencia apasionada, el yerno de Cari Lapique (72) está atravesando el que es, sin lugar a dudas, el momento más duro de su existencia.
El pasado lunes 26 de agosto, al filo de las 15 horas, la madre de sus dos hijos mayores empezó a encontrarse mal en la casa que alquilaron para pasar el verano en Marbella. Matos, alertado por Pedro (14), su primogénito con Caritina, llevó a su esposa al hospital más cercano, pero cuando llegaron ya nada se pudo hacer por ella. Falleció de un infarto fulminante.
Tras el shock de haber enterrado a Carlos Goyanes, su suegro, y a Tito Goyanes, el tío de su mujer, en apenas 19 días, ahora Antonio Matos debía decir adiós para siempre a la persona más importante de su vida. El 28 de agosto, flanqueado por sus hijos, Pedro y Mini Cari (11); Cari Lapique; Carla Goyanes (41); Jorge Benguría (42) y su hermano Jaime, el empresario daba santa sepultura en el cementerio de San Isidro, en Madrid, a Caritina, asumiendo al regreso de sus vacaciones más amargas que debía enfrentar un nuevo horizonte.
Según puede confirmar EL ESPAÑOL, pocos días después de despedir a Caritina, la familia al completo puso rumbo a la finca que poseen en Retuerta del Bullaque, en la provincia de Ciudad Real. Se trata de un remanso de paz para los Goyanes y también para los Lapique, pues cabe recordar que Miriam (67), hermana de Cari, vivía allí con su marido, Alfonso Cortina, hasta que el 6 de abril de 2020 el empresario falleció de coronavirus.
Allí, en su retiro, el matrimonio llegó a crear su propio vino, Pago de Vallegarcía. En 1997, movido por su gran afición a los vinos de Burdeos y de Borgoña, Alfonso Cortina encargó al reconocido profesor de viticultura australiano, el doctor Richard Smart, proyectar la plantación de un viñedo en la finca Vallegarcía, situada en los Montes de Toledo. El primer viñedo se plantó en 1999 y la primera cosecha se obtuvo en 2001. La calidad de los primeros vinos, reconocida por prestigiosos críticos, entre ellos Robert Parker, animó a Cortina a construir su propia bodega. El 14 de septiembre de 2006, el rey Juan Carlos I (86) inauguró las instalaciones de la bodega.
Alrededor de la mesa, en momentos de celebración o de reflexión y charla, los Goyanes Lapique, y también los Matos, disfrutaban de los vinos de la familia. Antonio, el marido de Caritina, veía con admiración el negocio vinicultor de su familia política y, a pesar de llevar casi dos décadas formando parte del núcleo duro de los Goyanes, él se labró su propio camino.
Tras pasar por diferentes consultoras, en el año 2016, Matos creó su empresa, Malumm Risk Broker, cuyo objetivo, según consta en su página web, es ofrecer a sus clientes, tanto empresas como particulares, auditoría y consultoría sobre sus riesgos, asesorándoles y contratando con total independencia los productos que mejor se adapten a sus necesidades, en precio y coberturas.
Este periódico puede confirmar, por fuentes de total solvencia, que ahora Antonio Matos delegará ciertas funciones de su compañía para desempeñar la labor de financiero dentro de Sixsens by Cari Goyanes, el catering que dirigía su fallecida esposa. El primer gran evento que Matos coordinó fue la première de la serie de Netflix Respirar, celebrado el jueves pasado, tan solo un día después de enterrar a Caritina.
En un plano mucho más íntimo, Antonio Matos debe asumir un inicio de temporada complicado para él. Pedro y Mini Cari, los dos hijos nacidos de su matrimonio con Caritina, comenzarán el colegio la semana que viene. Mientras que el mayor cursará 3º de ESO, la pequeña entrará en 6º de primaria. Por tanto, según el calendario escolar de la Comunidad de Madrid, Mini Cari tendrá su primer día de colegio el lunes 9 de septiembre, mientras que su hermano mayor volverá a las aulas el martes, día 10.
Según confirman a este periódico fuentes cercanas a la familia, Caritina era la encargada de arreglar todo lo relativo al curso escolar de los niños —matrícula, uniformes, libros— y ahora, el empresario contará con la ayuda de Carla Goyanes, su cuñada y madre de tres niños, Carlos (12), Santi (9) y Beltrán (5), que estudian en el Colegio Internacional Retamar, del Opus Dei.