Nadie de la familia Rojas Duval Paredes se podía imaginar, el pasado 15 de agosto, el fatal desenlace que le estaba destinado a Juan Carlos Rojas, el primogénito de la también fallecida Carla Duval, hermana de la célebre Norma (68 años), y el empresario mexicano Rafael Rojas. El sobrino de la vedette perdía la vida a los 36 años, en su domicilio de Boadilla del Monte, en Madrid.
En concreto, en palabras de la propia Norma, Juan Carlos "decidió irse". El joven llevaba años arrastrando una fuerte depresión. Según las crónicas, desde que falleció su madre, en octubre de 2010, Juan Carlos presentó un delicado estado de salud. Aquel fue un golpe durísimo para los vástagos de la actriz, que pereció víctima de un cáncer de útero.
No obstante, en el último tiempo, según pudo confirmar EL ESPAÑOL, el sobrino de Norma atravesaba un sosegado período, sobre todo desde que se había convertido en padre, escasos meses atrás. Por ello, nadie de la familia esperaba aquella terrible llamada. Tanto Norma como sus sobrinas, las gemelas Paula (25) y Andrea (25) -fruto éstas del matrimonio de Carla con Santiago Paredes- estaban de vacaciones, fuera de Madrid.
En concreto, de acuerdo a los datos que maneja este periódico, tía y sobrinas estaban en la casa que la artista tiene en Palma de Mallorca. Se trata de su refugio mallorquín, una fabulosa casa junto a la playa de Muro. Pese a que se ha llegado a publicar que Norma quiso vender este inmueble, en realidad, explican a este medio, nunca se lo ha planteado.
Ella adora Mallorca y esa casa cuenta con una gran carga emotiva para ella. "Para mí es mi paraíso, pero ahora no tengo libertad. Porque mientras mi madre viva, yo tengo que estar con ella, yendo y viniendo. No puedo venir a Mallorca, como ir a otro sitio, como quisiera. Por ahora, eso es imposible. Pero, sí, Mallorca es mi paraíso", explicó en 2019 para Última Hora.
Como decíamos líneas arriba, Norma estaba en Palma cuando se la informó de la gran tragedia: la muerte de su querido sobrino. Tuvo problemas para volar a la capital de España, pero, finalmente, lo consiguió. Tras ese dolorosísimo adiós, Duval desapareció del foco público. Quiso llorar, en la intimidad, a su sobrino. Desde el 17 de agosto no hay una sola imagen de la artista. EL ESPAÑOL sabe dónde está.
Norma regresó a Palma de Mallorca. Allí se encuentra al cierre de este artículo, como informa su amiga y representante Susana Uribarri (58). Duval está perfectamente arropada por sus sobrinas -una de ellas, Paula, acaba de emprender un viaje a Honduras-, y por su razón de amor, el empresario Matthias Kühn (61). Cuenta quien bien lo sabe que Kühn no ha dejado sola a la vedette desde que pisó España.
Le apenó mucho a Matthias no poder asistir al Tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, para apoyar a su mujer; lo intentó, pero le fue imposible desplazarse. Desde que consiguió volar, el matrimonio se instaló en Mallorca y allí sigue. Desliza una fuente de total solvencia que, claro está, tras el deceso de su sobrino Norma canceló todos los compromisos que tenía agendados para finales del mes de agosto.
La artista aún sigue "rota" y sin "ánimo para enfrentarse a una sola pregunta". No se puede creer el fatal destino de Juan Carlos. La vedette ha trasladado su deseo de "cuidar al hijo de Juan Carlos", ayudar tanto emocional como económicamente en todo lo que se precise.
"Hoy, tristemente, despedimos a mi sobrino Juan Carlos. Nos parte el corazón el pensar que ya no estarás entre nosotros. Nos dejas un bebé precioso igualito a ti, el mejor legado. Esperamos que hayas encontrado la paz eterna junto con tus padres. Tu familia te quiere y te querrá siempre", posteó, hace unas semanas, una destrozada Norma.
En el último tramo, Juan Carlos estaba feliz y gozaba de serenidad, como descubrió EL ESPAÑOL. El ser padre "le llenó de felicidad y estaba muy ilusionado" con esa bella etapa de paternidad. No solamente el nacimiento de su bebé provocó una gran alegría en Juan Carlos, su actual pareja, y madre de su hijo, le había dado una gran estabilidad.
Desde que instaló su residencia en Madrid, Juan Carlos estaba muy unido tanto a sus hermanas, las gemelas Paula y Andrea -fruto éstas del matrimonio de Carla con Santiago Paredes-, como a su famosísima tía. "Quedaban con frecuencia, él iba a La Moraleja, y Norma estaba encantada con su papel de tía abuela".
Para Paula y Andrea, Juan Carlos, como hermano mayor, era su gran protector y lo apoyaron mucho, todo lo que él se dejó. Los tres hermanos tenían un vínculo envidiable para quienes fueron testigo. Quien bien lo trató cuenta que Juan Carlos era un hombre "muy cariñoso" y "sensible".
La única vez que Juan Carlos accedió a posar ante los medios de comunicación fue en octubre de 2022, durante el bautizo de la nieta de su tía Norma, Valentina, celebrado en la catedral de Santa María la Real de la Almudena, en Madrid.
La discreción de Andrea y Paula
En otro orden de cosas, mención aparte merece la gran discreción con la que viven Paula y Andrea, las sobrinas de Norma. Tanto Paula como Andrea -que pasaron un curso en un internado en Pontevedra y luego se tomaron un año sabático- estudiaron para ser azafatas de vuelo, aunque la moda siempre ha sido su gran pasión.
Las jóvenes reparten su tiempo entre la casa de Norma en La Moraleja, en Madrid, aunque ya tienen la suya propia, y Baleares. Las islas son su segundo hogar y allí pasan largas temporadas junto a su tía y sus primos, sobre todo en la casa familiar de Alcudia, en Mallorca. Ibiza es su punto de encuentro durante el verano y no se pierden las fiestas de las discotecas más conocidas de la isla pitiusa.
Aunque apenas han hecho apariciones ante la prensa, Andrea y Paula sí que han estado alguna vez en eventos organizados por su tía. Las gemelas no han faltado a algunos de los cumpleaños que Norma ha celebrado en locales reconocidos de Madrid en los que su familia ha estado a su lado de forma incondicional. Momentos en los que sus sobrinas han posado dando muestra de su gran complicidad.