La familia Goyanes Lapique, con gran entereza y esfuerzo, trata de sobrevivir a la doble tragedia que ha vivido este pasado verano de 2024, para el olvido: la muerte de Carlos Goyanes, en primer lugar, y, más tarde, el fallecimiento inesperado de la hija mayor de Cari Lapique (72) y el malogrado productor, Caritina Goyanes, a los 46 años.

Dos terribles pérdidas que la familia procura encajar como puede. Ya en Madrid, y con el nuevo curso comenzado, la vida sigue, pese a todo. Si bien hace unos días una revista publicó unas fotografías de Cari Lapique junto a su hija menor, Carla Goyanes (41), llevando a los hijos de Caritina al colegio, ahora Carla ha anunciado que regresa al trabajo. 

La esposa de Jorge Benguría ha utilizado su red social Instagram para desvelar que retorna a sus compromisos profesionales. Ataviada con un regio traje, y esbozando una cálida sonrisa, Carla ha grabado un vídeo en el que comunica que presentará el Máster en Industria del Lujo Relaciones Internacionales, en colaboración con la escuela de negocios Esden. En el story se ha acordado de Caritina y del consejo que le dio.

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El 'story' que ha compartido Carla Goyanes en las últimas horas.

"Mi hermana decía que la vuelta al trabajo me iba a hacer llevar mejor lo de nuestro padre. Y es cierto. Mantiene la mente ocupada en otra cosa. La vida sigue y hay que seguir cumpliendo con los compromisos profesionales por responsabilidad, pero también como terapia para avanzar. ¡Os espero a quienes os pueda interesar y, si no, compartidlo con quienes les interese", ha posteado Carla. 

En el vídeo que acompaña al texto, la hija del respetado y recordado Carlos Goyanes, con gran desenvoltura ante la cámara, explica: "Buenos días. Os invito a que participéis en mi próximo webinar de la escuela de negocios Esden, donde voy a presentar mi nuevo proyecto que es un Máster de Lujo". 

Y añade: "En esta sesión, que contaré con el apoyo y participación de nuestra Directora Académica del Máster, María Blanco, veremos un poco cuáles son las claves del ecosistema del lujo. Veremos un poco lo que es la gestión, lo que es la inversión y cómo va a evolucionar el sector del lujo. ¡Espero que os apuntéis!". 

Sea como fuere, Carla se muestra fuerte y con la determinación de seguir, de cuidar a sus sobrinos, de atender todos los problemas que les surjan, como le prometió a su hermana en una desgarradora carta: "Ten por seguro que voy a ser muy fuerte y voy a cuidar a tus hijos todo lo que me dejen como si fueran míos, voy a cuidar a mamá por las dos y voy a cuidar a Matos porque sé cuánto le querías". 

Carla Goyanes junto a su madre, Cari, y su tía, Myriam, tras la muerte de Caritina, el 27 de agosto. Gtres

Amén de esta responsabilidad como tía, Carla también afronta su día a día como madre. Hace unos días, compartía una fotografía de sus tres vástagos, en su primer día de colegio: "Los más pequeños vuelven a la rutina con la foto del primer día de cole. Verles sonreír es la mejor medicina". La hija de Cari agregó cuatro hashtags a su post: "#vueltaalcole #bengus2024 #díaadía #lamejormedicina". 

Doble misa funeral 

La familia tiene marcada en rojo una fecha en su horizonte más inmediato: el próximo lunes, 23 de septiembre. En este señalado día, a las ocho de la tarde, familiares y amigos se congregarán en la iglesia San Agustín, en recuerdo a Carlos y Caritina. Se explicó hace unos días que el templo no se ha escogido al azar. Caritina mantenía una estrecha relación con el titular de la parroquia, José María Muñoz de Juan, y sus grupos católicos.

La hija mayor de Cari Lapique era una mujer de fe. Ella misma aseguraba que la religión la había ayudado a encontrarse consigo misma. Formaba parte de los movimientos religiosos Emaús y Mothers Prayes y cada domingo, a las ocho de la tarde, sola o con su familia, acudía a misa. 

Cabe recordar que la familia ya celebró una misa funeral en recuerdo a Caritina, sólo un día después de que perdiera la vida. Aquella eucaristía tuvo lugar en Marbella, donde murió la empresaria. La primogénita de Cari Lapique falleció sólo 19 días después de despedir a su padre, y apenas 24 horas más tarde que su tío, al que cariñosamente llamaban Tito.

Carlos Goyanes perdió la vida en la madrugada del 7 de agosto, a los 79 años en su casa de Marbella mientras dormía. La muerte se produjo de forma totalmente inesperada en su casa familiar de verano, ubicada en la urbanización Guadalmina, Marbella. Desde el pasado 27 de agosto, un día después de la muerte de su hija Caritina, los restos de ambos reposan en el cementerio de San Isidro, Madrid.