Hablamos con Alejandro de Miguel, el diseñador de las Campanadas: "Cristina Pardo es la mujer que más me inspira"

Poder charlar con el prestigioso diseñador Alejandro de Miguel (42 años) es un lujo y un gozo para el conocimiento y las ganas de emprender y de querer superarse: él representa como nadie lo que es luchar por un sueño. Y superarlo y buscar otro un poquito más allá. Porque el talento se tiene o no se tiene; y él, no cabe duda, lo posee.

Alejandro de Miguel lo demuestra diariamente en su taller de su pueblo natal, Miguel Esteban, en Castilla-La Mancha. Allí, junto a 30 mujeres expertas en confección, este toledano esculpe sueños y hace felices a las personas: qué bonito poder decir eso. Alejandro ha vestido a las personalidades más importantes de este país.

Ahí, los impresionantes diseños que han lucido presentadoras -y amigas personales- de la talla de Ana García Obregón (69) y Anne Igartiburu (55). La reina emérita Sofía (86) también ha sucumbido a su mayestático talento. Tener estas clientas, huelga decir, también implica atrevimiento y arrojo. 

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Alejandro de Miguel en una imagen cedida a EL ESPAÑOL.

En relación a la madre de Felipe VI (56), él mismo le envió una carta en 2007 confesándole su admiración y sus ganas de vestirla. Así es Alejandro: imparable. Por si todo lo anterior no fuera suficiente, De Miguel puede jactarse de haberse convertido en el diseñador estrella de las Campanadas.

Casi todas las presentadoras de España han pasado por su aguja. Saben que Alejandro es un valor seguro. Este año, el modista viste a Cristina Pardo (47) para su retransmisión de las Campanadas en LaSexta. No es la única, hay muchas otras, pero con Pardo admite Alejandro tener una relación muy especial. 

¿Cómo vive el gran diseñador de las Campanadas estas horas previas a Fin de Año?

Con mucha ilusión, esperando a ver cómo salen de guapísimas y, bueno, ver también las críticas. Tengo que decir que normalmente siempre me tratan muy bien, siempre gustan mis trabajos. Pero siempre estoy expectante. 

Esta noche del 31 imagino que estará un poco nervioso por que todo salga bien.

Es una noche feliz y con ilusión. Son muchos meses de trabajo y es muy dulce la noche. 

El diseñador manchego en una imagen cedida a EL ESPAÑOL.

Aparte de modista, es diseñador. Usted ha explicado que acompaña a cada clienta en su proceso de diseño del vestido...

Es muy importante el oficio, el estar pendiente de todo el proceso, no solamente hacer una idea muy fantasiosa. Hay que saber hacer el vestido. Desde el boceto, el patrón, cortar la prenda, saber coserla... Lo que más me gusta es el oficio: el proceso de creación de un vestido.

Este año tiene a Cristina Pardo, Eva González, Verónica Dulanto... ¿Por qué es especial para usted Cristina?

Cristina me inspira mucho. Una mujer súper moderna, actual, muy profesional. Es la mujer que más me inspira como profesional de todas las opciones de los canales. 

¿Qué sueños le quedan a Alejandro de Miguel por cumplir? Esa persona que aún no ha vestido. 

No sé. Es que a veces hace mucho ruido lo de las famosas. Son un escaparate muy importante y acaparan portadas y seguidores. Pero para mí lo que más ilusión me hace es la clienta anónima que viene a mis tiendas, a comprar el vestido que tantísima ilusión le hace en un día tan importante.

Para mí, lo más importante son las clientas anónimas. Tengo que decir, eso sí, que siendo de un pueblo pequeño de la Mancha me he dado a conocer por toda España por las famosas, pero también por el boca a boca y por la gente anónima. 

Alejandro de Miguel tiene su taller en Miguel Esteban, un pueblo de Toledo. 'De Miguel' es un guiño a su pueblo. 

Sí, sí, es en honor a mi pueblo. 

Desde pequeño, usted veía a su madre coser y le inculcó ella la pasión.

En casa siempre había un pequeño taller con mujeres cosiendo y yo desde niño quería coser: me encantaba. 

Alejandro de Miguel, mirando a cámara, sonriente.

¿Es usted un hombre de sueños cumplidos?

Sí, sí, totalmente. 

Hablemos de Ana García Obregón, gran clienta y amiga personal de usted. La ha vestido en los momentos más especiales y también duros de su vida. 

A Ana, fíjate, la he vestido para las Campanadas más vistas de la historia, no ha habido unas Campanadas con más audiencia. En la reaparición de Ana, con un vestido que vio toda España. Fue un año especial -2020-, con la Puerta del Sol sin gente, que eso también es histórico. Ese vestido es historia de la televisión. 

¿Se puede ser amigo personal de una clienta?

Claro que sí. Se comparten momentos muy íntimos. Tengo grandes amistades: muchas, además de clientas, son amigas. 

Hablar con Alejandro de Miguel y no preguntarle por Cristina Pedroche es imposible. Si le llama ella el año que viene para que la vista, ¿aceptaría?

No creo que me llame jamás porque, a ver, yo admiro lo que han hecho como producto televisivo. Lo han hecho muy bien y creo que el estilismo está enfocado a enviar un mensaje, cada año distinto, que acapara la atención de la gente que lo ve.

Y eso, como audiencia y como propuesta, está muy bien, pero como estilismo y como embellecer no... No es lo que buscan ellos. Yo siempre hago vestidos para favorecer a la mujer, para ponerlas elegantes y bellas. Ellos lo que buscan lo consiguen, lo hacen muy bien.