En un mundo regido por la dictadura de las audiencias, alcanzar el programa número 2.000 no está al alcance de cualquiera. Ese registro lo alcanzó este lunes El Hormiguero y, por ello, el equipo de Pablo Motos (53 años) decidió celebrarlo a lo grande, nada menos que grabando en el Studio 1 de la BBC, en Londres, y con un invitado de mucho recorrido en el talk show: Will Smith (50).
El actor de Filadelfia está promocionando su nueva película Aladdin, la enésima revisión del clásico de Walt Disney, aunque en este caso más que hablar de la película que llegará el viernes a las salas de cine el protagonismo era para los 2.000 programas de El Hormiguero. El inicio del programa fue sensiblemente diferente a lo habitual. En la grada, 330 españoles que, en palabras de Motos, están en Londres "buscándose la vida aquí".
Rápidamente, tras unos breves prolegómenos, el presentador llamó a Will Smith, quien se encargó de dejar patente desde el primer momento la sintonía entre ambos: "Hermano, hermano. Estoy muy contento de estar aquí con mi hermano", dijo en un claro español. Por si quedaba alguna duda, Motos recordó que se trataba de su programa 2.000. "Nunca pensé que llegaría aquí, siempre creí que me echarían antes", aseguró el presentador de El Hormiguero.
La noche era especial y tras un primer regalo al público, el actor norteamericano también recibió un presente, "algo que no se puede pagar con dinero, una guitarra española hecha cien por cien a mano, durante meses, con unas maderas que ya no se pueden comprar, porque son de los abuelos de los abuelos de quienes las han fabricado", tal y como describió Pablo Motos.
Un genio de pies a cabeza
No se sabe si realmente le ha gustado o simplemente quiso agradecer la gentileza de que Will Smith estuviera con él en un programa tan importante, pero Motos comentó que Aladdin es tan buena "que la gente se debe ir al cine para hacer cola ya".
El invitado también se deshizo en elogios hacia la película: "Creo que es fantástica, bailamos, cantamos, actuamos, hay acción, romance… todo lo que necesita un film. Y ya se me ha acabado el español. La verdad es que es preciosa porque interpreto a un genio que dedica su vida entera a hacer feliz a la gente. A mí me encanta recorrer el mundo transmitiendo valores tan bonitos", destacó.
Sobre algunos de los secretos de rodaje, Will Smith reconoció que "hay días de trabajo que son muy fáciles, apareces y no hacen falta ni pelo ni maquillaje. El resto del reparto ha tenido una labor mucho más complicada que yo. Hay secuencias donde la clave está en los artistas digitales, que son los que han logrado dar forma a todo".
Pero más allá de la película, Pablo Motos parecía decidido a sacar la parte más personal de su invitado en relación a asuntos como qué le pediría a un genio en el caso de encontrarse con él. En este sentido, el actor confesó que "ahora que acabo de cumplir 50, me he dado cuenta de que solo hay un deseo que me queda por cumplir: la comprensión divina. Me gustaría saberlo todo, ser el más sabio del mundo".
A la espera de saber si llega a cumplir un objetivo tan ambicioso, el norteamericano ya ha ido superando otros retos, como saltar desde un helicóptero para celebrar su 50 cumpleaños.
"Hace como un año comencé a meterme en redes sociales. Era la primera vez que entraba en Instagram o en YouTube. Hay un grupo que se llama Yes theory, algo así como decir que "sí a todo". Me retaron, dije que sí. Probablemente no tendría que haber dicho que iba a hacer eso, pero cuando estaba allí arriba la verdad es que fue la cosa más emocionante y liberadora que he hecho en mi vida. Tienes que hacerlo en tu próximo cumpleaños, Pablo", le espetó, aunque, eso sí, reconociendo que "de 0 a 10, cuando me subí al helicóptero tenía 10 de miedo".
Locuras como esta responden a la filosofía de vida de Will Smith, resumida por él mismo del siguiente modo: “Cuando una persona tiene miedos eso te genera muchas cosas negativas en la vida. Se puede llegar a ser mala persona, hacer daño a la gente, genera un montón de consecuencias negativas. Quiero llegar a un punto en el que me sienta cómodo, pase lo que pase, incluso en una situación como esta, donde estamos hablando en dos idiomas diferentes, con mucha gente mirándonos, eso nos podría poner nervioso. Una vez que te has tirado desde un helicóptero, esto te da un poco igual”.
Más regalos
Si en los primeros compases del programa Motos mostró su agradecimiento para con Will Smith a través del regalo de una guitarra española, nuevamente la música servía para que el presentador tuviera otro detalle con su invitado, esta vez trayendo al plató a Adym Evans, un artista de beatboxing al que el actor idolatra y que, hasta ese momento, aún no conocía en persona.
Fue justo en ese momento cuando llegó el momento más emotivo del programa y la sorpresa mejor guardada. Preguntado sobre cuál sería su próximo reto en la lista de tareas antes de morir, Will Smith sacó su lado más generoso: "La verdad es que me lo estaba guardando, pero lo siguiente en esa lista es que para celebrar los 2.000 programas de El Hormiguero quiero invitarte a Los Ángeles para hacer un show allí". Pablo Motos se quedó prácticamente sin palabras, preguntándose "cómo puedo ahora seguir haciendo el programa".
Después de es momento álgido, aún hubo tiempo para que el invitado de honor reconociera que estuvo a punto de decir que no a formar parte del reparto de Men in Black. "Justo acababa de hacer Independance day no quería encasillarme. Me llamó Steven Spielberg(72), se lo expliqué y me dijo que no usara el cerebro en esa ocasión, que confiara en él y que hiciera esa película. Cuando Spielberg te dice eso…", recordó.
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