Durante muchos años Iñaki Gabilondo (76 años) fue una de las voces más reconocidas del panorama radiofónico español, pero desde 2004 su actividad profesional parece más ligada a la televisión. Primero en Cuatro y ahora en #0, de Movistar+, el periodista donostiarra sigue al pie del cañón. De hecho, ya toca a su fin la cuarta temporada de Cuando ya no esté, un programa de entrevistas del que habló este jueves en El Hormiguero.
Como casi todos los invitados que han pasado esta semana por el talk show, las primeras palabras de Gabilondo fueron para el estado de Pablo Motos (53), que sigue moviéndose apoyado por unas muletas. "El deporte tiene muy buena fama, pero es malo para la salud a partir de ciertas dosis. Eres muy entusiasta y te metes en todo con mucho fervor", le comentó.
Antes de entrar de lleno en las preguntas y respuestas que le ha arrojado Cuando ya no esté, el periodista donostiarra hizo un pequeño apunte sobre las elecciones municipales, autonómicas y europeas de este domingo 26 de mayo, con una idea clara: la movilización. "Todos los partidos hacen cálculos, cada uno pide la movilización por su interés específico, yo lo hago porque creo que es bueno. Invito a la gente que rompa la pereza y vaya a votar, especialmente para las europeas, que muchas personas creen que no sirven para nada, y sí, son muy importantes".
Después de esa introducción, llegó el momento de hablar de su programa, emitido en Movistar+. Gabilondo asegura que después de cuatro temporadas sigue sin tener claro qué sucederá en el futuro de la humanidad: "Estamos llenos de curiosidad para ver qué se mueve por ahí. Hemos estado buscando respuestas entre los jóvenes científicos españoles. Lo que nos dicen es que estos avances no van a ser la respuesta, la humanidad va a decidir cómo se usarán y para quién. Va a haber tarea", destacó.
Un claro ejemplo de esto último es el proyecto de edición genética, algo que puso sobre la mesa Pablo Motos. El invitado fue tajante al respecto: "Se va a poder hacer. Es un ejemplo de ver qué hará la sociedad con eso para llevarlo por un camino o por otro. Hemos de preocuparnos de ver qué vendrá sabiendo que eso no nos ahorrará la capacidad de decidir".
Vida y muerte
Y hablando de grandes interrogantes, Motos apeló a seguir reflexionando sobre cuestiones vitales, pero esta vez apelando al lado más íntimo de Iñaki Gabilondo: "Siempre he dicho que me gustaría morirme joven lo más tarde posible. La sensación de estar viviendo eternamente a nadie le produce mucha tranquilidad. A mí no me gustaría. Pienso en la muerte con bastante naturalidad desde joven, no me produce gran perturbación, sé que va a pasar, no me hace ilusión, pero me ha ayudado a ver las cosas con más naturalidad", confesó.
Todos esos cambios, lejos de lo que pudiera pensarse, no llegarán dentro de muchos años: "Cuando la gente habla del futuro piensa en un tiempo lejano. No. Está sucediendo ahora. Vamos a ir incorporando estas novedades poco a poco, no van a suponer una gran ruptura. Los niños viven estos cambios con naturalidad, mientras nosotros lo esperamos con sorpresa. Por ejemplo, ¿alguien se acuerda del día en el que comenzó a funcionar el código de barras? No, pero está integrado en nuestras vidas", expuso.
En medio de todas estas explicaciones, y hablando de su edad, Pablo Motos se deshizo en elogios hacia su invitado: "Tú eres joven porque tienes una energía a la hora de hablar y la capacidad para escoger palabra". Gabilondo dio su particular explicación:
"Es la curiosidad. Algunos se creen que vivo obsesionado con la política, no, me apasionan muchas cosas. Leo y escucho música todos los días. Las nuevas tecnologías las uso pero trato de que no ocupen demasiado espacio. Los días siguen teniendo 24 horas y trato de sacarles partido. Tengo que administrar mi tiempo. Todos los días leo una hora y media y escucho música una hora. Cuando me despierto, leo. Otros tienen otros vicios".
Uno de los mayores interrogantes sobre cómo se comportará en en el futuro es Internet. Para el veterano periodista: "Lo que se ve es la velocidad extraordinaria a la que cambia todo. No se sabe dónde va a llegar, ni si va a haber un Internet en China diferente, o propio de gente rica. Es el gran espacio para la libertad o puede servir también para ser controlados. Internet es, como todo, una posibilidad para A o para B, está todo".
Otra vez la política
Por su vasto conocimiento de la actualidad y su experiencia, Motos no esquivó la tentación de preguntar a Iñaki Gabilondo sobre el estreno de la legislatura. Su visión no tiene desperdicio: "El otro día dije que esta es la fotografía de nuestra realidad como sociedad. No queremos entender que España es así. Vimos en la Transición que se puede hacer un milagro, que la gente se pueda entender. Ahora les ves a todos aquellos políticos juntos y parecen hermanos. No. Hay mucho que trabajar. Si la política se midiera en productividad, muchos estarían en la calle. En una fábrica de coches, si un motor no funciona se ponen a trabajar para arreglarlo. España es un país maravilloso, con una realidad heterogénea que se debe meter en un traje raro, pero hay que diseñarlo. El día que la política ocupe un lugar menos protagonismo iremos bien".
Durante su extensa trayectoria ha entrevistado a todos los presidentes del Gobierno, de los que destaca que tienen una "labor complicada" y que la gente les valora más después de sus mandatos que cuando están en el poder. Sin salir del mundo de la política, su hermano Ángel es candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Preguntado sobre si el parentesco sería un obstáculo a la hora de entrevistarle, Gabilondo fue rotundo: "Le quiero mucho, pero le entrevistaría como a los demás".
Después de una amplia entrevista parecía que Iñaki Gabilondo ya había dejado suficientes titulares. Sin embargo, fueron las hormigas Trancas y Barrancas quienes le arrancaron una anécdota de lo más curioso. Preguntaron al periodista si alguien le había dejado tirado con una entrevista concertada. El donostiarra recordó que durante su etapa en la cadena Ser, en el magacín Hoy por hoy, tenía como invitado a Enrique Iglesias. Llegó 45 minutos tarde, lo que llevó a Gabilondo a decirle que se fuera por donde había venido. "Cometió un error, probablemente por culpa de la gente que tenía alrededor asesorándole. Desde luego, su padre nunca lo hubiera hecho".
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