En su trayectoria aparecen, entre otros, tres premios Goya, suficiente reclamo como para que Candela Peña (45 años) sea una de las actrices españolas con mejor reputación en la actualidad. Eso explica que la barcelonesa siga teniendo trabajo con más o menos asiduidad. Un ejemplo es la serie Hierro, que se emite en Movistar+, y de la que habló Peña este martes durante su visita a El Hormiguero.
Vestida con colores muy llamativos, Peña conectó rápidamente con Pablo Motos (53). "Qué guapa que te has puesto", comentó el presentador, a lo que la actriz respondió con un "me gusta mucho que me digan que estoy guapa", desvelando poco después un truco: "El pelo que llevo es mío, no me he hecho nada. Bueno sí, me he hecho una cosa; tenía un granaco aquí. La maquilladora me ha puesto un lunar que no es verdadero. Prefería eso a salir con un grano blanco".
Tras estos cumplidos, Motos y su invitada se metieron de lleno a analizar Hierro. Para Candela Peña la experiencia ha sido un éxito: "Estoy contenta porque es la primera serie protagonizada por una mujer de mis características. Me quiero explicar: mi personaje tiene una familia monoparental, es una jueza con un hijo con problemas". Pero más allá de las características interpretativas, a la barcelonesa le ha tocado hincar codos para aprenderse el guion. "Me podría haber sacado primero de Derecho con todo lo que he estudiado. La llaman la cabrona".
Inmediatamente llegó una conversación que, por momentos, rozó lo absurdo. Preguntada sobre si las características de ese personaje de ficción se asemejaban a las suyas, Peña desmintió que alguna vez haya reconocido ser "de combustión rápida”. “Odio que se diga eso de que tengo mucho carácter, cómo se mide, qué quiere decir eso. Por ejemplo, si coincido con alguien que es idiota no se le digo a nadie. La gente me pilla con la matrícula cambiada, soy más blanda que el día de la madre, pero sí que tengo opinión propia y eso choca mucho. Como persona soy un truño pisado en… como actriz soy la leche, intento no cagarla para que me sigan dando papeles. Si una escena es mala intentaría reconducir al director".
Eso sí, a partir de la vida de la protagonista de la serie, Candela Peña rompió una lanza por muchas mujeres. "Es muy difícil llevar tu vida personal, atender a tu hijo, el trabajo… esas mujeres tienen que ver la serie por Candela Montes, que es la jueza. Cogí este personaje porque no hay un chulo detrás", aseguró.
Más tensión
Nada más volver del corte publicitario, se comprobó que el clima entre Pablo Motos y la actriz seguía en la misma línea, un tanto confusa, a medio camino entre la confianza y la tensión. "Discúlpame, en 13 años eres la persona que más me ha faltado al respeto, mirándome las preguntas y encima diciendo que son malas. No veáis la serie de Candela Peña, es muy mala", bromeó el presentador.
Volviendo a la serie, Motos alabó a Candela Peña diciendo que "te sale bien eso de mandar, te queda bien el papel de jueza". La invitada bromeó del siguiente modo: "Me estás poniendo de un modo que ni voy a ligar ni nada". También reconoció que si no fuera actriz querría ser presentadora. "Me encantaría estar en Supervivientes con un bikini. Voy de intensa pero adoro el circo, el gitaneo".
Sin perder de vista a la serie, pero abordando experiencias personales, Candela Peña confirmó que la primera vez que vio al actor Darío Grandinetti (60), con el que comparte reparto en Hierro, estaba completamente desnudo. “"Siempre que vengo aquí acabo hablando de cosas que no quiero. El único hombre que había visto desnudo era mi padre, hasta que las monjas nos llevaron a una obra de teatro Geppetto en la que salía Dario Grandinetti desnudo. Hubo algo ahí, entre lo que veía y lo que vi en mi padre, que no concordaba. Me dijeron que era por ser argentino".
Sin pelos en la lengua, nada más ver el trailer, Peña dejó otro comentario sin desperdicio: "No me tachéis de frívola, pero estoy empachá en la serie. Tenía unos cinco kilos de más. Con según qué vestidos se me ve mal. Se me ve mayor. Los técnicos tienen 25 años y tú eres la señoraca, la yaya del grupo. Ahora estoy haciendo dieta para venir aquí, pero esta tripa con según qué vestido… en el trabajo te ponen lo que te dan y en la serie me ponían cosas que me hacían barriga".
La entrevista siguió moviéndose por extraños derroteros. Pablo Motos le pidió a la actriz que comentara públicamente dos teorías suyas, muy personales. La primera es que, según Peña, “el color de la encía es igual al del pezón, el chocho y el ojete. Hice un rap incluso de esta teoría”. La otra es un poco más profunda: todo el mundo debería tener en algún momento de su vida un bar. "Un niño que ha crecido en un bar sabe mucho. Tienes mucha información y creces de otra manera. Cuando molestaba me mandaban al bar de mi pueblo. Soy actriz por los shows que motaba allí para que me dejaran entrar".
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