Este martes ha tocado a su fin la séptima edición de MasterChef con una noche de infarto en la que Aleix, Aitana, Teresa y Valentín han luchado como nunca por alzarse con el premio al mejor chef. Desde el primer momento, el nivel de los concursantes ha sido alto y en cada prueba han dejado patente su pericia en los fogones, tanto en plató como en la prueba de exteriores que ha tenido lugar en Alicante. Sin embargo, por encima de las polémicas, los accidentes y los rifirrafes entre los concursantes, Aleix ha sido el ganador de esta edición.
Envuelto en lágrimas de emoción y rodeado de familiares, compañeros y del jurado, Aleix no ha podido reprimir la alegría que lo embargaba. Así, la primera en caer del plantel de aspirantes ha sido Aitana, dejando a Teresa y Valentín en el segundo y tercer puesto, respectivamente. Sea como fuere, ha sido Aleix el que se ha embolsado el premio. Pero, ¿quién es él? Se trata de un joven de 26 años, natural de Manresa y pescadero de profesión.
De hecho, trabaja junto a su madre en el negocio familiar, uno de los pilares más importantes de su vida, tal y como confesó él mismo en el vídeo de presentación del programa: "Cuando llevaba año y medio haciendo formación de cocina, ocurrió un problema familiar y tuve que dejarlo y empezar a trabajar en las pescaderías de mi madre".
Después de dejar aparcado ese curso de hostelería, la vida de Alexis discurría tranquila hasta que MasterChef llamó a su puerta. Cuando le propusieron participar, apenas si podía créerselo. En ese momento, este catalán hablaba de la realización de un sueño que, por fin, había podido vivir: "Dentro de mí hay un chef que la vida me ha obligado a hibernar. Masterchef es la última oportunidad para que pueda recuperar mi sueño".
Esa pasión la ha demostrado programa tras programa aprendiendo de los errores y reponiéndose de los fracasos. Una tenacidad y profesionalidad que le ha granjeado a Aleix no solo el cariño de sus compañeros y del público, sino también del jurado. Sin ir más lejos, se ha coronado como uno de los favoritos de Jordi Cruz (40), el cual le ha llegado a invitar a su restaurante. Su dominio de las técnicas de vanguardia y en el trabajo en equipo han sido impecables. Pese a su incontestable triunfo, cabe recordar que fue uno de los miembros del equipo que no sacó ni un plato en la prueba de exteriores de Peñíscola, hecho que ocurrió por primera vez en la historia del programa.
Echando un vistazo a sus redes sociales -en las que posa al más puro estilo influencer- se aprecia que Aleix es una persona muy familiar y de grandes amistades. Siempre con la cocina como telón de fondo, una de sus aficiones es el fútbol, al que se dedicó durante doce años, y que le ha convertido en una persona muy disciplinada, cualidad que le ha ayudado sobremanera durante sus meses de concurso: "Quiero ser el número uno, he venido a ganar". Y lo ha hecho.
En el desarrollo del programa, se ha hecho además con la fama de conquistador, a pesar de que a su llegada reconoció tener "una persona especial fuera". Lo cierto es que la audiencia lo ha elegido como el que mejor cocina y limpia pescado, si bien en un principio aterrizó bajo la fama de "prepotente", como se ha podido leer en las redes. Pero esa fama se trocó en simpatía y apoyos; sus fans han destacado a lo largo de esta edición no solo su pericia en la cocina, sino también su atractivo físico.
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