Si la primera entrega de Ven a cenar conmigo gourmet edition ya dio para mucho, el segundo capítulo tampoco defraudó a las expectativas. En esta ocasión fueIrma Soriano (55 años) quien ejerció como anfitriona, lo cual generaba cierto morbo: ¿sería capaz Loles León (68) de repetir sus encontronazos jugando fuera de casa?
Los primeros momentos invitaban a pensar en que el hacha de guerra estaba enterrada. Loles León, quien fue la última en llegar a casa de Irma Soriano, se presentó en casa de la anfitriona con un cutre ramillete de flores, recién cogidas del jardín de al lado. "Toma, para que me perdones, que estuve muy seca contigo", se excusó. Irma reconoció haberse relajado con ese presente: "Me ha gustado mucho".
Pero no se dejen llevar por las apariencias iniciales. Esta segunda entrega dio para mucho, comenzando por las valoraciones que hizo la propia Irma Soriano del pique vivido en el primer capítulo con Loles: "Me llevé una sorpresa con sus comentarios, es un concurso y seguro que quiere ganar. Nada más conocerla dije 'qué suerte' y no sé si estaba cansada pero no se lo tomó bien. Trataba de empalizar, pero no se puede gustar a todo el mundo". Quedaba claro que la periodista estaba en guardia por lo que pudiera venir.
Mientras, Belinda Washington (55) y Rosa Benito (63) parecen quedarse al margen de las polémicas, aunque la primera de ellas dejó un comentario para el recuerdo. Mientras Irma Soriano preparaba el entrante, la presentadora valoró la foto de boda que tenía la anfitriona en su salón: "El marido de Irma tiene un meneo". No fue el único comentario subido de tono de la velada.
Así, Rosa Benito ejerció de periodista y, tras dar buena cuenta del entrante, le preguntó a la anfitriona sobre su maternidad y matrimonio: "Conocí a mi marido cuando estaba trabajando, haciendo un programa en Castilla-La Mancha Televisión, me cambió la vida. Fue un flechazo. Hubo un momento en el que pensé que ese amor no tenía futuro, pero duró y sigue durando. Es maravilloso. Es muy buen padre y nos queremos mucho".
Volviendo a lo puramente gastronómico, Jaén en mí, que es como bautizó Irma al primer plato no gozó de buenas valoraciones, aunque, como era de esperar, la más crítica fue Loles León: "Nunca he comido pipirrana. Me estoy comiendo el tomate, pero para mí es muy fuerte de cebolla y ajo; me están picando las cuerdas vocales", valoró.
Protagonismo
Aunque no estuviera en su casa, quedaba claro que Loles iba a llevar la voz cantante, también a la hora de hablar de maternidad: "Soy madre soltera, y serlo en España en 1970 era muy jodido, y más siendo actriz. No te admitían al hijo en el colegio público. Me cerraron muchas puertas. El género humano tiene esas miserias. No tengo rencor, me siento muy reconfortada, estoy donde quería", recordó.
Antes del segundo plato, las invitadas decidieron hacer una excursión para cotillear la habitación de Irma Soriano. Cuando Belinda destacó las grandes dimensiones de la cama, Loles León confesó que le gustaban las camas redondas: "Son orgías. Yo sí que las he hecho, mola. Tú tendrías que hacer una cama redonda (a Rosa), expandes la mente, no te atreves. Tenemos sólo una vida. Ahora no lo hago, porque no me sale, pero de joven sí. No estoy cerrada a todo lo que sea placer, es mejor que cualquier gimnasio".
Tras esas confesiones, la vuelta a la mesa sirvió para dar la bienvenida al segundo plato, Al rico Soriano, una receta donde el pollo era el protagonista. A Rosa Benito le gustó bastante; Belinda pidió la receta e incluso pidió repetir ("En mi vida he probado un pollo así", confesó). Pero, claro, aún quedaba por pronunciarse Loles León y eso es mucho decir. Esta vez, la actriz no se cansó de alabar a Irma Soriano: "Estaba riquísimo, enhorabuena".
Después de las valoraciones y de un recuerdo del gran Jesús Hermida, la conversación discurrió por terrenos bastante subidos de tonos. Loles León, como siempre, fue la más lanzada, explicando que tiene perfil en Tinder, porque una amiga la dijo que se estaba "hinchando a tener relaciones prematrimoniales". Todo esto tuvo que conllevar una explicación para Rosa Benito, desconocedora absolutamente de la existencia de esta app de ligues. “Hay que ser muy valiente, estoy muy chapada a la antigua, mi mente no está preparada para eso”, describió la alicantina.
Cuando parecía que las aguas estaban en calma, la elección del postre reavivó las tensiones entre Irma Soriano y Loles León: "Tengo un trauma infantil con el arroz con leche, me peleé muchas veces con mi abuela. Me forzaba a tomarlo, me daba arcadas y vomitaba. El arroz lo tomo de muchas formas, menos con leche”. “Los traumas hay que superarlos", contestó Irma Soriano. “Has visto que me lo he comido”, le espetó a la anfitriona, antes de que ésta se llevara otro revés, esta vez de Belinda Washington: "Me ha gustado mucho, pero creo que es muy contundente, yo no lo hubiera puesto en esta cena". Rosa Benito no dejó absolutamente nada en el recipiente, señal de que la había encantado.
El final de fiesta corrió a cargo de Justo Gómez, "un número uno del arte y del humor", según Irma Soriano, que, eso sí, no pareció tener demasiado éxito entre las invitadas. La puntuación final fue de 20 (Loles León y Rosa Benito otorgaron 6 puntos cada una, y Belinda 8), lo que deja a Irma Soriano por detrás de Rosa Benito, quien obtuvo 23.
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