Rosa López se sincera en ‘Ven a cenar conmigo’: “En la cama soy una fiera, pero llevo tiempo sin hacerlo”

Rosa López se sincera en ‘Ven a cenar conmigo’: “En la cama soy una fiera, pero llevo tiempo sin hacerlo”

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Rosa López se sincera en ‘Ven a cenar conmigo’: “En la cama soy una fiera, pero llevo tiempo sin hacerlo”

La segunda entrega de la nueva temporada tuvo a la cantante granadina como anfitriona.

21 agosto, 2019 03:47

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Después de que Raquel Mosquera (49 años) rompiera el hielo, la nueva temporada de Ven a cenar conmigo: Gourmet edition deparó una nueva entrega, esta vez con Rosa López (38) como anfitriona. Había cierta expectación en conocer el menú de la cantante después de que la granadina se definiera en el primer programa como "vegana", y este segundo programa del concurso de Mediaset no defraudó en absoluto.

"Me cuido mucho en cuerpo, mente y alma. Empecé siendo crudivegana y se me quedó el cuerpo frío porque mi abuelo era carnicero. Ahora soy ovo-lacto-vegana", explicó antes de dar a conocer el menú con el que intentaría superar los 26 puntos que logró Raquel Mosquera, aunque, eso sí, ella misma parecía no confiar demasiado en sus opciones: "Como anfitriona soy un desastre", adelantó.

Rosa López fue la anfitriona del programa 'Ven a cenar conmigo: gourmet edition de este martes.

Rosa López fue la anfitriona del programa 'Ven a cenar conmigo: gourmet edition" de este martes.

La primera en llegar fue Laura Matamoros (26) que alucinó con los entrantes de la cantante, basados en embutido vegano, antes de calificar como "exagerada" la nota que dio Rosa López a Raquel Mosquera. La granadina no lo negó. Y entre comentarios del pasado se presentó Aless Gibaja (31), el otro influencer de esta edición, quien también se mojó respecto a las puntuaciones a la peluquera: "Con esa carita que puso Raquel, cómo le vas a dar peor nota".

Aunque para llegada sonada la de Francisco (60). El cantante se presentó con un ramo de rosas para la anfitriona, acompañado de un beso que estuvo muy cerca de convertirse en un 'pico'. Poco después completaba la velada Raquel Mosquera, quien recibió nuevas valoraciones de sus compañeros de concurso. Laura Matamoros fue, una vez más, la sincera: "Si no hubiera tenido que votarte a la cara, te habría dado un punto menos".

Disgustos

Ya sentados en la mesa, los invitados degustaron, en primer lugar, el entrante, bautizado como 'La madre que me parió', una sopa que hacían la abuela y la madre de Rosa López. "Es fácil pero a todo el mundo le gusta", adelantó. Entre fogones, la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo también tuvo tiempo para reconocer que esperaba que este programa fuera una especie de First Dates donde conociera a chicos: "Los hombres me gustan que no fumen, que tengan mucho sentido del humor, activos, sanos, inteligentes… pero me gusta mucho el no saber qué va a ocurrir".

Rosa López preparó una sopa como primer plato de la noche.

Rosa López preparó una sopa como primer plato de la noche.

El amor iba a ser un tema recurrente durante el encuentro, pero la gastronomía reclamó su protagonismo nada más servirse el primer plato. "Sí que me ha gustado. Cuando un plato es sentimental me gusta hasta más", destacó Aless Gibaja, aunque fuera de cámara fue un poco más duro.

Laura Matamoros fue menos diplomática: "Me ha gustado, pero sí es verdad es que estaba insípido; no me sabe a nada, le hubiera puesto más patata". La alegría llegó con Raquel Mosquera: "Mi plato, Rosa, está vacío, y eso significa que me ha encantado".

Antes de que llegara el plato principal, la conversación subió varios grados de temperatura. A partir de un comentario de Raquel Mosquera, Rosa López matizó que "en la cama soy una fiera". Esa aseveración dio paso a que la granadina reconociera que lleva bastante tiempo sin tener relaciones, por lo que Aless Gibaja, sin cortarse, preguntó "cuánto tiempo llevas sin hacerlo". "Seguro que más que vosotros. Tú por qué crees que tengo tanto tiempo para estas cosas", contestó la exconcursante de OT, a quien le gustaría "estar con algo más que una parte baja".

Volviendo al menú, el plato principal, llamado 'Andalucía del mañana', se quedó sin uno de sus componentes: el cuscús se pasó y la anfitriona decidió no ponerlo en la mesa. "Os he puesto una especie de carne que parece pollo pero no lo es, es heura". La explicación de Rosa no pareció convencer a algunos de sus invitados, especialmente a Francisco, quien se mostró duro en la valoración: "Está frío, tiene sabor a quemado y el picante se ha adueñado de cualquier otro sabor. Sinceramente, tengo mucho apetito pero con esto no ceno. No sé qué decir, lo siento".

Nuevamente, la más optimista fue Raquel Mosquera: "Me encanta este plato". Más duros que la peluquera fueron los dos influencers. Para Laura Matamoros, el plato estaba "muy sazonado", valoración que compartía Aless.

Durante la cena Rosa López aprovechó para hablar de su paso por 'Operación Triunfo'.

Durante la cena Rosa López aprovechó para hablar de su paso por 'Operación Triunfo'.

A falta de rematar con el postre, los comensales pidieron a Rosa que les hablara de su etapa en Operación Triunfo. Aquí Rosa López reconoció que se lleva "bien con todos" los concursantes con los que coincidió, aunque lo más jugoso llegó a raíz de la pregunta de Laura Matamoros sobre si en  la academia se hacía edredoning: "Soy muy despistada. Me levanté una vez al baño y, sin querer, Bustamante abrió la puerta de golpe y me vio el potorrín".

Aún quedaba por servirse el postre, 'Green paradise', con el que Rosa apuraba sus últimas opciones de convencer a los invitados después del fiasco del plato principal. "Es de los postres más raros que he probado", criticó Laura Matamoros, para quien fue "el peor plato de los tres". A Aless Gibaja tampoco le acabó de convencer. Raquel Mosquera volvió a deshacerse en elogios, apuntando que se estaba planteando convertirse en "vagana", un concepto que provocó las risas del resto de comensales. Para Francisco el postre fue sorprendente "para bien".

Después de un fin de fiesta caótico, con un juego que nadie entendió, llegaron las votaciones, con 22 puntos, una pobre valoración que llevó a Rosa López a hacer uso de su poder: conocer quién le había otorgado cada puntuación.

[Más información: El día en que Rosa López demostró en televisión que no sabe nada sobre el veganismo]