Rudy Fernández, el DJ de la selección que se emborrachó de éxito en China
El campeón del mundo de baloncesto visitó 'El Hormiguero'.
1 octubre, 2019 23:24Noticias relacionadas
Pasó por la NBA, lo ha ganado todo a nivel de clubes con el Real Madrid y recientemente ha logrado algo que pueden decir muy pocos jugadores en la historia del baloncesto: levantar su segundo título de campeón del mundo. Rudy Fernández (34 años) está atravesando un momento dulce a nivel profesional y, por ello, el escolta balear visitó este martes El Hormiguero.
Nada más entrar al plató, Rudy ya se ganó las simpatías de Pablo Motos (54), al colgarle al cuello la medalla de oro conquistada semanas atrás en Pekín. "Esta es la medalla que dice que habéis sido los mejores del mundo en algo, por segunda vez. Es muy difícil definirlo, pero ¿se parece a algo esa sensación de levantar la Copa del Mundo?", arrancó la entrevista el presentador del talk show. Al respecto, el invitado destacó que "son muchas sensaciones, fue un verano difícil porque comienzas la concentración con la selección y dejas de lado la familia, era la primera vez que me separaba tanto tiempo de mi hijo, Al comienzo la gente creo que no confiaba demasiado en nosotros, pero hemos trabajado mucho. Era la primera vez que la generación del 80 no estaba y con el grupo que hemos creado es algo increíble ganar el Mundial".
Una vez logrado el título, la selección de Sergio Scariolo celebró este éxito como se merecía, por todo lo alto. Por ello, Motos se mostró intrigado sobre si ese estado de euforia es similar “a cuando vas bebido”. “Puede ser. La celebración la disfrutamos, íbamos bebidos, nadie ocultaba nada. En esos momentos soy de cerveza, no al nivel de Marc Gasol (34)”, comentó Rudy entre risas.
Además de su aportación en la cancha, este Mundial también ha sido especial para el jugador balear por el hecho de ser el primer gran torneo en el que ejercía como capitán, una labor que califica como “fácil” y que, además, se presta a situaciones “divertidas, como el hecho de tener que pactar las primas con el presidente de la Federación”.
Referente
Uno de los secretos de este equipo histórico es, sin duda, la gran unión dentro del vestuario, una labor en la que Rudy y otros jugadores más experimentados juegan un rol fundamental. “Esa labor psicológica la hacemos entre todos, no creo que deba ser una tarea exclusiva del capitán. Los veteranos ejercemos como tal con los jóvenes. Aparte Sergio (Scariolo) en ese aspecto es muy cercano”, se sinceró el internacional del Real Madrid.
Otro de los aspectos más comentados de la andadura española en el Mundial de China ha sido las escasas expectativas que había en el entorno, especialmente a nivel mediático. Para Rudy, lejos de ser un inconveniente, cree que “hay que darles las gracias a esta gente, eso nos hace dar un paso adelante. Muchas veces se ha demostrado durante estos años que la selección ha competido, nos merecemos un respeto, y creo que mucha gente nos lo tiene”.
Además de conocer algunos aspectos, como el sufrimiento en la semifinal ante Australia, la entrevista en El Hormiguero sirvió para conocer una faceta desconocida de Rudy Fernández. “Este año he hecho bastante de DJ. En el hotel celebramos el Mundial y sí, estuve pinchando música. Puse de todo, rap, reggaeton, canciones de los 80 y los 90…”.
Este momento divertido dejó a otro mucho más serio. Este verano dejó varias noticias tristes para Rudy, como el fallecimiento de su abuelo y el hecho de que su hermana Marta perdiera el bebé que estaba esperando. Preguntado por quién le ayudó en esos momentos, el capitán de la selección reconoció que “sobre todo el equipo, mi familia… Fueron momentos difíciles. Mi abuelo, para mi hermana y para mí, fue una persona muy importante. Luego la vida me dio otro palo con lo de mi hermana. Me llegué a plantear dejar la selección y estar con mi familia. Al final me convencieron para estar con el equipo. La vida te da golpes, pero le pedí al equipo que me ayudaran a levantar la copa por mi abuelo y por mi hermana”.
Otro de los secretos de Rudy para afrontar esos momentos es la hipnosis, una herramienta a la que recurrió cuando sufrió varias lesiones de espalda que le llevaron al quirófano en repetidas ocasiones. Para cerrar la entrevista, el jugador internacional habló de su familia, centrándose en su hijo mayor, Alan (3): “Está muy grande. No sé a quién ha salido, porque es pelirrojo, pero de Pablo no es seguro”, bromeó.
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