Todo estaba preparado este miércoles en El Hormiguero para recibir la visita del exfutbolista Luis Figo (46 años) y su esposa, Helen Svedin (44) con motivo de la campaña de moda de una conocida firma española que protagonizan. Sin embargo, la pareja acabó quedando en un segundo plano ante una de las sorpresas que reservaba el programa.
Antes de ello, Pablo Motos (54) realizó la habitual entrevista a sus invitados, comenzando con unos prolegómenos marcados por el idioma. En concreto, Motos quería saber si alguien en España había pronunciado bien el nombre y apellido de Helen Sviden. La sueca fue tajante: “No, incluso a Luis le costó decirlo bien”. El propio Figo lo ratificó, bromeando con el hecho de que lo pronuncia bien “hablando normal, pero no cuando lo grito”. Con procedencias y lenguas maternas tan diferentes, la pareja reconoció que se comunicaban en inglés al inicio de la relación, pero que ahora lo hacen en español.
Sobre el origen de su noviazgo, Figo recordó que “nos conocimos en Barcelona, era mi primer año en la ciudad. Frecuentaba un restaurante donde la vi por primera vez, aunque ahí no empezamos a salir”, destacando que fue prácticamente un flechazo instantáneo, un sentimiento que, a tenor de sus palabras, aún sigue vigente. A la hora de definir a su esposa, el exfutbolista dijo que “es elegante, sensible, sexy, guapa, una gran madre y, lo más importante, creo que es una buena persona”.
Esa pregunta, ligada al eslogan que acompaña a la campaña que protagonizan, también le fue realizada a Helen Sviden. Para ella, Figo es “sobre todo es una persona que siempre me ha hecho sentir ahí para mí”.
Más de lo mismo
Tras el paso habitual por publicidad, la entrevista continuó por los mismos derroteros. Así, Pablo Motos contó una anécdota que sucedió durante la grabación del anuncio en el que participan Figo y Sviden. “Me han dicho que cuando estabas grabando el spot querías decir así matamos dos pájaros de un tiro y dijiste tengo varias moscas volando”, bromeó el presentador a la sueca, dando pie a que recordara algún refrán sueco.
En lo que también coincide esta pareja es el sentimiento de admiración hacia la Ciudad Condal. “Tenía 22 años, era la primera experiencia fuera de mi país, llegué a Barcelona con la intención de empezar una carrera internacional. Desde el inicio me adapté muy rápido a la ciudad y al club. Empecé a vivir solo, lo cual fue un cambio importante. Barcelona era en esa época una ciudad diferente a lo que es ahora”, rememoró el portugués. Por su parte, la modelo sueca se acordó de que, al llegar en avión, aseguró que “de aquí no me voy nunca”.
Suecia y Portugal tienen pocos aspectos en común, lo que da pie a un choque cultura importante. En ese sentido, Figo contó que “hay mucha diferencia en el sentido de que somos latinos, las costumbres del norte de Europa son grandes. Normalmente vamos a Suecia una vez al año, en invierno y la gente está en casa. La experiencia que he tenido es que cuando sales te intentan emborrachar. Al final los tumbé”, bromeó.
A su vez, Helen Sviden comentó que lo que más le chocaba es “los horarios”. “Al principio me costaba mucho. Por ejemplo, cuando decían que quedábamos por la mañana, necesitaba saber una hora concreta. Soy muy sueca”. Pero cuando el programa parecía pasar con más pena que gloria, llegó el momento estelar de la noche, de la mano de Pilar Rubio (41).
El reto que se había propuesto esta vez a la colaboradora era tocar el violín. Para ello contó con un maestro de altura, un músico de Mägo de Oz, una banda que acompañó a Rubio en el plató para interpretar su archiconocida canción Fiesta pagana. Eso sí, la acogida en las redes no fue la mejor. En Twitter varias personas acusaron a Pilar Rubio de no haber tocado:
[Más información: La resurrección de Pilar Rubio, convertida en una máquina de hacer dinero]