El verano es una época ideal para regresar a tus raíces, al lugar donde naciste y que te vio crecer. Sonido de charanga, capea con vaquillas y yincanas donde mostrar habilidades y estrechar lazos con los paisanos formaban parte de la estampa estival de cualquier pueblo español que se preciara allá por la década de los 90. Pero, ¿era posible condensar todo eso en un concurso televisivo? Ramón García (57 años) y Televisión Española se encargaron de demostrar que sí con El Grand Prix.
Ahora cuando se cumplen 25 años del programa, se ha anunciado el presentador conducirá un especial del concurso veraniego, una oportunidad para recordar todos los momentos divertidos y las anécdotas vividas. Se podrá ver este 17 de julio en Youtube a las 21:30 horas. "Un 17 de julio de 1995 se estrenaba un concurso que iba a hacer historia", indican desde el canal del programa.
Sin embargo, el histórico presentador del formato ha desmentido este viernes que vaya a formar parte de un especial, asegurando que el acto anunciado se ha organizado al margen de la productora y sin contar con él. "No esperen verme en ningún sitio esta noche", ha aseverado en su programa En Compañía.
En 1995 la cadena pública hacía un ensayo con Cuando calienta el sol, un espacio en el que competían cuatro pueblos cuyo censo no excedía de los 5.000 habitantes. Al año siguiente se dio una nueva vuelta de tuerca, pasando a denominarse el programa El Grand Prix del verano, esta vez con dos localidades como protagonistas de menos de 50.000 habitantes. Los contendientes estaban apadrinados por un personaje famoso.
Los concursantes debían hacer frente a pruebas de todo tipo. Algunas de ellas requerían cierta precisión y conocimientos, como la denominada 'Patata caliente', donde debían averiguar alguna cifra concreta al tiempo que se iba hinchando un globo. Si lograban responder de forma correcta, el objeto pasaba a manos del representante del rival, quien debía acertar antes de que explotase el globo. Valga como descripción este épico momento protagonizado por Chiquito de la Calzada:
Pero si por algo era conocido El Grand Prix del verano era por sus pruebas de habilidad. 'El derribo de bolos', consistente en que un representante debía lanzar una bola con los ojos vendados a rivales que se encontraban subidos a un minúsculo cajón; o 'Los troncos locos' donde debían trasladar cubos de agua sorteando diversos obstáculos al más puro estilo Humor amarillo eran marca de la casa, aunque, sin duda, las pruebas que se llevaban la palma eran las que tenían como protagonista a una vaquilla, llegando a ser una de las imágenes más icónicas y formando parte del logotipo durante varias temporadas.
Una improvisada plaza en medio de un plató servía como escenario donde varios concursantes debían lograr algún objetivo sorteando, eso sí, las embestidas de una vaquilla que llevaba protecciones en su escasa cornamenta. Imaginen la que se liaría hoy día con un espectáculo similar, con animales, en la cadena pública. Sin duda, era otra época:
Éxito de largo recorrido
Sea por la falta de competencia en la parrilla durante la época veraniega o por tocar en lo más profundo de las raíces españolas, El Grand Prix del verano se perpetuó en la programación de TVE durante los veranos comprendidos entre 1996 y 2005. En ese periodo las audiencias rara vez bajaron los tres millones de telespectadores y por el plató de la cadena pública desfilaron nada menos que 240 pueblos. Como curiosidad, el ganador de la primera edición (todavía llamada Cuando calienta el sol, en 1995) fue la localidad asturiana de Cudillero, sucediéndole en el palmarés (ya como El Grand Prix del verano) las salmantina Guijuelo.
Tras estos éxitos, otro ente público, esta vez FORTA, con sus cadenas autonómicas correspondientes, recuperaba el programa en el verano de 2007, aunque esta vez se prescindía del mítico Ramón García como presentador para dejar su lugar Bertín Osborne (64). Aunque se mantenía el formato y la esencia, el hecho de ser un producto ya conocido y de tener menor difusión hizo que experimentase un bajón importante en cuanto al share: la final que coronó a Carrión de los Condes (Palencia) fue seguida por 1.490.000 espectadores.
Los dos veranos siguientes, en 2008 y 2009, FORTA continuó con esta apuesta que parecía segura, pero el descenso en las cuotas de pantalla seguía produciéndose de forma vertiginosa para cerrarse el 13 de septiembre de 2009 con la final entre Renedo de Esgueva (Valladolid) y El Viso del Alcor (Sevilla).
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