Al margen de la cuota de popularidad habitual, cuando un concursante se mete de lleno en la participación de un reality show se marca como meta ganar un premio que, en muchas ocasiones, consiste en una jugosa cantidad de dinero en metálico. Hasta alcanzarlo, el campeón debe trabajar duro, aunque no tanto como en el caso que hoy nos atañe: La casa de tu vida.
Una vez más, Telecinco fue la cadena que apostó por un formato novedoso en nuestro país. Era el mes de abril de 2004 y la productora Endemol ponía en el mapa a un nuevo reality show que iba a romper moldes. Nada menos que ocho parejas llegadas desde diferentes puntos de España se enfrentaban a un doble reto, el de construir una casa espectacular y, al mismo tiempo, demostrar que eran capaces de convivir entre sí. Al frente de este interesante experimento se situaba Jordi González (57 años) como presentador.
El estreno ya fue prometedor en cuanto a audiencia se refiere. Nada menos que 2.962.000 espectadores se congregaron ante la pequeña pantalla para dar a Telecinco un interesante 17,9 por ciento de share. A partir de aquí se inició una imparable escalada hacia el éxito, gracias, en parte, a los momentos imperdibles que depararon varias parejas. Por ejemplo, Julián y Miriam, dos novios madrileños, se marchaban a las primeras de cambio, apenas tres días después de haber ingresado en el reality.
Pero, como en cualquier concurso de este tipo que se precie, La casa de tu vida despertó gran curiosidad por las situaciones que se generaban durante la convivencia. Y, en este sentido, no se puede olvidar el episodio protagonizado por David Verdú y Natalia Serrano, dos malagueños que renunciaban a sus opciones después de que David, un albañil de 27 años, se dedicara a cimentar en otro terreno, el amoroso, con la madrileña Vanesa Lancho, relaciones públicas de una discoteca. Para Natalia, la situación cruzó los límites y acabó convenciendo a su pareja para decir adiós al concurso.
Gasolina para 'Crónicas'
Por momentos como este, La casa de tu vida fue ganando seguidores asentándose en la barrera de los tres millones de telespectadores y, en algunas ocasiones, llegando hasta la barrera de los cuatro millones, registros que pulverizó en la final de la primera edición, seguida por 5.357.000 personas, nada menos que un 39,3 por ciento de share. Casi nada.
Como anécdota comentar que Juanma García y David Cereceda, dos novios gaditanos, se convertían en los ganadores de una casa valorada en 790.000 euros, un premio muy bien recibido por dos personas que en ese momento estaban en el paro.
Acostumbrada a retroalimentar sus programas de forma constante, Telecinco no dudó en explotar el filón de La casa de tu vida en uno de sus títulos de cabecera, Crónicas Marcianas. Uno de los vídeos más populares fue esta acalorada discusión entre varios de sus concursantes:
Después de tanto éxito, no quedaba duda de que la continuidad de ediciones posteriores de este reality estaba más que asegurada. Así, en marzo de 2005 volvía a aparecer en la parrilla un programa que continuó dejando registros notables en materia de audiencia, moviéndose entre el 22 y el 30 por ciento de share. La final, en la que se coronaron los cordobeses Chari Moya y Curro Molina, fue seguida por más de 4.500.000 telespectadores.
Con estas cifras, nada hacía presagiar el final que iba a tener La casa de tu vida. La tercera edición arrancó el 1 de febrero de 2007. A pesar de haber estado fuera de antena dos años, el formato parecía haber cansado a la audiencia, que apenas respaldó al reality. Después de una segunda gala en la que las cifras bajaron de los dos millones de espectadores, Telecinco aceleró el final del concurso, que bajaba el telón de forma definitiva doce días después.
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