La sombra del boicot vuelve a planear sobre Mediaset. El caso de la supuesta violación a Carlota Prado (24 años) en GH Revolution ha generado un enorme revuelo y una oleada de indignación en las redes sociales. La compañía lleva meses guardando silencio ante la polémica y, de momento, solamente se ha pronunciado Endemol Shine, matriz internacional de Zeppelin TV y dueña del formato Big Brother, a través de un comunicado en el que justifican la actuación del equipo de Gran Hermano ante la supuesta agresión sexual a una concursante.
La inacción por parte de los responsables y la publicación de nuevos datos sobre el caso han provocado un aumento de la escalada de críticas de los internautas, que se han unido al llamamiento al boicot que han realizado personajes famosos como Coto Matamoros (63), la escritora Lucía Etxebarría (52) o el ganador de GH 7 Pepe Herrero (49).
Una reacción por parte del público que ya ha tenido las primeras consecuencias: las marcas Fi Network, Carretilla y Nestlé han respondido a la presión de los internautas retirando su publicidad de Gran Hermano.
Este boicot publicitario podría provocar una respuesta en cadena del resto de anunciantes para no verse implicados en la polémica. Un caso que recuerda a lo sucedido con el programa La Noria, que tuvo que ser cancelado tras quedarse sin publicidad por la entrevista a la madre de Francisco Javier 'El Cuco', supuesto cómplice del asesinato de Marta del Castillo.
Todo comenzaba el 29 de octubre de 2011, cuando Rosalía García se sentaba en La Noria cobrando, según se publicó entonces, una cantidad que rondaba los 10.000 euros. Aquello desencadenó una avalancha de críticas en las redes sociales, aunque las consecuencias para el programa no comenzaron a producirse hasta que el periodista Pablo Herreros señaló directamente a las marcas que se habían anunciado durante la polémica entrevista a la madre del presunto criminal.
Poco a poco, los anunciantes fueron cayendo y el programa se fue quedando sin su principal fuente de ingresos. Grandes marcas como Puleva, Nestlé, L'Oreal o El Corte Inglés cancelaron sus acuerdos con La Noria, que llegó a emitirse íntegramente sin publicidad el 11 de noviembre. La compañía reaccionaba tres semanas después, reconociendo su error e iniciando una campaña de 'blanqueamiento' por la que fueron eliminados programas como Enemigos Íntimos o Resisitiré, ¿vale?.
Mediaset se reunió de urgencia con los anunciantes y consiguió que algunos de ellos volvieran a publicitarse en La Noria, pero de nuevo se desataron las críticas y algunas marcas se vieron obligadas a pedir perdón y suprimir definitivamente su publicidad en el programa.
La enorme presión y la falta de ingresos llevaron a la compañía a relegar La Noria al espacio del late night en enero de 2012 para estrenar un nuevo espacio político, El Gran Debate, con el cual recuperaron los preciados anunciantes para la franja más cara del día, el prime time.
Finalmente, el 7 de abril de 2012 Telecinco anunciaba el final definitivo de La Noria y una semana después, el programa se despedía de la parrilla de la cadena para siempre. Había triunfado un boicot que, de repetirse ahora con Gran Hermano, acabará con el formato más longevo y exitoso de la televisión española.
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