Endemol Shine, matriz internacional de Zeppelin TV y dueña del formato Big Brother, ha emitido un comunicado tras la polémica suscitada por la supuesta violación a Carlota Prado (24 años) en Gran Hermano Revolution y la filtración de las imágenes en las que la concursante visionaba sola en el confesionario las imágenes de los hechos.
Según el texto que la productora ha remitido a Variety, en todo momento se siguieron los "protocolos establecidos", expulsando a José María de la casa al detectar lo que desde Endemol califican como "un incidente". Además, afirman que Carlota "recibió apoyo de profesionales independientes" y, tras pasar varios días fuera de Guadalix, "decidió no presentar cargos y regresar al programa".
Ante la polémica por las imágenes del confesionario que publicaba hace unos días El Confidencial, la factoría defiende que "ningún contenido se grabó con la intención de ser emitido", aunque reconocen que las circunstancias en las que se informó a Carlota de lo sucedido no fueron las más adecuadas: "lamentamos que la conversación tuviera lugar en el confesionario".
Sobre la filtración del vídeo, Endemol asegura que las imágenes se entregaron a las autoridades "encriptadas y protegidas" cuando fueron solicitadas como posibles pruebas.
El comunicado finaliza con uno de los aspectos más controvertidos del vídeo que ahora ha visto la luz. En las imágenes, el 'súper' pedía a Carlota que no contase a sus compañeros nada de lo sucedido, una cuestionada decisión de la que la productora sale al paso afirmando que se tomó "de buena fe, con el fin de proteger su privacidad y porque el incidente iba a ser notificado a la policía".
Lo cierto es que el vídeo aportado por Gran Hermano fue considerado como pieza clave por la jueza de instrucción, que ve indicios de abuso sexual por los que José María podría enfrentarse a una pena de entre uno y tres años de prisión. Además, la magistrada halló contradicciones en el relato del supuesto agresor, al que afirma que en las imágenes de los hechos se le puede ver haciendo movimientos que "aparentemente pudieran consistir en penetraciones", mientras que Carlota se encontraba "sin apenas moverse, boca arriba, con los ojos cerrados desde que se metió en la cama".
En medio del revuelo y sin que se conozca aún la fecha de inicio del juicio, Carlota Prado continúa en tratamiento psicológico y acusa al programa de haber cometido un delito de "omisión de socorro" por no intervenir en el momento de los hechos para detener la supuesta agresión.
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