No se puede negar que este jueves se ha vivido una gran final de GH VIP 7; vibrante, emocionante, repleta de lágrimas y superación. Ha sido una edición vertiginosa, marcada por todo tipo de escándalos y que ha llegado a su fin con un toque feminista: tres mujeres se disputaban el premio y el éxito sin rival: Adara Molinero (26 años), Alba Carrillo (33) y Mila Ximénez (67). Cualquiera de ellas podría haberse alzado con la victoria; se trata de tres concursantes que han dado ingredientes de sobra para ello.
La noche empezaba así: 40,1 /11,3 / 48,6 por ciento. La cosa estaba más que reñida, sobre todo para dos personas, que resultaron ser Alba y Adara tras convertirse en tercera finalista Mila Ximénez. Ella era ese once por ciento. Tras apearse la colaboradora de Sálvame, las redes lo tenían claro: Adara ganaba el concurso. Ese concurso que le ha cambiado la vida, ese que le ha abierto los ojos sobre el amor, que le ha puesto sobre la pista a Gianmarco.
Si hay una persona a la que el reality ha revolucionado y ha conseguido mudar, esa es Adara, al menos para gran parte del público. Esa forma de enfrentarse a esa realidad que tenía silenciada, a ese desamor por el padre de su pequeño; esa manera de sonrisa cuando se enamoró, poco a poco, de Gianmarco. Todo eso la han hecho ganadora. La azafata ha conseguido llevarse el maletín con 100.000 euros de premio con un 56,3 por ciento de los votos. Su felicidad es plena, habrá que ver cómo evoluciona su amor con Gianmarco y qué papel juega en él su madre, Helena. De este modo, gana el premio que no pudo conseguir en GH 17.
El amor que la ha hecho triunfar
La exconcursante de Gran Hermano 17 ha logrado quitarse la 'espinita' y llegar, esta vez sí, a la final del reality. ¡Y conseguir el premio! Su camino no ha sido fácil: en las primeras semanas de convivencia, Adara se alió con Hugo Castejón, el concursante más odiado de la edición. Una amistad que le valió el enfrentamiento con el resto de compañeros.
Pero la azafata encontró otro gran apoyo inesperado: el del Maestro Joao, pareja de su exnovio Pol Badía. El vidente se convirtió en confidente, consejero y cómplice de Adara, testigo excepcional de su historia de amor con Gianmarco Onestini, el italiano que ha dinamitado la relación de la concursante con el padre de su hijo, Hugo Sierra.
Adara abrió su corazón con Joao cuando creía que nadie podía escucharles y toda España fue testigo de su dilema amoroso, hasta que su padre se encargó de confirmarle, durante su visita a Guadalix, que "se ha visto todo". Consciente de la situación, y a pesar de las dudas iniciales, la concursante acababa rindiéndose a los encantos del italiano y daba por rota su relación con Hugo desde la intimidad del confesionario: "Que me perdone de verdad si le he hecho daño. No sé cómo ha podido pasar, pero me he enamorado de Gianmarco".
Una historia de amor que ha conquistado a muchos espectadores, mientras que otros cuestionan los verdaderos sentimientos de Adara. Joao ya lo vaticinaba: todo el país apoyaría a la concursante y así ha sido: "España entera la adora, ¡Adara ganadora!".
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