Aunque ahora se ha convertido en un referente de los programas matinales, Ana Rosa Quintana (63 años) debe buena parte de la gran reputación televisiva que tiene a otro magacín, aunque en el caso que hoy nos ocupa se emitía en una franja horaria bien diferente: la sobremesa.

Antena 3 tenía muy clara su apuesta. Corría el año 1998 y la cadena de San Sebastián de los Reyes quería enganchar a un público de mediana edad, y lo iba a hacer a través de un programa que encajaba a la perfección con la definición de magacín en su más amplia expresión: entrevistas, reportajes, actuaciones en directo… Pocas modalidades se iban a quedar fuera de este Sabor a ti que iba a tener un peso destacado en la parrilla televisiva durante nada menos que seis años.

Porque sí, aunque ahora parezca difícil de creer, hubo un tiempo en el que el espacio de sobremesa no fue un coto casi exclusivo de Telecinco. Ese paréntesis se debió a un magacín que tenía tres horas de duración y que comenzó con una versión muy variada, con secciones para todos los gustos (desde el cuidado estético, hasta la advertencia sobre timos o engaños).

Mutación

Sin embargo, el riesgo de caer en lo fácil, en dejarse llevar por los chismes de la prensa rosa, fue una trampa demasiado golosa para el programa de Cuarzo Producciones. A pesar de ese deterioro en su calidad, la audiencia fue dando la razón a un Sabor a ti que se convirtió en la consagración definitiva (por si quedaba alguna duda) de Ana Rosa Quintana en la pequeña pantalla.

La primera temporada se cerró con un 24 por ciento de share que mejoraba sensiblemente la media de la cadena. Con el paso de los cursos, la apuesta se consolidó, llegando a tocar techo el 1 de marzo de 2002, fecha en la que se entrevistó en directo a la colombiana Ana María Orozco, protagonista de uno de los fenómenos televisivos del momento, Yo soy Betty, la fea. Se estima que más de cuatro millones de telespectadores vieron en algún momento ese día Sabor a ti, firmando un histórico 45,8 por ciento de cuota de pantalla.

Sin embargo, aquella jornada fue un pequeño oasis en el desierto por el que comenzaba a peregrinar el magacín. La rutina y la previsibilidad hicieron que la fidelidad de los telespectadores se fuera perdiendo de forma paulatina, hasta que el 15 de julio de 2004 llegaba a su última emisión.

Atrás quedaban seis años en antena, más de mil programas y varias anécdotas, como el hecho de que en la temporada 2002-2003 tuviera como copresentador a Jaime Cantizano (46), en lo que sería su debut a nivel estatal antes de tomar las riendas de ¿Dónde estás, corazón?. Eso sí, la andadura del jerezano en Sabor a ti no fue demasiado extensa y en la última temporada su papel lo desarrolló una paisana suya, Esther Arroyo (51).

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