Con la resaca de la gala de los Goya aún latente, dos actores como Luis Tosar (48 años) y Anna Castillo (26) visitaron este lunes El Hormiguero para presentar una película que aún no ha llegado a la cartelera española. ADÚ se estrenará este viernes 31 de enero a las salas y nadie mejor que dos de los miembros más destacados de su reparto para hablar de este film. Eso sí, como era de esperar, se hablaron de varios aspectos sobre la gran fiesta del cine español, aunque se pasó por alto uno de los asuntos que más ha dado que hablar: el vestido que llevaba la pareja de Tosar, María Luisa Mayol (38).
Al margen de eso, nada más sentarse en la mesa para la entrevista con Pablo Motos (54) quedó patente una diferencia: la taza que tenía cada uno de los invitados. "Claro, es que Luis es platino, lleva 12 visitas. Un respeto", destacó Motos. Pero a pesar de no llegar aún a esas cifras, Anna Castillo no se amilanó: "No voy a parar hasta, mínimo, igualarle".
Tras las presentaciones, la pregunta sobre cómo había ido la gala de los Goya parecía obligada. En este sentido, los dos actores también lo vivieron de manera muy distinta: "Yo estuve muy sentado y desde la primera media hora tenía un dolor de cabeza terrible, así que imagínate lo que tuve que aguantar", explicó Tosar. Mientras, Castillo se mostró aliviada por haber dado un premio al principio, lo que propició que "luego pudiera estar en el backstage, más distendida".
Esto dio pie a que Pablo Motos explicara una teoría personal sobre que unos premios como los Goya dejan más perdedores que ganadores, lo que dio pie a cuestionar a sus invitados sobre cómo se sobrelleva la frustración cuando te quedas con la miel en los labios. Tosar hizo gala de su experiencia: "Yo, no sé si es porque soy muy inteligente, pero cuando no lo he ganado tenía la idea de quién lo iba a ganar. Es fácil, a la gente que quieres agradecer la tienes más o menos en mente, pero seguro que te vas a olvidar de alguien, así que da igual tener preparado un discurso". Por su parte, Anna Castillo también ha tenido claro que "las veces que he estado nominada, si tengo la sensación de que no voy a ganar, no tengo aprendido ningún discurso. Si se da el caso, prefiero improvisar".
En lo que discrepan los dos intérpretes es en el destino de los galardones que reciben. Mientras Tosar se los sigue llevando a sus padres "porque sé que les hace ilusión, y también lo hago por mí porque no me gusta verlos. Es bueno para el ego"; en cambio la actriz reconoce que "yo los tengo en el salón de casa".
Real como la vida misma
Tras el visionado pertinente del trailer de la película, Luis Tosar fue el encargado de explicar la sinopsis: "Suceden varias cosas en la película. La historia troncal es de un crío que pretende salir de la zona subsahariana y se cuenta una travesía que en la mayoría de las veces es muy trágica. Luego hay otras dos historias, también muy ligadas a la inmigración".
Dos de los protagonistas son adolescentes, lo que dio pie a que Motos preguntara sobre esta etapa en la vida de los invitados. La más sugerente fue Anna Castillo que reconoció ser "díscola, pero muy buena gente. El personaje de esta película se autodestuye. Yo era más responsable". Eso sí, esa versión quedó un poco en entredicho cuando reconoció en el cuestionario de Trancas y Barrancas que pasó un mal momento cuando tenía 12 años: "Robé una caja de tampones. Fui con una amiga, no teníamos la regla, pero queríamos investigar el mundo tampón. Lo robé, me metieron en un cuartito y pasé mucha vergüenza”. De este modo, la anécdota de Tosar quedó en un segundo plano: "No hacía locuras, pero estaba majara en esos años. En el cambio del colegio al instituto me cambiaron los amigos y estaba solo hasta que encontré a un gran amigo".
La otra gran historia de la noche también tuvo a Anna Castillo como protagonista: "La última película la rodamos en Benin. Me da mucho miedo volar y tomo cosas para poder hacerlo, somníferos y un lexatín. Si tomo la dormidina sola, me duermo pero no me quita la ansiedad. En Casablanca hicimos escala, el avión tuvo problemas, no pudo despegar después de tres intentos, nos sacaron del avión y yo estaba drogada", confesó.
Después de la entrevista, llegó la visita de Nuria Roca (47), que solo sirvió para echarse en cara con Pablo Motos el número de seguidores en Instagram. Poco después se dio paso a la sección de Pilar Rubio (41), la primera vez que regresaba al programa tras anunciar la semana pasada su embarazo. Esta vez la madrileña demostró haberse aprendido el saludo en 100 idiomas diferentes que se hablan actualmente en el planeta.
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