A mí se me ha caído un mito. Ella, Cristina Pedroche (31 años), tan impoluta, tan insultantemente perfecta cada Fin de Año, ¡venía con tara! Uno de sus vestidos, ¡tenía truco! ¡Lo (supuestamente) plagió! No es nada nuevo, lo sé. Pero impacta, sobre todo el último caso que nos ocupa. Un imberbe aprendiz pone contra las cuerdas -detesto esta expresión- a la pareja de David Muñoz (40). Os lo explico más tarde. Aguanten, merece la pena, ¡será el escándalo de la temporada! ¿La mayor mentira mejor guardada? Este lunes se ha estrenado la nueva edición de Maestros de la costura en TVE y lo ha hecho echando toda la carne en el asador. No es para menos, desde el jurado hasta el casting de concursantes, ¡son insuperables!
Es su 'tercera temporada' y lo cierto es que se superan a cada paso. Ya no me refiero a los jueces, Lorenzo Caprile (52), Palomo Spain (28) y María Escoté (40), sino a todo el equipo. ¡Vaya por delante mi admiración y respeto ante algo tan complejo -y que piloto tan mal- como la moda! Son unos genios y todo lo que sale por su boca es palabra de Dios. Rezo para el creyente, ¡manantial para el sediento!
Entiendo a todos y cada uno de los aspirantes de esta edición: a mí también se me encogería el alma, y el cuerpo, al estar bajo la batuta de un genio como Caprile. Con los demás también, ¿eh? Pero ese timbre de voz te yergue inconscientemente. No sé, él es como esos maestros de secundaria a los que tanto respeto se les tiene y que, por no incomodar, ni toses ante ellos. No vaya a ser que se reviren. Lo ves y te confunde: lo mismo te acompaña en la camaradería, que te echa la bronca del siglo. Y, claro, ante ese percal uno prefiere cuadrarse. Eso sí, decir que siempre, cuando uno está a punto de deshacerse, suelta esa sonrisa socarrona que todo lo regula y nada malo puede ocurrir.
En general, el jurado rezuma rectitud, seriedad, pasión a borbotones. Lo ves con esa sonrisa al bies, de medio lado y no puedes por más que sentirte alguien pillado en falta. ¡Hay que trabajar con mimo y detalle! ¡Tienes que ser la mejor posibilidad de ti mismo! Por eso a los nuevos concursantes del espacio de la pública, dedal en mano y aguja en ristre, -ahí, Helen, Borja, David, Begoña, Marc, Arantxa, Fran, Xiaona, Laura, Margarita, La brava y Joshua-, nada se les ha resistido pese a todo. Eso sí, ¡tienen tanto que aprender!
El arranque del espacio no ha podido ser más trepidante. Raquel Sánchez Silva (47) -perdona, Raquel, te admiro un huevo, pero este outfit de estreno es matador, sobre todo esos pendientes tan poco favorecedores- ha entonado un inicio memorable, de los de enmarcar: "Esto no es solo moda, es artesanía y el modo de trabajo, la ilusión. Más de 10.000 candidatos cada año. Profesión artesanal, sostenible y profundamente olvidada". ¡Viveros de talento es lo que se ha dado cita esta temporada! Bueno, empecemos con lo mollar.
Primera prueba. Se debía hacer un diseño de Elio Berhanyer. ¡Ahí es nada! Debían los concursantes -pobres almas entrando en el purgatorio- simular un diseño parecido al suyo. Así, eh, sin presiones. Y por si quedaba algún resquicio de algarabía en la zona, Caprile advierte: "Aquí hay muchísimo nivel de exigencia. Los aprendices tienen que saber que no vamos a permitir cualquier cosa". Y remata: "Esto es formación de altura. Ni la mejor escuela de formación del mundo". Más allá de la realización, los futuros diseñadores ganarán el maniquí de oro -50.000 euros en efectivo más un curso- y el segundo clasificado dispondrá de un diploma Vogue.
Casi me troncho en el sofá cuando he escuchado a la concursante Xiaona aseverar que ella, más allá de todo eso, aspira a "encontrar un buen marido". El amor entre costuras. La noche, más allá de tecnicismos estilísticos, ha dejado grandes momentos. Como cuando Caprile le ha espetado, con gracia y sorna, a David, gay y gitano confeso, lo que sigue: "Que te gusta la pluma es obvio. Eso no hace falta que lo jures". Él, orgulloso y aplaudido por el público, ha remachado: "Soy ultra gay, de padre gitano y madre de un pueblo pequeño. Tengo un hermano que también es gay y soy súper sociable y divertido". Es excéntrico; a mí me ha cargado bastante. No sé, a ver cómo evoluciona nuestra relación.
La noche ha estado amenizada con una visita de categoría, la de Pilar González de Gregorio y Álvarez de Toledo, también conocida como Pilar Medina Sidonia, destacada aristócrata, escritora y socialité española. Esta mujer, entendida en moda y amiga del fallecido Elio, ha asegurado: "Elio no se apoderaba de la mujer, era ella quien llevaba el traje". Durante el transcurso de la primera prueba se han sucedido las primeras trampas, como cuando Begoña le ha dejado a Andrea el hilo y Raquel, la presentadora, se ha dado cuenta y se lo ha confiscado.
Ahora, el momento más esperado de la noche e inesperado ha sido con la intervención de Joshua. En su momento, Joshua acusó de un supuesto plagio del vestido de Pedroche en las campanadas con uno suyo de cosecha propia. Al menos, ojo, ¡eso defiende el propio dañado! Con esos antecedentes, Raquel se ha acercado a la mesa de costura del aspirante y se ha dado cuenta de que Joshua tenía una fotografía en dónde salía una chica con un traje muy conocido. La presentadora ha preguntado, cauta y sagaz: "Me ha parecido Cristina Pedroche, pero no es, ¿no?". "No, esta es una amiga mía que canta una orquesta en Galicia y yo le hago los vestidos", respondía inicialmente Joshua.
¡Solo la antesala de lo que estaba a punto de llegar! Tras la conversación, se ha dado paso al vídeo de presentación de Joshua, en el cual reconocía que le gusta mucho "el mundo del espectáculo, las transparencias y los brillos". Unas características que compartía con el citado vestido lucido por Pedroche. Y es que, ¡ay la memoria! ¡Esa hemeroteca traicionera! En 2017, Pedroche llevó un modelo de Hervé Moreau, diseñador de Pronovias, que rápidamente fue acusado de plagio en las redes sociales como ahora ha comentado Joshua.
Tirando de sentido del humor, el aspirante ha asegurado: "Yo no acusé de nada, la gente por internet habló mucho, pero yo nunca me pronuncié y eso que me llamaron de todas las televisiones. De hecho, me lo pensé, pero mi padre me dijo que, si iba, me vendría una oportunidad grande en el futuro que no podría aprovechar, y así ha sido". Una polémica que solo ha conocido mayor repercusión. ¿Plagió Cristina ese vestido? Son dos versiones enfrentadas, pero, ay, ¡yo quiero creerme que sí! ¡Un poco de salseo, por Dios! Pido que vayan a juicio. No, mejor, corrijo: que se vean en un plató de televisión. ¡En un Deluxe! Sería tan fantástico. Sí, vale, chasqueo los dedos y despierto.
Expulsada: Helen
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