Isabel Pantoja (63 años) ha visitado el plató de Volverte a ver, presentado por Carlos Sobera (59), para darle una emotiva sorpresa a la madre de una fan, que la sigue desde sus inicios en la música y que, con una gran pérdida de visión, nunca se ha perdido un concierto suyo ni ha dejado de comprar un disco. Sin duda, una magnífica ocasión para volver a la televisión como invitada en un plató, y en Telecinco.
Pero más allá del motivo principal de la visita, Isabel ha tenido tiempo para sincerarse con el presentador y poner en orden aspectos de su vida personal e incluso de su paso por Supervivientes 2019, donde ambos coincidieron como presentador y concursante. Isabel se ha abierto en canal después de las emotivas palabras que le ha dedicado Sobera: "Estás bellísima. Gracias por regresar con nosotros para hablar de tu vida, de música, de tu próximo concierto el 6 de marzo...".
Isabel, emocionada, ha asegurado: "Hace tres años que no hago un concierto y estoy como loca. Necesitaré un clínex, porque tengo la sensibilidad a flor de piel". Carlos, antes de entrar en lo mollar, se ha interesado por lo más importante: la salud de su madre, Ana María Martín. "Mi mamá está estable. Estoy tranquila, he hablado con casa y está todo bien". Y parecía inevitable que, hablando de enfermedades, de madres, Isabel no abordase el dolor de su nuera Irene Rosales (29) tras la reciente muerte de su madre: "Han sido unos días muy malos, muy inesperados, desgraciadamente. Quiero mandarle desde aquí todo mi cariño a esa nuera que amo y adoro, se lo merece, es una niña y mujer, de los pies a la cabeza, con una entereza impresionante".
Y cierra su mensaje: "La amo, la adoro, no seré tu mamá, Irene, que era Tere, a la que queríamos todos, pero siempre vas a tenerme, cuando lo necesites, como una segunda madre". Tampoco han sido buenos días para su hijo Kiko Rivera (36): "Mi hijo lo está pasando mal, de verla a ella y de perder a su suegra. Ha sido un dolor muy malo". Para intentar desengrasar, y hablar de cosas más agradables, se ha abordado en ese punto la participación de Pantoja en el programa selvático.
"Acabé con las rodillas inflamadas, heridas de guerra. La misma arena se llevó todas las pieles. Creo que tenemos seis capas, a mí se me llevaron siete. Tengo buen recuerdo de SV", ha relatado la intérprete de Marinero de luces, al punto que ha desvelado cómo se fraguó su fichaje: "Esto ocurrió en seis días, se lo dije a mi hijo y me dijo 'ofú, en la que te vas a meter'. Yo lo veía en la tele, esa playa tan bonita. Pensaba que era un resort. Lo pasé bien y mal. Hay dos Pantojas: una herida y otra ya salvada".
Y en ese momento se ha producido el 'cara a cara' entre Pantoja y Sobera: tenían cosas pendientes que solucionar. Isabel sentía un dolor, una espinita; un día que tenía la pierna mal y no pudo hacer una prueba y Carlos "le echó la bronca": "Yo he vivido momentos inolvidables, como cuando cogí mi primer pez, la primera que pescó fui yo. Cuando me tuvieron que ayudar a salir del barro, que las edades se van notando... Y te diré que esa prueba, en la que tenía que caminar sobre un palo fino, me echaste una bronca... ¡Te lo tengo guardado!".
Y se explaya: "Me dijiste que si los fans..., que si no me van a querer luego. Me entró una pena, porque no me creíste... A la semana próxima me echaron para España. Tú tuviste la culpa un poquito". ¿Y cómo vivió ella el espíritu competitivo? Pantoja se desahoga: "Algunas personas van marcadas desde aquí para armar la revolución. Es una estrategia, con Chelo también se comportaron así, sobre todo con las mujeres. Y hemos hablado y estamos de acuerdo en eso". Y, crecida, la cantante se ha dirigido a cámara: "Le digo a la productora que el maletín era mío. Pero me encantó que lo ganara Omar. Fue un descubrimiento".
Se acuerda de su hija, Isa Pantoja, y explica, lamentada: "Dije que no me gustaba para ella (Omar) y es un niño maravilloso, me arrepiento de haber dicho aquello. Es de lo único que me arrepiento en esta vida". Y se deshace en halagos: "Me gusta que es noble, no se puede hablar de las personas hasta que se conocen. En ese momento en que me dio el ataque de ansiedad en Supervivientes, él me ayudó". Pasaron el día de Navidad juntos y confiesa unos planes profesionales que se están gestando: "Nosotros tenemos una liá que para qué te cuento. Pero no lo puedo contar, creo que Kiko y él sí van a hacer algo".
Tras un vídeo muy emocionante -en el que aparecen sus hijos y buenos amigos como Falete (42), Luis del Olmo (83) o Jorge Cadaval (59) -, Pantoja se encuentra a gusto hablando de Enamórate, su nueva canción: "Tres años atrás, de donde yo venía, quería salir a lo bestia... Hice galas, en Chile me dieron las tres gaviotas. Terminé y ahora vuelvo a ser la Isabel Pantoja de mi orquesta, muy bien dirigida. Me gusta que esté todo perfecto, en un escenario no debería fallar nada. Todo lo recibo yo y doy el ok, de todo". Y relata su ritual minutos antes de salir al escenario: "Solo rezo minutos antes, mientras me maquillan me gusta estar sola. Y yo no hablo absolutamente nada. Del camino a los bastidores, me encomiendo y pa' lante".
De los hijos y del amor, ¡quién no le pregunta a Isabel! "Se sufre mucho porque está uno en medio, pero ya está todo arreglado", detalla sobre sus vástagos. Y de su corazón, otro tanto, pero diferente: "Yo no me quiero enamorar, porque no tengo ganas. Estoy feliz como estoy, abuela de cuatro nietos. Estoy tan ocupada, mental, física e interiormente con mi madre, que me llenan todos". Y ella, que tanto proclama el amor, que anima a que los demás se enlacen sentimentalmente, no quiere conocer a ningún hombre: "No está ya mi tipo ideal de hombre... El que era, ya se fue. Ese era mi tipo. Y, como no está, aquí estoy contigo. Más que le canto al amor...y al desamor. Tengo una edad para vivir, viajar y disfrutar".
En la actualidad, Isabel está en otras cosas, mucho más prioritarias. La que más, su madre. Por ella es capaz de arrinconar todo, ambiciones y sueños: "Mi madre ha estado siempre en la sombra, cuidando a su hija, y cuatro pasos detrás. Y no soy una reina, pero siempre ha estado detrás. Nunca delante, nadie la conoce salvo alguna cámara. Es una madre de cuatro hijos". Y cuando ve una imagen suya en la pantalla de plató, se rompe: "Qué carita la tuya, te quiero, eso es lo único que podéis ver de mi madre".
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