Supervivientes nunca defrauda, siempre está ahí para matar el hastío y el aburrimiento. Y esa es una labor importantísima, la de auténtico servicio público: el reality me aleja del bostezo y, viéndolo, creo durante unos minutos que sí, que la vida sigue igual, gracias a ese rosario laico llamado mando a distancia. Y cuando las tramas alcanzan su tótem, ¡a ver qué producto televisivo le hace frente! Hey, ni la fulana La casa de papel. ¿Que exagero? No han visto este martes Tierra de Nadie. ¡Ha pasado de todo y por su orden!
Antes de nada, el grande de Carlos Sobera (59 años) ha espetado unas palabras al inicio del concurso que solo los largos y los que van más allá, y leen lo ilegible, captan. Sí, me vanaglorio de formar parte de ese selecto club. Ojo, que no me lo estoy alabando así, gratuitamente, no: me lo han felicitado. Os cuento. Resulta que el pasado domingo Alejandro Reyes (20) y Vicky Larraz -primeros expulsados de la isla allá por el siglo XV- pisaron por primera vez el plató de Supervivientes. Se alegó en su momento que todo se debía al coronavirus, que se estaban dosificando los invitados: sea como fuere, ¡era la primera vez que unos expulsados no eran entrevistados nada más regresar!
Y en esta ocasión tampoco lo fueron: Jordi González (57) ni los entrevistó ni les dio protagonismo. Por eso Ivonne Reyes (52) explotó en redes contra la organización: "Vicky Larraz y Alejandro Reyes pisaron el plató de Supervivientes, tras un mes desaparecidos, pero nadie les entrevistó. Como espectadora, el recibimiento tanto a Alejandro como a Vicky no me pareció justo. Echo de menos una entrevista, como la tuvo Bea en su momento, aunque sean 5 minutos para ver sus vídeos o algo, no se les dio el recibimiento que merecen. Es mi queja como espectadora, pero también como profesional de este medio, en el que llevo 30 años trabajando".
Esas han sido algunas de sus palabras, y no las completo porque resulta que la señora las ha eliminado de su red social. Hups, ¿arrepentimiento? ¿calentón? ¿llamadita? Vete a saber. Ni rastro de sus palabras de guerra. A ver ser madre está de más... ¡y con el pan está comprobado! Lo que ha hecho este martes Sobera es cobrarse su venganza, y en plato frío. Mirando a cámara, y con una clara destinataria, ha asegurado lo que sigue. Pobre de aquel que se dé por aludido: "Especialmente, quiero saludar y dar la bienvenida a Vicky Larraz y Cristian". ¿Y dónde queda Alejandro Reyes? Ni estaba en plató ni se lo esperaba, parece ser. Carlos no lo mencionó. Apunte importante. Ojo, el público es de Carlos y está con él, parece.
Y continúa Sobera su perorata como si Cristian y Vicky fuesen solo los únicos expulsados en España, otra llaga clavada en el corazón de Ivonne, ¡dónde queda mi hijito!: "Han estado en cuarenta tras regresar de Honduras. El jueves, durante la gala con Jorge Javier Vázquez (49), tendréis la entrada que os merecéis". De nuevo, ni rastro de Alejandro. ¿Se trata de un castigo por ese dedo caliente de la madre que nunca debió dar a publicar? Ay, pobre Alejandro. Con la cara de buen chaval que tiene. Lo siento, majo; o te labras tu futuro sin esa sombra materna o negrísimo veo tu porvenir.
Venga, datos que ustedes deben conocer de esta noche: Hugo, Fani, Yiya, Jorge y Elena eran los nominados. Tras la ceremonia de salvación, tan solo Jorge se ha salvado. Los demás, a la hoguera del jueves. Juro que os pongo una velita. Y amén. Metiéndonos de lleno en la gala, decir que este martes, sobre todo al principio, he visto muy despistado a Sobera, ¿he sido el único? El señor no daba ni una, ni acertaba con sus apreciaciones ni conectaba vía videollamada con las personas adecuadas, no sé. Estaré chocheando.
Y ya no puedo dejar pasar más tiempo sin hablar del tema de la noche: José Antonio Avilés y su teatrillo. Ya no me creo nada de él. Lo que en un princpio me inspiraba simpatía por aquello de verlo en la tele -qué palurdo queda esto-, ha trocado en una animadversión cruda, gigante, peligrosa. Escucho su timbre de voz y me repulsa. Se cree con la razón absoluta, es un metemierda profesional y de todo habla y de nada entiende. "Pero, tío, si ni siquiera tiene el título de periodista", me escriben. ¿Perdona?
El caso es que no lo puedo aguantar. Carga contra Ivana y contra todo Dios. Olé por Vicky, que lo ha definido mejor que nadie: "Avilés miente más que respira, distorsiona la verdad". No se puede definir mejor, por no hablar de cómo lo ve su íntima amiga, Rocío Flores: "Me has dejado tirada siempre". Y todos sus compañeros le hacen el vacío y cuentan lo que piensan de él.
Tal es el juicio que Avilés termina llorando y clamando a Dios y diciendo (amenazando) que no va a participar en el juego de salvación. En este resulta que su íntima amiga Rocío le ha dejado atado a una persona como castigo (a Elena), algo que ha hecho explotar al andaluz: se ha opuesto y participar. Ahí, Carlos Sobera le ha cantado las cuarenta como nunca: "Me pongo serio raro vez, pero cuando lo tengo que hacer lo hago. Esto un concurso con pruebas y nadie es más que nadie para no hacer un juego. Tú sabes lo importante que es respetar y no dejar de hacer lo que corresponde. Si tomas unilateralmente abandonar este juego, debes responder con la responsabilidad que conlleva".
Maravilla pura, juro que casi me excito viéndolo encogerse, ¡se pensaba que las tenía todas consigo! ¡Que la lágrima le iba a servir! ¡Ja! "Tienes que tomarte esto como un concurso y tienes la gran oportunidad de superar tus miedos", ha cerrado Sobera su sermón. ¡Se te acabó el teatro! Me dicen que has dicho que te impactó que una amiga como Rocío hic..., que nunca imaginaste que..., que no sé qué. ¡Cuentos! ¡Desenmascaremos entre todos a este estratega!
Nominados: Elena, Fani, Yiya y Hugo
Salvado: Jorge
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