No es la primera vez que TVE se envuelve en controversia por los despidos y las salidas de rostros televisivos de su cadena. A la actualidad, marcada por el despido de María Casado (45 años) y de Máximo Huerta (49), y por la salida de Roberto Leal (40), se une otro importante abandono que aconteció en 2016.
Y la franja que se vio afectada entonces fue la misma que ahora: la matinal. Corría el 30 de junio de 2016 cuando Mariló Montero (54), al filo de las dos de la tarde, en la hora de cierre de entonces de La mañana, anunció lo que nadie se esperaba: abandonaba su puesto de presentadora desde 2009 para "cazar sueños que todavía tengo por ahí".
Visiblemente emocionada, tras un discurso en el que se acordó de su mentor y amigo Jesús Hermida, Montero se despedía de su público, de su plató y tan solo de una redactora en directo que le sorprendió con un ramo de flores. Ese fue el último día que Mariló pisó ese plató. La sustituyó Silvia Jato (48) durante el verano y ella dejó de ser rostro de TVE para no volver.
Su decisión de anunciar el adiós no la conocía mucha gente; de hecho, algunos de sus compañeros de programa no eran conscientes de su abandono y lo vivieron en directo, como ha podido confirmar JALEOS con un trabajador de aquella época. No se dieron más explicaciones que esos sueños que necesitaba cazar Montero.
Entonces, fueron muchos los que se preguntaron el porqué de esa abrupta salida. Mariló pregonaba feliz su trabajo en la pública allá donde fuera, era una de las caras más afincadas de la cadena, se sentía realizada con su trabajo, como hacía ver en diversas entrevistas. ¿Por qué se fue? En ese momento, Vozpópuli publicó que la de Navarra no se sentía arropada por la dirección del programa, que estaba disgustada por cómo se operaba e incómoda en la última etapa. Informaciones que este periódico ha podido confirmar y ampliar.
"No había precisamente feeling entre ella y la directora que había entonces", se desliza a este medio. Al parecer, las discrepancias eran más que constantes, un malestar que fue en aumento y Mariló "llegó a quejarse a un superior". Se habla de que los últimos meses como presentadora fueron complicados para Mariló y, en cierto modo, para el equipo que hay detrás del programa, "que notaba esa tensión".
La palabra acoso se llegó a escuchar por los pasillos, supuestamente empleada por Montero. No se sentía ni respaldada ni cuidada ante los ataques que recibía en las redes: "Lo pasaba mal cuando tenía que justificarse". Tocaba tomar una decisión. "Acababa de renovar hacía poco, pero ya no era lo mismo. Se juntaron muchas cosas y optó por irse y ser libre". Es posible que quisiera "cazar sueños", pero todo indica que ese deseo se vio incrementado por aquella situación tan insostenible.
A la vuelta de ese verano de 2016, la que coge el timón de La mañana no es otra que María Casado, gran amiga de Mariló y conductora hasta la fecha de Los desayunos de TVE. Era una gran oportunidad para Casado, la cadena confiaba en ella en ese reto tan capital para cualquier cadena: pilotar la franja matinal. Mariló se alegró enormemente de que su sustituta fuese María, como ha podido conocer este medio.
Le dio algunos consejos de diversa índole y Casado demostró que podía levantar la mañana. Lo que ha pasado ahora con ella de todos es sabido: TVE la ha despedido para poner en su lugar a la mujer del tiempo, Mónica López (45). En esta ocasión, tampoco ha habido explicación pública de las partes. Ahora Casado tendrá tiempo para cazar sus propios sueños también.
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