Maldito Puente de las emociones, ese que ha experimentado su segunda fase este martes con Carlos Sobera (59 años) en Tierra de Nadie. La semana pasada se vivió un tibio avance, pero ¡ni qué decir con lo que hemos pasado este martes! Honduras ha estallado en emociones. Les resumo a los rezagados: consiste en realizar a pie este puente sobre el mar en el que cada peldaño es una penitencia: culpa, perdón, arrepentimiento y distanciamiento. Yo, que a olfato no me gana nadie, pensé al final de la gala de la semana pasada: en la próxima está lo mollar. Lo interesante. No me equivoqué. Pin por aquí. 

Porque, que me perdonen, siempre fui alguien que estimó que en un reality ha de haber de todo: gentes que están ahí rellenando, alguna que otra coprotagonista con texto, y ellos; los grandes. Los que engrosan la mayor pasta en los cachés. Los dueños de la trama, los protas. Y el pasado martes 12 de mayo fue, para que me entiendan, como ese aperitivo insulso e insípido que te pasa por el esófago sin pena ni gloria. Como ese cigarro tras un polvo a medio gas, como ese programa al que uno avergüenza en la noche cerrada. Ojo, que todos somos importantes y todas esas frases hechas e infladas de mentiras e hipocresía, pero no es verdad. 

Ana María durante sus confesiones en 'El puente de las emociones'. Mediaset

Claro que no es verdad. Siempre hubo clases. Las hubo y las habrá. Y en Prime Time. Que me perdone Dios, pero cuando Sobera ha dicho este martes que les tocaba pasar por 'confesión' a Elena, Jorge, Ana María AldónRocío Flores (23) me han dado vuelta las órbitas de los ojos, pizpiretas. Se acabó la búsqueda de ese titular que nunca me convence. Vamos a hablar de los puentes en orden de aparición en televisión, pues no. Primero, los interesantes. ¡Qué medio no pararía sus máquinas para hablar de algo tan fuerte como el maltrato y la violencia de género que denuncia Aldón! Ese padre que les oscureció la vida y al que soñó con aniquilar. Trágica historia

Se me parte el alma. Yo, que siempre la vi, hasta este martes, como una loca del foco que quería ser Rocío Jurado, me he emocionado. Hay cosas que no, que no se pueden interpretar. Sí, Ana María lleva una folclórica frustrada dentro, le gustan los medios, pero hay límites. En este Tierra de Nadie hemos visto a la auténtica, a la humana: "Tengo la necesidad de perdonar a mi padre. Era un hombre duro, inhumano con su propia familia, especialmente con mi madre. Una bestia humana, torturaba a mi madre". Rota, España se ha detenido, yo lo he notado en el pulso. 

"Todos lo veíamos y nos metíamos debajo de la cama. Desde que he tenido uso de razón quise tener un cuchillo en la mano para matar a mi padre", ha asegurado la mujer de Ortega Cano (66). Mira que llevo tiempo escuchando testimonios en este concurso, pero ninguno tan duro como este. Por lo que se dice, por cómo se dice, por esa fiereza escondida... por todo. Hay frases que desgarran, matan y liberan. Hay que saber buscar su momento. "Mi madre agachaba la cabeza de vergüenza en el colegio cuando llegaba con la cara morada. Mi padre murió de cáncer. Creía que lo había perdonado, pero no. Ahora me doy cuenta de que es el momento de perdonarlo". Reconoce que, por todo ello, vivió una etapa rebelde, pero que supo pedir perdón. 

Y qué, eh, qué me dicen de Rocío Flores. Se culpa, en primer lugar por su hermano, ese que, como ella, no puede sentir el arropo de su madre, Rocío Carrasco (43): "Me siento culpable por no haber podido estar con mi hermano cuando más me necesitaba. Ayudarlo como lo hice siempre". Y por él, entonaría el 'mea culpa': "Le pediría perdón a mi hermano y luego también a mi padre, porque quizá en la etapa más dura no supe estar a la altura. Cada uno somos mayores y somos lo que hacemos. Probablemente, me tenga que perdonar a mí misma por cosas. Tengo fallos, no me cuesta".  

Rocío Flores, rota de dolor en su 'puente de las emociones'. Mediaset

Reconoce que se ha callado demasiado, la pobre, y que su madre está, en su mente, y algún día hablarán: "El llevar tantos años sin tener relación, el fracaso absurdo en cada intento. El ver la relación de mi padre con mis amigas... El tiempo se ha ido y no vuelve. Eso duele. Puedo dar gracias de que tengo a Olga, pero siempre faltará ella...". Y sobre el arrepentimiento, Rocío hija ni duda: "No me culpabilizo por un hecho en concreto y no me tengo que sentir culpable por un hecho en concreto". Señores, lo siento, pero creo que no hacen falta más palabras para decir algo más claro. ¿Tendrá algo que decir su madre? 

Todavía, tras esto, ando agitado. Nervioso. ¿Son conscientes? Bueno, os diré que también Elena, la madre de Adara, ha hablado en ese puente. Ha hablado de su infancia disléxica y ha soltado, entre otras cosas, una frase que me ha impactado en referencia a una compañía masculina en su vida:  "Acabé estando con cualquiera y el que venga tiene que respetar y meterse las manos en los huevos. Si ellos, mis hijos, quieren, cuando saga de aquí lo llevaremos al juzgado". Ojo a la frase, ojo a la apelación. Yo, ahí lo dejo. Estoy feliz en libertad y no quiero problemas con Plaza de Castilla. 

SALVADO: Hugo

SIGUEN NOMINADOS: Elena y Jorge

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