Desde hace varios años, convertirse en un influencer es una de las salidas laborales más rentables que se pueden encontrar. Pero, ojo, que para esto, como para cualquier cosa en la vida, no vale todo el mundo. Habrá algunos que presuman de un número de followers en redes, pero donde verdad se diferencia a los influencers top de los mundanos es a la hora de conocer cuánto dinero facturan al mes.
En este sentido, nuestra protagonista de hoy, Paula Gonu (27 años), ha demostrado estar sobradamente en el grupo de los más selectos. En una ocasión, hace pocos meses, reconoció que gana alrededor de 14.000 euros gracias a su canal de YouTube, una cifra que le valió para recibir un aluvión de críticas.
Más allá de que esta cantidad sea justa o no, lo cierto es que la badalonesa cuenta con el firme apoyo de varias marcas y se puede permitir el lujo de vivir holgadamente gracias a algo que para sus críticos no deja de ser un mero hobby. Para otros, en cambio, es un auténtico sueño: ganar miles de euros y encima tener notoriedad en las redes sociales.
Y de eso precisamente, de sueños, vamos a hablar hoy, pero no en el mejor sentido de la palabra. Uno de los aspectos que más caracteriza a Paula Gonu es su sinceridad para con sus seguidores. No se corta a la hora de contar historias personales que, en muchos de los casos, parecen reservadas a la estricta intimidad. Un buen ejemplo de ello sucedió durante el confinamiento: confesó que sufre parálisis del sueño.
Aprovechando el alto número de followers que tiene en la red Instagram, Gonu decidió subir algunas stories en las que contaba aspectos como este para ver si, de este modo, "podía ayudar a la gente". Ella misma definía el trastorno del sueño: "La parálisis del sueño consiste en que tú estás consciente, los ojos se te abren, pero no puedes mover el cuerpo. La última vez que me pasó me cagué viva. Parecía que había una persona mirándome todo el rato y quiero moverme o hablar y no puedo".
Angustia creciente
Siguiendo con esa experiencia, la youtuber reveló que cuando peor lo pasa es si está durmiendo con alguien, ya que tiene la sensación de querer pedir ayuda, pero que siente una impotencia tremenda al no poder siquiera moverse.
El caso de Paula Gonu es más frecuente de lo que cabria esperar. Estamos hablando de una afectación que no es grave y que suele desencadenarse tras picos prolongados de estrés, por falta de sueño, o incluso por el famoso jet lag, algo que seguramente la influencer ha sufrido en más de un momento por sus continuos viajes a Latinoamérica.
Como decíamos, este trastorno suele generar bastante angustia en el paciente, toda vez que a la sensación de no poder moverse suele acompañarlo ciertas alucinaciones. Esto es producto de una descoordinación entre el cerebro y el cuerpo que hace que se recupere antes la consciencia que la capacidad de movimiento.
Según algunos estudios, el trastorno del sueño afecta a una de cada 1.000 personas y los expertos explican que, efectivamente, los pacientes sufren una parálisis de toda la musculatura voluntaria, a excepción de los ojos y el diafragma. También suele afectar a la laringe, lo que explicaría que durante esa afectación no se pudiera hablar.
Esta experiencia recuerda a otras recordadas en esta misma sección. En una de ellas, contábamos cómo había afectado a Jesús Vázquez (54) el insomnio prolongado, aunque sin duda el caso más similar es el de Nando Escribano (32), el presentador de Cazamariposas, que confesó sufrir también trastorno del sueño.
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