Cuando se charla con la periodista y presentadora de la sección de corazón de La Mañana de TVE, Cristina Fernández, uno se da cuenta de que lo suyo es pasión desbordante, vocación a raudales. Cristina es el periodismo hecho persona. El corazón, la crónica social, vive dentro de ella.
Dice que desde los nueve años tuvo claro que lo suyo era la comunicación, el periodismo puro y duro. Y, visto lo visto, con su carrera en retrospectiva, no se ha equivocado. Cristina no le tiene miedo a nada, se lanza a los retos como si se le fuera la vida en ello.
Por eso cuando la llamó TVE para que se pusiera al frente de la sección de corazón en un ente público convulso, ni lo dudó. Dijo sí de cabeza. El éxito que está teniendo en La mañana es incontestable. Ahí, las audiencias que cosecha. Y las que quedan, pero ella no hace caso, no se detiene en eso: "Esta profesión es pico pala, pico pala, y el halago debilita. Está muy bien que las cosas vayan bien, pero yo mañana voy a seguir igual que hoy". Y con esa determinación defiende el contenido de corazón y saca las garras: "Hay periodistas buenos y malos, al igual que hay fontaneros buenos y malos". Guarda un buen recuerdo de Telecinco y de Antena 3, sostiene que en su carrera se ha encontrado más almas límpidas y bondadosas que zancadillas. Hoy está en TVE, mañana Dios dirá.
A punto de cumplirse un mes de su debut en 'La mañana'. ¿Cuál es el balance?
Estoy encantada, súper contenta, ilusionada, con muchas ganas de llegar cada día y hacer cosas nuevas. Yo me divierto mucho con mi trabajo en general. Yo quería ser periodista desde que tenía nueve años y tengo la suerte de vivir de ello.
Gran éxito en TVE
Feliz con esa oportunidad que me dio TVE. Estoy encantada. Por suerte, la gente en el mes de julio ha sido más benévola y nos ha seguido más, y eso te hace estar más contento. Eso no es nada fácil. El target está muy repartido. Ahí estamos, ahí seguidos.
TVE estuvo dos años sin corazón y usted lo rescató...
Hubo un momento en que el corazón desapareció de casi todas las cadenas, salvo Telecinco, que hace un corazón un poco especial. Hemos tenido unos tiempos muy tumultuosos con la actualidad política. Había tanta urgencia, todos los días pasaba algo. Se convocaba un referéndum, había otras elecciones... Toda esa actualidad hizo que los contenidos de corazón, que suelen ser menos urgentes, salvo muertes o bodas, se quedaran un poco relegados. Es verdad que el corazón había desaparecido en la española, pero también en la parrilla en general.
El balance, pues, es más que positivo
Estoy muy contenta. Creo que más que nunca el corazón es necesario. En momentos en que la vida te sacude fuerte, nos merecemos distraernos y tener contenidos más livianos. Que no significa que sean menos rigurosos, ni menos veraces, solo más livianos. Tenemos que defender nuestro negociado. (Risas)
Así es. El corazón no es un contenido frívolo como se pinta a veces...
Parece que siempre tenemos que justificarnos como si nuestro contenido no fuera riguroso. Por ejemplo, un compañero de Deportes dice que Messi (33) se va del Barcelona y luego no se va, no pasa nada. Pero si nosotros decimos que alguien se va a separar y no separan ya dicen lo de 'claro, es que la prensa del corazón no es nada rigurosa'. ¿Cuánto tiempo se lleva diciendo que el rey Juan Carlos (82) abandonaba la Zarzuela? Hombre, claro, al final aciertan. Hay periodistas buenos y malos, al igual que hay fontaneros buenos y malos.
Hablar de corazón es hacerlo de Anne Igartiburu. ¿Le ha dado algún consejo?
Anne es tan maravillosa. Lo que siempre me desea ella es suerte. Anne es una persona que siempre está para ti; la llamas y le dices que necesitas un teléfono, o un comentario sobre algo, y su respuesta siempre es sí. Es un ser entregado, de verdad, generosa. Súper buena gente. Ahora está brillando en el tema del coaching. Está haciendo unos directos muy bonitos. Anne es el corazón porque ella tiene el mayor corazón que me he encontrado en mi vida.
Decir eso de alguien es muy bonito en un mundo tan competitivo...
Yo tengo mucha suerte con la gente que me he encontrado. Ahora que me he ido de Antena 3, he dejado buenísimos amigos, gente que me ha cuidado un montón, que me ha deseado lo mejor, gente que me ha dejado mensajes de lagrimilla... Que me dice que les ayudé un montón cuando llegué. Cosas que te ponen un poco la carne de gallina. Parece que en esta profesión nuestra hay muchas zancadillas, pero yo no lo creo. Yo creo que pasa como en todos los trabajos.
En 'Espejo Público' estuvo seis años...
Mira, el chat que teníamos de Espejo Público empezaba a funcionar a las cinco y media de la mañana y los últimos mensajes eran a las doce menos cuarto de la noche. Dime tú si no tienes más contacto con los compañeros... La tele es un trabajo de equipo. En Antena 3 he aprendido una barbaridad. Ha sido un máster para mí, hay periodistas como la copa de un pino. No solo te hablo de la gente que hay en plató, sino en redacción, los editores, los directores... Gente con unos conocimientos inmensos. Las cosas que yo estoy haciendo en TVE las he aprendido de ellos.
¿Cómo surgió esa llamada de TVE?
Empecé a colaborar el año pasado en Lazos de sangre, fue como un flechazo. Yo llegué a TVE, hubo un feeling súper bueno y hemos seguido en contacto. Y cuando surgió la posibilidad de que el corazón volviera, pues me llamaron. Cuando las cosas fluyen es todo muy sencillo. Todo ha ido muy rápido, pero muy bien. Estoy encantada, con todo lo que me he encontrado, con todas las posibilidades para hacer cosas este verano. Lo único malo es que se me acortan las vacaciones, pero ya hemos tenido descanso con el confinamiento.
¿Seguirá su sección en septiembre?
El compromiso que se adquiere me dijeron que era julio y agosto, pero, bueno, no se sabe. Yo no pienso más allá ahora mismo. Vamos a hacer agosto, que ya es bastante reto. Hacer contenido todos los días; hay veces que el verano no te da grandes temáticas. Yo voy día a día, pensando en el programa de mañana y de pasado. Lo que pase en septiembre ya se verá. De momento, hago mi lectura día a día. En la vida hay que ir también un poco así, con lecturas a corto plazo.
¿Cómo valora el corazón actual? ¿Qué diferencias existen entre el corazón de TVE y el de Telecinco?
Yo empecé en Telecinco, haciendo crónica social y es verdad que cuando empecé sí que había personajes como Carmina Ordóñez, Mayte Zaldívar (61) o Raquel Bollo (44), y hablábamos de sus historias. Personajes buenos claro que los hay. Llevamos todo julio hablando de Enrique Ponce (48), por ejemplo. A Telecinco no le hace falta la crónica social porque ha creado sus propios realities. Es una cuestión de practicidad. A ellos no les hace falta que pase nada en la crónica social porque tienen sus propios realities dentro de la cadena. Si eso se hace y funciona, a mí me parece una fórmula totalmente respetable de hacer televisión como cualquier otra.
Pero TVE apuesta por otra cosa...
Yo quiero apostar en el corazón de TVE por los personajes, por hablar de Julio Iglesias (76), de Ana Obregón (65), de los Reyes...
En 'La mañana' usted no tiene problema en hablar, por ejemplo, de Belén Esteban, aunque ella trabaje en otra cadena...
Hay que tener naturalidad, la gente sabe perfectamente qué personajes salen en las revistas y cuál es la actualidad. No decirlo es una cosa tonta porque la gente dirá qué por qué no lo decimos. Yo intento ser súper natural, y hablar como si estuviera de verdad en el salón de la casa de la gente, que es un poco lo que deberíamos hacer todos. No hay temas tabú, ni personajes tabú. Yo hablaré de todo y de todos, y con toda naturalidad.
Sí es cierto que hay algunos famosos que se han sentido un poco maltratados por algunos programas y periodistas, y sí es cierto que meten a todos en el mismo cajón. Han hecho un poco como tabla rasa. Hay alguna gente a la que hay que reconquistar. El corazón de siempre se puede hacer, yo estoy en ello. Espero que la audiencia nos siga respetando cada día más, porque yo no me conformo. Soy una persona muy competitiva. Espero que la gente nos siga queriendo. Esta profesión es pico pala, pico pala, y el halago debilita. Está muy bien que las cosas vayan bien, pero yo mañana voy a seguir igual que hoy. Y el pasado, igual que ayer. Y así todo el rato.
Por último, ¿alguna valoración sobre Juan Carlos I?
Me produce tristeza por la Reina, que es impecable.
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