Albert Rivera (40 años) ha hablado por primera vez sin tapujos sobre su relación con Malú (38). Lo ha hecho ante Bertín Osborne (65) en el programa de Mi casa es la tuya de este viernes.
El expolítico ha hablado con detalle sobre su relación con la cantante y ha confesado por primera vez cómo se conocieron: "Éramos amigos ya, nos conocíamos ya. Nos conocimos como amigos, sin más. Luego yo, rompí mi relación, ella estaba sola y surgió eso que piensas 'esto no puede pasar'". Y es que el exlíder de Ciudadanos asegura que cuando ambos se vieron solteros, pensaron el uno en el otro pero creyendo que lo suyo era imposible: "Era un lío de narices. Un político y una artista... todo el mundo hablando. Pero se pudo".
Pero a pesar de todos los obstáculos, su historia salió adelante con mucho éxito: "Cuando uno se enamora de alguien... Lo que más me gusta de esta historia es que cuando tú quieres a alguien, no hay quien lo pare. Se inventaron estando juntos que habíamos roto, y salió en doscientos periódicos. Fíjate, era la primera vez que se conocían las dos familias, y estando allí me empiezan a llegar mensajes al móvil diciendo 'lo siento Albert' y estábamos celebrando en familia. A ella también le escribieron, nos miramos y nos dijimos '¿que hemos roto?' (se ríe). Han perseguido a mi suegra y a mi madre los paparazzi, es que no nos interesa para nada ese ámbito de vender mi vida privada".
Albert Rivera ha explicado que: "Si algo nos caracteriza a nosotros es nuestra discreción". Lo que sí que ha querido dejar claro el abogado es que su relación con Malú no le afectó en la política, ni a él ni a su partido: "No, al revés. Ella me apoyó siempre en todo. Fue la segunda que supo que lo iba a dejar".
La madre de Albert entró también por videollamada al programa y hablando con Bertín, confesó lo bien que se lleva con la cantante: "Con mi nuera me llevo fabulosamente bien, nos acoge, es una crack".
Más unido a la familia
La de Bertín ha sido la primera entrevista que da en televisión de forma extensa acerca de su nueva vida, hablando de todo lo que pasó por su cabeza minutos antes de decir delante de todas las cámaras que dejaba la política: "Lo más curioso de mi dimisión es que se venía gestando ya, mi cabeza, mi cuerpo, todo... Yo tengo un secreto, en los viajes que yo hacía, he encontrado notas mías en los móviles, con notas que utilicé en el discurso de mi dimisión. O sea, notas que hice en plena campaña, me sirvieron para la dimisión. Mi última campaña de verdad fue el 28 de abril".
En cuanto a cómo le dijo a sus padres la decisión que había tomado, Albert Rivera le ha confesado a Bertín que: "Con mis padres fue un poco igual, ellos como sabían que me iba a ir mal no me dijeron nada para no sentirme presionado. Todas las noches electorales vinieron, pero esa noche no, porque les dije que no vinieran. Cuando ya tenía el discurso encauzado, les hablé y les agradecí que me hubiesen acompañado en este viaje. Mi madre que estaba currando me contestó al rato, me dijo que me entendía y que ella también iba a descansar. Ella siempre decía 'he ganado un líder político, pero he perdido un hijo con la política'. Sentirte respaldados por tus padres, aunque fuera por WhatsApp... A mi hija mayor se lo dije esa tarde 'hija, voy a cambiar de trabajo, se ha acabado una etapa, ya buscaré trabajo de lo mío, de abogado' y estaba feliz por saber que iba a tener más tiempo. Ahora Daniela viene a Madrid un montón, ella está en Barcelona con su madre, pero viene mucho a Madrid".
Albert Rivera también ha querido contar una anécdota que tuvo al día siguiente de marcharse de la política cuando salió la famosa fotografía con Malú en una gasolinera: "Al día siguiente nos fuimos a Portugal dos o tres días, que nos encanta ir por ahí. Me paro en una gasolinera y me viene un policía nacional y me dijo 'el otro día me hiciste llorar a mí y a toda mi familia, nos hiciste llorar a todos, pero con dos cojones'".
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