Jesulín de Ubrique (45 años) ha reaparecido, y lo ha hecho, como no podía ser de otra manera, por todo lo alto con una sincera entrevista a Toñi Moreno (47), en la que ha dejado más de un titular que dará mucho que hablar en los próximos días. El diestro, poco dado a hablar en los medios de comunicación, ha hecho una excepción con la comunicadora gaditana -que además es amiga suya hace muchos años- con la que ha mantenido una charla de lo más íntima en el programa que Toñi presenta en Canal Sur, Un año de tu vida.
Jesús, emocionado, ha recordado en el espacio cómo y cuándo decidió ser torero, las dificultades económicas que pasó su familia y la importancia que su padre, Humberto Janeiro, tuvo en su éxito, puesto que siempre le apoyó a pesar de no tener "un duro": "Mi padre ha sido el artífice de todo y fue la persona que más me exigió y que después más me ayudó. Mi padre fue una persona que siempre creyó en mí ciegamente. Fue campeón de Andalucía de tiro al plato y las dos únicas escopetas que tenía las vendió para comprarme unas becerras y poder torear. Igualmente mi madre también ha dado todo por mí. Tenía una pequeña tienda, cuando vendía el dinero era para que pudiera torear. Siempre le estaré agradecido tanto a mi padre como a mi madre lo que sacrificaron por mí. En las posibilidades que tuve, les pude recompensar de la mejor manera posible. Siempre he sido muy agradecido".
El de Ubrique ha recordado, además, como en "el empujón final del hecho de querer ser torero tuvo mucho que ver Rocío Jurado". "Mi padre era empresario. Cuando llegaba la Feria de Ubrique, mi padre daba espectáculos de cantantes y taurinos. En el año 86 trajo a cantar el día grande a Rocío Jurado, pero las cosas no funcionaron. Las palabras de Rocío a mi padre fueron: 'Humberto, yo sé que la feria no te ha ido bien, pero yo tengo que cobrar porque tengo unos gastos'. Mi padre rehipotecó la casa. Vivíamos en una casa de 40 metros y de vez en cuando paso por ella para ver cómo está. Está intacta. Éramos felices así. Puso el cartel de 'se vende' a una parcela que tenía, una especie de ventorrillo con plaza de toros. Le pregunté que para qué vendía el campo. Me respondió que no lo entendía pero que había que pagar. Le pregunté: 'Papá, ¿tú quieres que sea torero? pues no vendas el campo'. Y el cartel a tomar por culo", confesó, emocionado, Jesulín sin poder contener las lágrimas al recordar cómo su padre lo sacrificó todo para que él cumpliese su sueño de torear.
Jesulín, genio y figura, ha confesado que si no hubiese sido torero habría sido "portero de fútbol" y ha desvelado que sus amigos le llamaban "el linterna". "El día que tenga que escribir mis memorias, esto está ahí" ha señalado, a lo que Toñi Moreno se ha ofrecido rápidamente para ser la autora de la que sería una de las biografías más esperadas de papel couché.
Muy sincero, el ex de Belén Esteban (46) ha contado que la primera vez que toreó, gracias a Antonio Ordóñez - que se ofreció a apoderarle tras verle matar al novillo - "me daban arcadas de los nervios" pero lo hizo tan bien que lo demás es historia, y se ha convertido en uno de los diestros que más éxito ha conseguido en las últimas décadas. "El valor que tiene que tener un torero debe ser el justo y necesario para hacerle lo que le tienes que hacer a un toro en menos de 10 minutos", ha asegurado contundente.
Sin dejar nada en el tintero, y después de que Toñi Moreno confesase que Jesulín fue su primer amor -ya ha hablado de la anécdota de que el torero la llamaba por teléfono de madrugada a la casa de la vecina porque ella no tenía en más de una ocasión-, el torero ha confesado si el estar expuesto mediáticamente le ha perjudicado en el mundo del toro: "La profesión de torero no regala a nadie nada. Cuando eres capaz de estar ahí y mantenerte y mandar, algo bueno tienes que tener, independientemente de que se te puedan poner las cosas fáciles. Pero es una profesión tan especial, tan bonita y tan única. Nos podemos poner todos de acuerdo, pero al final el que estaba delante del toro era yo. Hice el anuncio de Cola Cao, una publicidad del Chupa-Chups, que lo hacía Johan Cruyff y yo. Eso un purista se la coge con papel de fumar. Yo estaba abierto a todo".
Dolido, Jesús ha contado también como renunció a su faceta de cantante porque "la manera de reprocharme era cantarme el 'toa, toa, toa'. Fui consciente, inteligente y responsable. Cuando hice el disco tenía preparado el invierno para hacer galas y me senté con la productora y les dije se acabó el cante para mí. Perdí 80 millones de pesetas porque el que se rajó fui yo. Maté el perro y se acabó la rabia".
Tras hablar de su primera retirada de los ruedos en 1999 a los 23 años "porque perdí la ilusión", el marido de María José Campanario (41) ha relatado, emocionado, el fatal accidente de tráfico que sufrió tras su reaparición en el año 2001, que a punto estuvo de costarle la vida: "Después de 25 días de estar en la UCI le pregunté al doctor si podría volver a torear. Él me dijo que me reconstruiría la espalda. Tenía seis costillas partidas, el pulmón perforado, un desastre. Me dijo 'voy a intentar que puedas hacer tu vida sin depender de nadie'. Ahí existió el milagro porque tenía todas las papeletas de haber palmao".
Pese a no sentirse cómodo cuando habla de su vida personal, el de Ubrique sí ha querido hablar de su hijo Jesús, que ahora tiene 13 años pero, cuando tenía 6 se puso delante de una becerra con su capotillo: "Pensé, como le pegue un castañazo verás la madre... cogió la muleta le pegó dos pases y me dijo '¿tu no querías que torease? pues ya he toreado'. En las venas lo lleva". "Lo que quiero es que mi hijo sea buena persona, un tío hecho y derecho. Lo apoyaré en lo que quiera ser. Es lo que tiene que hacer un padre. Mantenemos la finca, la ganadería, a él le gusta venir a los saneamientos... así empecé yo también".
Sin duda, el momento más especial de la entrevista ha sido cuando Jesulín se ha sincerado con Toñi al hablar de María José Campanario, para la que ha tenido unas preciosas palabras: "Mi mujer, mi compañera, mi amiga, la madre mis hijos. En las duras y en las maduras. Es uno de los puntales más importantes que tengo en mi vida. Le doy gracias a dios por haberla conocido. La conocí en el año 2000, en marzo, sin torear, que vino con una amiga mía".
"Tiene dos carreras y habla cinco idiomas. Es una mujer que se deja querer. Es muy divertida y dicharachera. Tiene sus prontos y sus diferencias conmigo como las tengo yo con ella. Llevo 18 años casado con mi mujer y año y medio que estuvimos como pareja. Nos han puesto muchas trabas en el camino y aquí estamos con dos cojones", proseguía. "Mi mujer me hizo entrar en razón. Cuando le dije qué necesidad tenía de estudiar una carrera me respondió '¿tú qué necesidad tienes de torear en festivales?' y le dije que adelante. En mi casa encuentro complicidad". Sin duda, unas palabras que revelan que Jesulín y María José siguen tan unidos como siempre pese a permanecer, por decisión propia, alejados de la vida pública.
[Más información: Las lágrimas de Jesulín de Ubrique al hablar de su padre fallecido con Toñi Moreno]