Jordi Cruz (42 años) es, además del juez más severo del formato MasterChef, uno de los presentadores más deseados de España gracias a su cultivado físico y al carácter con el que lleva casi una década traspasando la pequeña pantalla.

Además de hacer suspirar a los espectadores que le siguen en televisión, el chef también ha protagonizado algún que otro escarceo frente a las cámaras con las concursantes del exigente concurso culinario.

Una de las participantes que más relación entabló con él fue Tamara Falcó (38), tanto que llegó a hablarse de un romance nacido entre fogones en MasterChef Celebrity 4, edición en la que la nueva marquesa de Griñón se alzó con el triunfo.

A raíz de la nueva faceta de Tamara como cocinera y presentadora en TVE, Jordi Cruz ha confesado cómo ha visto a la hija de Isabel Preysler en este nuevo papel: "Ha descubierto una disciplina que le gusta y yo creo que todos descubrimos a Tamy en el celebrity", relata.

El laureado chef define a Falcó como "una chica maravillosa, divertida, muy humana, muy seria y muy currante y  la gente lo percibe". Además, vaticina que en su nuevo trabajo en Cocina al punto "meterá la pata, yo meto la pata muchas veces porque no es fácil, está aprendiendo, así que 'Oye Tamy, felicidades'".

En cuanto a la relación que tienen, el cocinero ha confesado lo siguiente: "Somos amiguetes, si ella necesita un consejo culinario se lo doy y cuando necesito yo consejos de moda, me los da". Y es que Jordi todavía no ha tenido el placer de comer alguno de sus platos, pero asegura que pronto lo hará: "No, no he tenido la suerte, porque está muy ocupada, ha tenido la suerte de que ahora está muy solicitada, cuando esté más tranquila nos haremos un guiso y lo que haga falta".

Con otra de las mujeres de MasterChef Celebrity que relacionaron al cocinero hace años fue con la presentadora Eva González (39). Lejos de confirmar su romance, desmintieron los rumores y siguieron haciendo gala de su amistad públicamente. Ahora, Jordi asegura que sigue teniendo muy buena relación con ella, al igual que con sus compañeros del jurado: "Lo bueno que tiene MasterChef, y creo que es una de las cosas que hace que funcione, es que tenemos el mismo criterio y nos llevamos bien, no nos hemos enfadado nunca entre nosotros, cuando terminamos de grabar vamos a un buen restaurante y lo celebramos. Esa complicidad la ven los espectadores desde casa", concluye.

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