Este viernes el programa Mi casa es la tuya ha viajado a Sevilla para entrevistar a Vicky Martín Berrocal (47 años). La empresaria, desde su tierra, se ha sincerado con Bertín Osborne (65). Su conversación se inicia frente a la Torre del Oro, emblemático enclave de la capital hispalense donde la reconocida diseñadora recibe al presentador y le revela sus orígenes. Vicky se deshace a la hora de hablar de su padre, José Luis Martín Berrocal. Todo un referente para ella.
"Él tenía que estar en cualquier lado. Lo llamaban Napoleón porque no tenía fin, tenía una cabeza con ideas geniales. Era un tío genial". En ese punto, Vicky cuenta lo que nunca: que su padre mantuvo una relación "a la vez" con otra mujer que no era su madre: "Eran los años 60. Paseaba mi madre por la calle Concepción de Huelva y mi padre dijo 'a esta la tengo que conocer yo'. Ha sido el único hombre de la vida de mi madre, aunque no se casaron nunca".
Y añade, para sorpresa de Bertín, que se queda en shock: "Mi padre tuvo dos mujeres a la vez. Esto no lo sabe nadie, pero te lo voy a contar. Eran los años 60 y él no tenía fin, estaba con dos y cualquiera sabe lo que tenía por ahí más. Él estuvo con una señora que conoció en Madrid, estuvo con ella, y tuvo hijos. Pero no se casó ni con ella ni con mi madre. Él hizo su historia con mi madre en Huelva. Mi padre tuvo hijos alternos, en Huelva y Madrid. Por parte de padre tengo tres hermanos".
Desvela que su embarazo también fue peculiar y atípico: "Mi madre se quedó embarazada, pero no se le notaba. Con miedo, se vino sola en autobús a Sevilla para dar a luz. Nadie sabía que estaba embarazada. Hay fotos y no se le notaba. Ella se viene, me tiene aquí, se va a una pensión conmigo. Pasa dos noches en la pensión. Mi padre no se enteró ni del día del parto. Venía y después se iba a Madrid. Yo no viví con mi padre hasta que nació mi hermana Rocío, a los 9 años".
Admiración por su padre es lo que siempre sintió Vicky: "Yo veía a mi padre y me moría. Siempre tuve esa debilidad, ha sido el hombre de mi vida. Me cuesta hablar de él porque ha sido todo para mí. Me llevaba a Galerías Preciados, me compraba muchos juguetes, todo lo que quería. Decía siempre '¿cuándo vuelve papá?'".
Cuenta Martín Berrocal que un día vio a un chico en una piscina que se parecía mucho a ella: era su hermano por parte de padre. "Cuando tenía 6 ó 7 años veraneaba en Punta Umbría. Mi padre tenía dos hoteles, el Pato Rojo y el Pato Amarillo. Iba a la piscina del Pato Amarillo, un día me baño y miro y le digo a mi Tata 'ahí hay un tío que es igual que yo'. La Tata sabía que yo tenía hermanos, pero yo no. Era mi hermano José el que se estaba bañando. Yo estaba bien y no necesitaba saber, pero siempre me quedé con esa intriga". Y un día le contaron la verdad.
La relación con sus hermanos de padre
Vicky se confiesa una privilegiada por haber estudiado en Suiza, desde donde escribía cartas a ese hermano que vio en la piscina: "Yo me fui a Suiza a estudiar, le escribía cartas a mi hermano. Cartas que nunca le mandé. Le conocí al poco tiempo de yo casarme, porque mi padre entendió que yo tenía que conocerlos. Estuvieron el día de mi boda. Somos cinco hermanos, de dos ganaderos. Una camada de tres y otra de dos. Una chica y dos chicos, y luego mi hermana y yo. Mi madre se enteró de que tenía una mujer más, pero le quería tanto que le fue imposible separarse de mi padre. Llegó un momento en que él deja a su mujer de Madrid y ya comparte la vida con mi madre".
Confiesa Vicky que su madre siempre quiso que aprendiera mucho, y de todo un poco: "Mi madre se empeñó en que todo lo que ella no había podido aprender lo tenía que aprender yo. Yo salía del colegio y me recogía Manuela, la Tata. Me llevaba a clase de inglés, a clase de sevillanas, a clase de ballet, cosa que nunca he entendido con estas hechuras. Y después me metí a piano. Hice la carrera de piano".
En Suiza, donde estudió, no todo fue fácil: "Me castigaban siempre, no quería aprender el idioma ni nada. Yo estaba amargada. Mi padre me llevó al segundo colegio. Él me dijo que la próxima vez que volviese a España iba a ir al aeropuerto con un profesor para asegurarse de que sabía inglés. Ahí ya me puse a estudiar por las noches. No podía fallarle a mi padre". Estudió Marketing en Madrid a los 18 años y se centró en las ganaderías de su padre: "El primer programa para ganadería lo hice yo. Fui muy responsable, soy buena mandada. No han tenido mis padres una pega conmigo nunca".
Su historia de amor con Manuel
Vicky conoció a Manuel Díaz El Cordobés (52) y se enamoró nada más verlo: "Conocí a Manuel en los toros, en la ganadería. Se toreaban toros de mi padre, me senté y nos miramos. Él no sabía que yo era hija de mi padre. Después de la corrida fui a cenar con mi padre al restaurante del hotel -donde estaba también hospedado Manuel-, me levanté para ir al baño y aprovechó para ir detrás de mí y me pidió mi número de teléfono. Le puse seis o siete números. Huelva, Punta Umbría, Talavera... ¡siete números! Y él puso el mismo número siete veces".
Fue un flechazo y sus padres quedaron prendados del yerno: "A mi familia le apasionaba Manuel. ¿En qué momento no te puede gustar Manuel? Para Manuel, mi padre era el padre que no tuvo. Mi padre siempre ha estado pendiente de Manuel, lo quiso mucho". En este punto del relato, Martín Berrocal ha desvelado lo que sigue: "Mi padre era íntimo amigo de El Cordobés padre, Manuel Benítez. Yo conocí a El Cordobés padre saliendo ya con Manuel, su hijo. Lo conocí en Linares, estoy yo en la chimenea con el teléfono y llega él. Para mí fue un shock. ¡Yo estaba saliendo con el hijo no reconocido!".
Y añade: "El Cordobés padre me dijo '¿con quién hablas?, cuelga el teléfono'. Y el otro, Manuel, escuchando al padre. No me atrevía a darle el teléfono para que hablasen. Tengo que reconocer que el padre me confesó ahí, en esos días, que era el padre de Manuel. Convivimos un par de días y en una de esas me lo contó. Lo que pasa es que en ese momento me lo guardé para mí. Se lo conté más tarde a Manuel, pero él no necesitaba saberlo: era la verdad de su madre. Hay sufrimiento, y yo estaba en medio. Manuel Díaz ha sentido admiración por su padre, y creo que no le guarda ningún rencor, porque él no es así. Siempre ha hablado bien de su padre". Vicky y Manuel estuvieron casados cuatro años, pero el amor se terminó: "Soy de estar casada, lo que pasa es que en una relación hay que darse la mano, ser un compañero. Hay un momento en el que la mano tiende a separarse, y creo que fue eso. A día de hoy, yo lo quiero con todas mis fuerzas. Es mi único marido, yo lo llamo marido. La gente me pregunta que cómo es posible que me lleve tan bien. No recuerdo nada malo, solo me acuerdo de lo bueno".
Sostiene Vicky que guarda con especial cariño el día que se hizo pública la noticia de que Manuel Benítez El Cordobés era el padre de Manuel Díaz. "Manuel podría haber vivido sin eso, pero se emocionó mucho, porque reafirmó la verdad de su madre. Espero que los veamos juntos. Yo quise juntarles antes de la confirmación. Llevo años con ello, conocí a la persona que podría unirlos. Yo me creo capaz de llegar al padre y decírselo. Si me está viendo desde aquí, le digo que sería una culminación importante. Lo tiene que hacer".
Su hija Alba y 'su portugués'
Si hay un papel que enorgullece a Vicky, ese es el de madre: "Mi hija es mi debilidad, muero. Es igual que sus padres. Tiene 20 años. Una niña especial. No podía ser de otra manera. Una tía con carácter, tiene claro lo que no y lo que sí. Con ternura, sentido del humor, aventurera, responsable. Es una thermomix. He sido muy estricta con ella, no le he permitido lujos. No he sido una madre fácil. Su padre le daba todos los caprichos, la malcriaba. Y mamá era la mala, la jodía. Somos tremendas, pero es la mejor manera. Ella ha tenido esa rebeldía de la adolescencia. La quieres matar a veces, pero después te la comes".
En la actualidad, Vicky está felizmente enamorada, y así se lo cuenta a Bertín: "Tengo novio portugués. Vive en Lisboa, en Estoril. Ya me he ido con él a vivir allí. Expatriada por amor, dicen los titulares. Me he enamorado hasta las trancas. He encontrado al hombre que busqué. Buen padre, buen novio, leal, generoso, en caricias, en mimos, en darte gloria. Yo en el amor lo he pasado mal, las he pasado putas. Relacionaba el amor con el sufrimiento. Pero cuando lo conocí dije 'esto es el amor sano'. Llevo dos años con él".
Victoria, la madre de Vicky
Después de la charla con Bertín en Sevilla, Vicky y el presentador han viajado hasta Almonte, Huelva, donde reside Victoria Martín Serrano, madre de la diseñadora, que ha desvelado cómo vivió la historia de amor paralela de su marido: "Me enamoré y sabía que con eso tenía que ir a cuestas. Lo acepté como era. A la gente hay que aceptarla así, no hay que intentar cambiarla. ¿Tú sabes quién me dijo lo de la otra mujer? Lo sabe muy poca gente. Me lo dijo la mujer de un amigo de José Luis. Me dijo '¿Tú sabes que José Luis tiene una niña?'. Me dijo que muy pronto lo iba a saber. Siempre me había dicho él 'te tengo que contar...'. Un día se lo dije yo, 'cuéntamelo ya, aunque sea tarde'. Y me dice: 'Pues que tengo una hija'".
Y remata la historia: "Terminé con él en el momento, y me contestó 'aunque tú me dejes, yo no me voy a casar'. Pero estaba loca de amor, y él no me dejaba; me seguía y me cortaba el paso. Y caí de nuevo, pero le dije: yo no quiero que tú dejes a esta señora y a tu hija, pero esto es un carro en el que vamos a ir montados dos familias. Yo no me voy a bajar, y si ella no se baja, seremos una familia completa todos".
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