El pasado viernes en Mi casa es la tuya Concha Velasco (80 años) respondió así a la pregunta de Bertín Osborne (65) acerca de la identidad del padre de su hijo Manuel: "A Manuel ya lo tenía cuando conocí a Paco Marsó. Fue duro ser madre soltera. Recuerdo que estaba rodando una película y me desmayaba mucho, y no lo sabía nadie. No quise decir quién era el padre, no. Es una cosa que no queremos... Marsó hizo de padre, un padre maravilloso y adorable. Y ya está. Hasta ahí te puedo contar". Ligeramente incómoda, la conversación distendida trocó, y se abordaron otras cuestiones. Manuel siempre ha defendido que Paco Marsó fue y ejerció de padre, para él su biológico.
Así lo ha sostenido incansablemente a lo largo de su vida en distintas entrevistas. Ha salido al paso de los rumores con la misma e inalterable respuesta: "Paco Marsó es mi padre biológico, de ADN. Mi padre biológico y físico. Lo que pasa es que él no se llamaba Marsó, sino Martínez Socías y juntó las primeras sílabas para su nombre artístico. Yo me llamo Manuel Martínez Velasco y me apellido como mi hermano Paco". Nunca ha alimentado el morbo sobre la identidad de su padre. Ni él ni la propia Concha Velasco. De hecho, se puede aseverar que el pasado viernes con Bertín fue una de las pocas -si es que alguna vez ocurrió- ocasiones en las que Velasco habló de esa soltería y de ese embarazo previo a la era Marsó.
Manuel Velasco, discreto como es, ha sorteado como ha podido durante años la sombra del misterio. Incluso, ha habido momentos en los que ha torcido el gesto, ligeramente molesto aunque educado y correcto, ante el insistente y pertinaz interrogante. Estas fueron sus palabras durante una entrevista en LOC en la que se le pregunta si alguna vez interpeló a su madre sobre la identidad de su progenitor: "Es muy feo preguntarle eso a una madre. ¡Cómo se lo voy a preguntar! ¡Le estaría diciendo una cosa muy fea! La prensa es la que se encarga de mantener la duda, pero no la hay... Hemos empezado a hablar de Musarañas y hemos terminado hablando de quién es mi padre (se ríe). Me encanta este debate (se ríe). Tú imagínate que en el caso de que este señor, que, desgraciadamente, ya no está con nosotros, no fuera mi padre... ¿Qué más daría?".
Y qué más daría, sostenía entonces Manuel, porque Marsó hizo de padre, ejerció y lo fue. Manuel nunca extrañó una figura paterna porque la tuvo. Eso sí, ha habido momentos en los que sus propias palabras generaban confusión en la prensa, sobre todo si se tiene en cuenta que, según Concha este pasado viernes, "a Manuel ya lo tenía cuando conocí a Paco Marsó". Algo que no siempre ha casado, se diría que ha chocado frontalmente, con la versión de su hijo.
A la pregunta de "¿por qué siempre se dice que no es hijo de Paco Marsó?", Manuel respondía así en 2014: "Porque cuando yo nací, mis padres no estaban casados y en esa época no se llevaban bien. Aunque tengo que decir que nunca se llevaron excesivamente bien. Cuando yo nací, ellos no estaban juntos del todo. Luego se casaron y yo fui a la boda de mis padres. Y como él ya tenía otra hija, parecía que mi padre aportaba una niña al matrimonio y mi madre a mí".
Sin embargo, recientemente, durante una entrevista en The Luxonomist el pasado mes de marzo, Manuel reconoce abiertamente que Paco Marsó no es su padre "natural" -como se lo expone la periodista-, y confirma que conoce a su verdadero progenitor, y que mantiene contacto con él, y con sus hermanos: "Por supuesto que sí, siempre hemos tenido contacto, sé quiénes son mis hermanos de padre y de madre, y soy muy feliz con ellos. Paco, mi hermano, además es mi vecino, le oigo hasta estornudar desde mi casa. Son las personas más maravillosas del mundo, junto con mi madre. Todo lo hemos hecho siempre por mantener la unidad y la coherencia familiar en un mundo, como es el nuestro, muy complicado, muy expuesto a las opiniones".
Y con respecto a su madre, aseguraba en dicha reveladora entrevista: "Lo hizo muy bien. Siempre lo 'supe'. Lo entendí cuando pude entenderlo. Siempre tuvimos muy clara la importancia del respeto a Paco Marsó, y el respeto, cariño y anonimato de este hombre, al que quiero muchísimo muchísimo muchísimo, y a una unidad familiar que solo nos atañe a nosotros".
Y realiza una emotiva semblanza de Paco Marsó, un referente para él: "Era el señor que me llevaba al cine a ver Cazafantasmas de niño, el hombre con el que yo hacía los deberes en casa, el que me llevaba a la Feria del Libro a comprar tebeos de Astérix, el que me enseñó a montar en bicicleta. Fue un PADRE. Decir si era mi padre o no… Si hay que cambiar la palabra MI por UN, no me importa. Fue un padre y yo voy a referirme a él siempre como MI PADRE. Se llamaba Paco Martínez Socías y por eso me llamo Manuel Martínez Velasco".
Así es Manuel Velasco
Sea como fuere, más allá de esta intriga paternofilial, ¿quién es y cómo es Manuel Velasco? Es uno de los nombres del cine español que suena como promesa desde hace más de una década. Ha llevado a cabo ideas pioneras, como la dirección de Bloody West, película de terror adolescente financiada cien por cien por crowfunding. Escribe teatro, cine, televisión, es dramaturgo, director, realizador y coguionista de publicidad y cortometrajes. Fue el primero de su promoción en la licenciatura de Comunicación Audiovisual de la UEM, desde donde ya empezó a dirigir cortos que han sido multipremiados en festivales varios.
Más tarde recaló en la ECAM (Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid) y allí escribió y dirigió un corto en el que aparecía su madre, Los niños del jardín, como recordó con Bertín el pasado viernes. Claro está, con una madre actriz, un padre productor, un tío operador de cámara -Manolo Velasco, con quien guarda un sorprendente parecido-, lo inevitable es que Manuel se dejara sucumbir por el séptimo arte y los focos. Su nombre siempre aparece como una de las promesas del cine español.
[Más información: La incómoda pregunta de Bertín a Concha Velasco sobre la identidad del padre de su hijo Manuel]