Aunque puede presumir de ser modelo, influencer y haber ganado el certamen de Miss Jaén en 2019, lo cierto es que a Marta López Álamo (23 años) le ha llegado la fama por otro aspecto de su vida: su relación sentimental con Kiko Matamoros (63). Nada menos que 40 años separan a la pareja, prácticamente una vida.
Esa diferencia y la polémica que siempre conlleva un personaje 100% carne de Sálvame como Kiko Matamoros han hecho que esta granadina sea conocida ahora mismo por media España. Ese salto a la prensa rosa lleva aparejado el hecho de que aspectos que anteriormente pasarían desapercibidos, ahora sean de total dominio público.
Un buen ejemplo de ello es que, en los últimos días, la modelo haya sido noticia por mostrar su impresionante vestidor. Cómo no, la propia Marta López Álamo se encargó de mostrarlo en su Instagram, donde ya cuenta con más de 230.000 seguidores. Una amiga suya le ha ayudado a organizar mejor sus prendas, separadas por tipología y colores.
Esta ha sido la primera vez que se ha podido ver algo de la casa que comparten la joven granadina y Kiko Matamoros. Mucho menos discreto fue un problema de salud que sufrió nuestra protagonista de hoy. Marta López Álamo mostró públicamente uno de los efectos adversos que puede causar el estrés en algunas partes, a priori, poco comunes de nuestro cuerpo.
Hay personas que pagan esa vorágine diaria con jaquecas o problemas de estómago. En el caso de la pareja actual de Kiko Matamoros, el punto donde hizo mella esa tensión fue, ni más ni menos, que la boca. Hace escasos días conocíamos que esa agenda cargada entre pasarela, vídeos en Instagram, clases en la universidad, aprendizaje de varios idiomas y sesiones de gimnasio acabó traduciéndose en "una contractura bucal por estrés".
Cartas en el asunto
Así fue como ella mismo lo definió en las redes sociales, reconociendo que "a veces el cuerpo te pide un descanso". Esa sintomatología a ella le produjo un dolor tan intenso que acabó poniéndose en manos de un fisioterapeuta. "Estoy para el arrastre", comentaba con un punto de humor.
Fue este profesional quien le advirtió del problema de salud que estaba sufriendo y, sobre todo, cuál era la causa, la raíz del dolor tan intenso que sufría. Esa llamada de atención de su cuerpo hizo que, al menos durante unos días, Marta López Álamo levantara un poco el pie del acelerador.
El caso de la joven modelo no es único. Hay muchas personas que somatizan el estrés a través de la mandíbula, ya que la boca suele ser una vía de escape habitual para esta tensión diaria. Esa fuerza ejercida sobre la boca puede provocar el rechinar de los dientes, dando lugar a lo que se conoce como bruxismo, un problema que suele provocar dolores fuertes de cabeza, agravados también por las malas posturas que adoptamos en el terreno laboral, o una mala alimentación.
Además, el bruxismo también puede dar pie a sufrir problemas de contracturas en el cuello y en la espalda. Para evitar todo esto, los especialistas pueden llegar a optar, en casos extremos, por una férula de descarga, que evita la colisión de los dientes de forma continuada. También se recomienda no dormir boca abajo, usar una almohada que soporte el cuello de forma correcta, así como realizar una serie de ejercicios diarios para relajar la mandíbula.
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