En la noche de este viernes en el programa Cantora: la herencia envenenada Kiko Rivera (36 años) ha recibido una llamada de apoyo totalmente inesperada para todos: la de su hermano Francisco Rivera (46). El torero ha intervenido telefónicamente en Mediaset para apoyar el testimonio valiente de su hermano pequeño.
Roto de dolor, embargado por la emoción y sin poder evitar las lágrimas, Francisco ha asegurado lo que sigue: "Estamos contigo, estás siendo muy valiente. Todo esto nos ha separado durante mucho tiempo, espero que esto se termine. Hay, por desgracia, mucho más. He estado callado por respeto a ti, hermano, para que no pasaras el sufrimiento y el dolor que hemos pasado nosotros. Te agradezco que estés ahí dando la cara". Y antes de colgar el teléfono, Francisco Rivera hijo ha asegurado: "Yo ya sé esto hace muchos años, a mí no me estáis contando nada nuevo. Lo he sufrido en silencio y por respeto a mi hermano. Papá estaría muy orgulloso".
Tras la llamada, Kiko se ha confesado: "He llamado a mis hermanos pidiéndoles disculpas por haber creído a una madre. Hasta que he dejado de creer". Y se ha dirigido a su madre: "Joder, mamá, por qué has hecho esto. ¿Cuál es el motivo? Tú me has criado a mí haciéndome pensar que todo lo que se apellidase Rivera no era bueno. Y te he creído, y te he vuelto a creer. Me he pasado toda la vida pensando que mis abuelos y mis hermanos no me querían. Era lo que llevaba toda la vida escuchando".
Confía en retomar los lazos afectivos: "Creo que ahora hay que estar más unidos que nunca. Mira, no viene al caso, pero lo cuento. Llevo siete años con mi mujer, y en esos siete años la relación de mi mujer con sus hermanos es tan maravillosa... Yo no sé lo que es eso. Para mí, mis cuñados son mi familia, y yo no he tenido eso ni con mi hermana. Claro que se puede recuperar la relación. Y creo que es el momento". Y sentencia de nuevo: "Me siento avergonzado del apellido. Hay que respetar la memoria de los difuntos".
El misterio del 2 de agosto
Después de toda la noche evitando hablar de eso que pasó el pasado 2 de agosto, y que para Kiko Rivera fue determinante y un punto de inflexión, Jorge Javier Vázquez (50) se ha atrevido a contarlo después de recibir un mensaje del reportero José Antonio León, autorizándole. "A la 1:32 de la madrugada me cuenta que en Cantora el 2 de agosto se abrió la habitación de Paquirri, que estaba siempre cerrada, y Kiko vio que estaba absolutamente todo lo de su padre. Cuando en su día se denunció el robo".
Hay que recordar que Isabel Pantoja (64) alegó que habían robado esas pertenencias como pretexto ante la solicitud de los hijos mayores de Paquirri, Francisco y Cayetano, quienes reclamaron durante años sus bártulos. Por tanto, se ha apuntado en el programa que, presuntamente, se habría cometido una "obstaculización a la justicia y denuncia falsa". Kiko tan solo ha asegurado: "Para mí esto es súper fuerte. La puerta estaba abierta por casualidad. Lo único que sé es que en ese momento entré en estado de shock. Yo había entrado en varias ocasiones en esa habitación y allí no había nada. Durante toda mi vida he pensado que ahí no había nada".
Su relación con su tío Agustín
En un momento de la noche, Kiko se desahoga sobre su tío: "Agustín, hasta hace pocas semanas, hasta el 2 de agosto, ha sido una referencia de padre para mí, al que le he pedido consejos. A sabiendas de que no tenía ni puta idea al ver cómo está mi madre". Y se permite un consejo para su tío: "Creo que lo primero que tiene que hacer una persona es aceptar cómo es, y una vez que aprendes a aceptarte como eres, puedes ser feliz. No es malo, cada uno es como es, y se respeta y se quiere a todo el mundo. Hay que aprender a aceptarse, y mi tío siempre ha pecado de eso".
No se anda con chiquitas: "Mi tío creo que es un amargado. Probablemente es infeliz. Creo que su objetivo era que su hermana solo lo escuchase a él. Pues ya lo ha conseguido. Mi madre me llamaba a las tres de la mañana, y he ido todas las veces. Me llamaba para que la calmara. Estaba desatada. La culpa no la tiene solo Agustín, ¡que mi madre tiene 64 años! No la ha dejado tener vida". Asegura que en Cantora no siempre se lo trató bien: "Mi tío me hacía sentir que era peor que mi madre en la música. Me decía 'cómo se te ocurre cantar, si tú no sabes'".
En su descargue, ha presentado su vida laboral en Telecinco: "He traído mi vida laboral. Llevo 14 años trabajando, seguramente más que mi tío Agustín. ¿Mantenido yo? Hombre, ¿dónde vive él? ¿Tú lo ves trabajando? El que no es ningún mantenido soy yo". Dibuja a su madre como una mujer gastosa: "Mi madre es gastadora, cuando hemos ido a un centro comercial se ha gastado 2.000 euros en maletas y yo le decía, '¿para qué quieres maletas?'. Se gastaba mucho en cosas innecesarias". Y su madre nunca salió a desmentir cosas que le conciernen a él, su hijo: "Se ha llegado a decir que mi padre es el doctor Muñoz Cariñanos. Mi madre nunca ha salido en defensa de eso. Por lo menos conmigo, nunca me dijo nada".
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